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viernes, 20 de septiembre de 2024

Disco de la semana 396: The Travelling Wilburys vol. 1



Cada vez que escucho el término "supergrupo" para definir una colaboración de varios músicos de primer nivel bajo un nombre común tiendo a desconfiar del resultado, tanto porque en el rock el todo no siempre es más que la suma de las partes, como por el paralelismo con los "galácticos" del Real Madrid, que demostraron que un conjunto de estrellas rutilantes no necesariamente llegaban a formar un equipo robusto y cohesionado. Y, sin embargo, si tengo que pensar en una excepción a esa posible regla, para mi sería la de The Traveling Wilburys, el "supergrupo" británico-estadounidense que formaron George Harrison, Bob Dylan, Jeff Lynne, Roy Orbison y Tom Petty, con el añadido de Jim Keltner a la batería.

¿Y cuál es la razón del gran éxito de la unión de estos grandes músicos, por encima de otras célebres ententes de desigual resultado? Para mí la clave está en que todos eran grandes amigos entre sí, y en que ninguno de ellos tenía mayor pretensión que la de pasar un buen rato juntos grabando canciones, lo que hizo que dejaran los egos aparcados en la puerta de la casa de Bob Dylan en Malibú (California), el lugar en el que tuvo lugar la convivencia y la grabación de los temas de The Traveling Wilburys Vol. 1 (1988). Pero es necesario remontarse algo atrás de ese momento, para entender como fue la génesis de The Traveling Wilburys.

Todo empezó en una cena entre George Harrison, Jeff Lynne y Roy Orbison en Malibú, en la que decidieron grabar juntos la canción "Handle with care", un tema inicialmente destinado a la cara B del single "This is love" del disco de Harrison "Cloud Nine" (1987). Harrison sugirió que llamar a Bob Dylan para que les dejara usar el estudio que tenía en su casa, y después de la cena, se fue a recoger su guitarra de la casa de Tom Petty, que al enterarse del plan se apuntó también a la sesión. La química entre el grupo de músicos fue tan grande, y "Handle with care" era una canción tan buena, que cuando los responsables de la discográfica la escucharon, decidieron que no era una buena idea "desaprovecharla" en una cara B de un single.

Eso dio a Harrison la idea de grabar un disco al completo a partir de aquella canción, que acabó siendo el single principal y la canción con la que comienza The Traveling Wilburys Vol. 1. Los músicos habían disfrutado tanto de grabar juntos, que aceptaron encantados trabajar en un álbum completo en conjunto, y llevaron el buen rollo y la broma hasta el título y los pseudónimos de cada uno de ellos en los créditos del disco, simulando ser todos hijos de un tal Charles Truscott Wilbury Sr., y adoptando el nombre de The Traveling Wilburys ("Los Wilburys viajeros"). Todos participaron en la composición y grabación de los temas, aportando canciones nuevas a título individual, a las que iban dando forma en conjunto durante la grabación, que se prolongó durante un período de diez días en la casa del "Eurythmics" Dave Stewart.

Los pseudónimos dificultaron la identificación del origen real de cada una de las canciones, pero las editoriales musicales acreditadas corresponden con las de los famosos músicos que tenían contratados. Así, "Handle with care", el tema con el que todo empezó, y con el que abre el disco, está acreditado a Umlaut Corporation, la editorial de George Harrison, y lo mismo ocurre con "Heading for the Light", "End of the Line" y "Maxine", lo cual indica que la autoría de esos temas corresponde al ex-beatle, acreditado como Nelson Wilbury. La editorial Special Rider Music indica que detrás de "Dirty World", "Congratulations", "Tweeter and the Monkey Man" y "Like a Ship" está la mano de Bob Dylan (Lucky Wilbury). Gone Gator Music, la editorial de Tom Petty (Charlie T. Wilbury Jr.), desvela que "Last Night" y "Margarita" son composiciones suyas, mientras que "Rattled" y "Not Alone Any More" son contribuciones de Jeff Lynne (Otis Wilbury), contratado por Shard End Music.

Roy Orbison (Lefty Wilbury) fue el único que, aparentemente, no compuso ninguna de las canciones del disco, pero aportó su intensa y distintiva voz en varios de los temas, siendo especialmente impresionante su interpretación vocal en "Not Alone Any More", logrando uno de los momentos más brillantes del disco. Desgraciadamente, y solo dos meses después de la publicación de "The Traveling Wilburys Vol. 1", Roy Orbison falleció de un paro cardíaco. Por aquel entonces, la banda iba a publicar como single la canción "End of the Line", y como homenaje, en el video promocional se incluyó la guitarra eléctrica de Orbison balanceándose sobre una mecedora, mientras el resto de músicos interpretaban la canción.

"The Traveling Wilburys Vol. 1" tuvo un gran éxito comercial, llegando al tercer puesto del Billboard 200 estadounidense y al puesto dieciséis en la lista de discos más vendidos del Reino Unido, y consiguiendo el Grammy a la mejor interpretación rock de un dúo o grupo con vocalista. Todo indicaba que el fallecimiento de Orbison significaría el final del grupo, pero sus integrantes decidieron grabar un segundo disco ("The Traveling Wilburys Vol. 3", 1990) en el que la propuesta se mostró nuevamente fresca y efectiva, con destacables temas como "She's my baby", "The devil's been busy in your back yard" o "Inside out". También grabaron en 1990 la canción "Nobody's Child" para un disco benéfico del mismo nombre, y una apreciable versión del mítico tema "Runaway" de Del Shannon. Harrison llegó a plantearse una gira de los Travelling Wilburys, barajando la idea de incluir tanto canciones de sus carreras individuales como los mejores temas de la banda, pero esa reunión en directo nunca llegó a producirse, y los Wilburys viajeros y sus dos brillante discos quedaron pasaron a la historia como una atractiva rareza, fruto de la genialidad de varios músicos consagrados que se apartaron del ruido mediático de sus brillantes carreras para divertirse haciendo música.

domingo, 19 de mayo de 2024

Electric Light Orchestra - Out of the Blue (Mes Electric Light Orchestra)



"Out of the Blue" (1977) es el séptimo disco de estudio de la Electric Light Orchestra. Como en discos anteriores, Jeff Lynne se encargó de la composición de las canciones y de la producción del álbum, escribiendo todos los temas durante un mes que pasó "encerrado" en un chalet alquilado en los Alpes Suizos. Algo más complejo fue el proceso de grabación, que se llevó a cabo durante dos meses en un estudio en Munich.

El disco comienza con el tema "Turn To Stone", un tema de pop rock aderezado por arreglos de cuerdas y efectivas armonías en falsete, creando un juego de llamada y respuesta con la voz principal de Jeff Lynne, en un efecto que es aún más potente cuando el resto de instrumentos se detienen y un trabalenguas de voces superpuestas se desata al ritmo de la solitaria batería de Bev Bevan. Tras este brillante comienzo, le llega el turno a "It's Over", una canción de corte más clásico y sencillos acordes, dónde de nuevo destaca la intensidad de las voces y los arreglos de cuerda. Con "Sweet Talkin' Woman" llega el primer gran cambio de tercio del disco, en un giro hacia ritmos más bailables y cercanos a la música disco, en un gran trabajo del batería Bev Bevan, sin dejar de lado por ello el toque de pop clásico en las melodías y las voces, y los arreglos de piano y cuerdas marca de la casa. Y para terminar la cara A del primer disco, llegan los aires mexicanos de "Across the Border", con un destacable solo de violín a cargo de Mik Kaminski.

En la cara 2 encontramos grandes canciones, pero sin duda la más top es "Night in the City", uno de los mejores temas de la discografía de la banda británica. Canción redonda y de brillante estribillo, que comienza con un teclado que simula el intenso ruido producido por un atasco de tráfico, mezclado con una sección de cuerdas. No es gratuito ni azaroso el orden de las canciones, porque tras este reflejo de una ajetreada y ruidosa noche en la ciudad, en "Starlight" Jeff Lynne busca el contraste extremo y nos escribe una noche mirando las estrellas en su retiro de los Alpes Suizos, y nada más lejos del asfalto y el ruido de automóviles que "Jungle", plagada de sonidos que recuerdan a Tarzán en una frondosa jungla plagada de elefantes, en la que probablemente sea la canción más extraña del disco. Tras esta rareza, en esta cara aún encontramos espacio para un breve interludio de piano y orquesta ("Believe Me Now"), y para "Steppin' out", la tierna balada a la que sirve de orquestal introducción, un tema de suaves arreglos y letras sobre el momento de abandonar el hogar y buscar tu propio destino, que en el último tramo de canción se vuelve más compleja entre capas y capas de guitarras y coros, cerrando la cara 2 en lo más alto.

La cara 3 está dedicada a las cuatro partes de una suite musical completa, plagada de arreglos orquestales y titulada "Concerto for a Rainy Day" ("Concierto para un día de lluvia"). La suite se inspira en la lluvia de las montañas de Suiza, y por tal motivo salteada de efectos de lluvia y truenos entre cada una de las diferentes partes, tituladas "Standin' in the Rain", "Big Wheels", "Summer and Lightning" (la mejor pieza de esta mini obra y una de las mejores canciones que nos dejó la ELO a lo largo de su carrera discográfica) y "Mr. Blue Sky", una canción que celebra la llegada del amanecer después de una intensa tormenta nocturna en el chalet de Lynne en las montañas de Suiza, y que fue publicada como segundo single del disco.

En la última cara del segundo disco encontramos piezas de corte funk y pinceladas de glam rock ("Sweet Is the Night"), temas instrumentales y atmosféricas ("The Whale", inspirada en un programa de televisión sobre la caza de las ballenas), canciones de blues rock de carretera y manta ("Birmingham Blues") y sobre todo "Wild West Hero", el que fuera tercer single del disco, una canción que cierra en lo más alto Out of the Blue, un disco que se convirtió en su obra de más éxito a nivel comercial, pues vendió cerca de cuatro millones de copias en su lanzamiento, con cinco singles de éxito (fue el primer disco doble en tener cuatro singles que alcanzaran el top 20 de las listas británicas), y llegó a la friolera de diez millones de copias vendidas en 2007. En resumen, "un disco increíble", entrecomillado y en cursiva porque no (solo) lo decimos nosotros, sino que son las palabras con las que lo definió Axl Rose, declarado fan de la Electric Light Orchestra, nuestra protagonista del mes de mayo de 2024 en 7dias7notas.

miércoles, 15 de mayo de 2024

Electric Light Orchestra - A New World Record (Mes Electric Light Orchestra)

 

A New World Record, ELO


     A New World Record es el sexto álbum de estudio de la banda británica Electric Light Orchestra. Fue grabado entre los Musicland Studios de Munich, los De Lane Lea Studios de Wembley y los Cherokee Studios de Los Ángeles, bajo la producción de Jeff Lynne, y publicado el 15 de octubre de 1976 por el sello discográfico United Artist Records en los Estados Unidos y por el sello Jet Records en el Reino Unido. Este disco marcó un cambio en el sonido del grupo hacia canciones pop más cortas, una tendencia que continuaría a lo largo de su carrera. El disco supuso un gran avance en la carrera del grupo en el Reino Unido. Tras tres grabaciones anteriores que no consiguieron llegar a las listas de ventas de su tierra natal, A New World Record se convirtió en su primer trabajo en colarse entre los diez primeros del Reino Unido, sumado al gran éxito que alcanzó también en Estados Unidos.  La portada presenta el logo de ELO, diseñado por el diseñador y director de arte inglés Kosh. Este logotipo se incluiría en la mayoría de los lanzamientos posteriores del grupo.

En 1977 cuatro de las canciones del álbum aparecieron en la banda sonora de la película Joyride, dirigida por Joseph Ruben. En 2006 el disco fue remasterizado y lanzado con pistas extras por el sello discográfico Epic / Legacy, propiedad de Sony. La canción Surrender también se publicó como sencillo promocional y como sencillo de descarga de iTunes, llegando a entrar en la lista de las 100 descargas principales. Esta canción fue escrita originalmente en 1976 para la banda sonora de una película que fue cancelada y se acabó terminando en 2006. En 2012 la compañía discográfica de vinilo Music on Vinyl relanzó A New World Record en vinilo de 180 gramos con una portada en relieve. 


El álbum fue muy bien recibido por la crítica especializada, que consideraba que el grupo fue concebido para crear un grupo que fusionara la emoción y el color del rock and roll con las líneas de la música clásica, y que este trabajo es lo más cerca que ELO ha estado de lograrlo. Con este disco el grupo da un paso de gigante para lograr ese sonido, siendo más que destacable la progresión de la banda con el uso de orquesta y coros. La combinación de guitarras eléctricas con sinfonías musicales es bastante atrevida, pero a Lynne y compañía le funciona en un disco que ha sabido capturar la esencia del pop sofisticado. También es verdad que una parte de la crítica mostró ciertas reservas sobre este disco, que consideraba que el grupo había dejado de lado su parte más creativa para abrazar otros sonidos más comerciales. Su buena aceptación tanto por parte del público como de la crítica le valía al grupo para ser reconocidos finalmente como uno grupo importante en su país, Reino Unido.

A New World Record marcó un cambio en la dirección musical de ELO, ya que se inclinaron hacia un sonido más pop con canciones más cortas. Jeff Lynne, líder de la banda, fue el principal arquitecto detrás del sonido del álbum. Su habilidad para combinar elementos de rock, pop y música clásica resultó ser una mezcla única. La orquestación y los arreglos de cuerdas se convirtieron en una marca registrada de la banda, destacando precisamente, por ese uso creativo de instrumentos clásicos, en canciones como Tightrope o Rockaria, esta últimUna fusión única de rock y ópera, con Lynne cantando en un estilo operístico mientras la banda toca con fuerza detrás de él.


El álbum produjo varios sencillos exitosos, entre los que se encuentran Livin' Thing, que se ha convertido en todo un éxito en la radio. La combinación de guitarras eléctricas, sintetizadores y cuerdas crea una atmósfera irresistible para el oyente; Telephone Line, el primer sencillo de la banda en conseguir certificación de oro en Estados Unidos. Una balada melódica con una emotiva interpretación vocal de Lynne; o Do Ya, una versión rockera y coro muy pegadizo de la canción de 1972 de The Move, grupo del cual Jeff Lynne fue miembro. La canción Shangri-La fue originalmente escrita para el disco, pero no se incluyó en la versión final, siendo lanzada como lado B de algunos sencillos. 

A New World Record influyó en muchos artistas posteriores. Su enfoque en una meticulosa producción y la experimentación sonora allanó el camino para la música pop y el rock sinfónico de las décadas posteriores. Lynne ya lo avisaba en el título del disco, sugiriendo un mundo nuevo y emocionante, algo que cumplió en parte con este trabajo. Queda de sobra reconocida la creatividad de ELO para fusionar dos mundos musicales tan diferentes y su habilidad para crear melodías inolvidables. Estamos ante un disco cuyo legado perdura y está considerado como una joya en la historia del rock y el pop, marcando además un punto de inflexión en el grupo, consolidando su éxito global y estableciendo su estilo característico de pop orquestal.

domingo, 12 de mayo de 2024

Electric Light Orchestra - Face the music (Mes Electric Light Orchestra)

Artista del mes Electric Light Orchestra, y su álbum Face the music #MesElectricLightOrchestra 

"Face the Music" es un álbum emblemático de Electric Light Orchestra (ELO) que marcó un punto de inflexión en su carrera y sigue siendo un clásico del rock hasta el día de hoy. Lanzado en 1975, este álbum consolidó la reputación de la banda como maestros de la fusión entre rock y música orquestal, presentando una mezcla única de guitarras eléctricas, sintetizadores y arreglos orquestales elaborados. A lo largo de sus nueve pistas, "Face the Music" ofrece una experiencia auditiva envolvente que lleva al oyente en un viaje musical emocionante y variado.

El álbum comienza con "Fire on High", una apertura magistral que establece el tono para lo que está por venir. Con sus misteriosos acordes de guitarra y su atmósfera cinematográfica, esta pista instrumental crea una sensación de anticipación y drama, preparando el escenario para el resto del álbum.

La canción principal del álbum, "Waterfall", sigue con su ritmo contagioso y sus letras introspectivas. Jeff Lynne, líder de ELO, demuestra su habilidad para componer melodías pegajosas mientras reflexiona sobre temas de amor y cambio. La combinación de la voz distintiva de Lynne y los arreglos orquestales exuberantes hace que esta canción sea verdaderamente inolvidable.

"Evil Woman" es quizás una de las canciones más reconocibles de ELO, con su distintivo riff de guitarra y su coro pegadizo. Esta pista es un ejemplo perfecto de la habilidad de la banda para combinar elementos de rock clásico con influencias de música pop y orquestal, creando algo que es al mismo tiempo familiar y único.

Otra destacada del álbum es "Nightrider", una canción impulsada por un ritmo frenético y una energía irresistible. Con sus letras que evocan imágenes de aventura y libertad, esta pista es una celebración del espíritu audaz y la pasión por la vida.

"Strange Magic" ofrece un cambio de ritmo con su atmósfera etérea y sus melodías melancólicas. Esta balada introspectiva muestra el lado más suave y reflexivo de ELO, con letras que exploran el poder del amor y la magia de la conexión humana.

El álbum cierra con "One Summer Dream", una pieza emocionalmente resonante que destaca por sus arreglos orquestales expansivos y su letra evocadora. Esta pista captura la sensación de nostalgia y añoranza del verano, creando un final conmovedor y satisfactorio para el álbum.

"Face the Music" es un álbum que muestra a Electric Light Orchestra en la cima de su juego creativo. Con su combinación única de rock, pop y elementos orquestales, este álbum sigue siendo una joya atemporal que merece un lugar destacado en la colección de cualquier amante de la música. Desde sus aperturas dramáticas hasta sus cierres conmovedores, cada pista de este álbum es una obra maestra en sí misma, lo que demuestra el talento y la visión incomparables de Jeff Lynne y su banda. En definitiva, "Face the Music" es un viaje auditivo que vale la pena emprender una y otra vez.

Daniel 
Instagram storyboy 

lunes, 6 de mayo de 2024

Electric Light Orchestra - ELO 2 (Mes Electric Light Orchestra)



La Electric Light Orchestra publicó su segundo disco en 1973, titulándolo simplemente como "ELO 2" en Reino Unido (introduciendo por primera vez las siglas con las que se conocería a la banda en el futuro) o Electric Light Orchestra II en Estados Unidos, títulos que reemplazaron a la idea original, que no era otra que llamar a su segunda obra "The Lost Planet" ("El planeta perdido").

El disco comienza con el tema "In Old England Town", pieza de rock progresivo denso y orquestal de casi siete minutos de duración, y una de las dos canciones en las que aún tocó el bajista y cello Roy Wood antes de dejar la banda en pleno proceso de grabación junto a Bill Hunt para formar el grupo Wizzard. Una versión instrumental de este tema fue utilizada como cara B del single de la canción "Showdown"

El resto de canciones del disco mantiene una dinámica similar en cuanto a duración y estilo, y de hecho el segundo tema "Momma" (convertido en "Mama" en la versión estadounidense), supera por poco los siete minutos, y el tercer tema "Roll Over Beethoven", una versión del clásico de Chuck Berry, se extiende por encima de los ocho minutos de duración en la versión del disco para Reino Unido, y es aún más larga en la versión estadounidense, aunque para su publicación como single en ambos países fue acortada significativamente. El sencillo logró entrar en el top 10 del Reino Unido y sonó en algunas emisoras de radio estadounidenses durante un tiempo, pero no logró entrar en listas de ventas. 

La cara B abre con la otra canción en la que también dejó su sello Roy Wood, "From the Sun to the World". Tanto en ésta como en la ya mencionada "In Old England Town", y quizá fruto de su abrupta salida, Wood no fue acreditado. Tras los ocho minutos largos de "From the Sun to the World", el disco termina con la canción más larga del disco y de toda la discografía de la banda, el alegato antibélico de "Kuiama", más de 11 minutos de complejo rock progresivo y arreglos orquestales marca de la casa.

Al igual que su predecesor, encontramos en "ELO 2" música de calidad y gran nivel artístico, pero a la vez compleja y alejada de patrones comerciales que habrían contribuido a un mayor éxito, y aún así el álbum entró en el chart top 40 de discos británicos. En cualquier caso, y más allá de los siempre manidos criterios de ventas, la segunda entrega de The Electric Light Orchestra es un disco con mayúsculas, tan grandes como las de las famosas siglas con las que, desde entonces, se daría a conocer la banda liderada por Jeff Lynne, que durante el mes de mayo será la protagonista del #MesElectricLightOrchestra en 7dias7notas.net.

sábado, 4 de mayo de 2024

1220.- Eldorado - Electric Light Orchestra



"Eldorado" es el tema principal del disco de 1974 del mismo título (al que añadieron el subtítulo de "A Symphony by the Electric Light Orchestra") de la banda británica "Electric Light Orchestra" (más conocida por la abreviatura de "ELO") liderada por Jeff Lynne. Como disco conceptual, todas las canciones están relacionadas por una trama central, que en "Eldorado" es la historia de un hombre de vida mundana y anodina, que escapa de la desilusión de la realidad viajando a través de sus sueños a otros mundos idealizados y fantásticos.

Como buen disco conceptual, el tema principal se va repitiendo a lo largo del disco, y así nos encontramos con una apertura orquestal de dos minutos con la que da comienzo la historia ("Eldorado Overture") y los más de cinco minutos de la canción de "Eldorado" propiamente dicha aparecen al final del disco como parte del majestuoso final, que incluye tras ella un nuevo despliegue orquestal de cierre ("Eldorado Finale"), una pieza instrumental de apenas minuto y medio pero de gran intensidad orquestal.

Debido a este enfoque, y salvando las distancias, son evidentes las reminiscencias y la influencia del disco "Sgt. Pepper's Lonely Hearts Club Band" de The Beatles en la concepción musical de "Eldorado", que conceptualmente dio un paso adelante respecto al mítico disco de los Fab Four, al narrar una historia completa sobre la búsqueda inconsciente de un mítico y dorado reino, una temática que caló con fuerza en el marco de una desilusionada y combativa generación de los setenta.

domingo, 22 de enero de 2023

Flaming Pie - #mesPaulMcCartney



Una noche de sábado de 1997, saliendo con los amigos por Getafe, en la céntrica calle Madrid nos topamos con un vendedor de cassettes piratas. Eran los últimos años de un formato que, aunque peor en prestaciones que el vinilo, era tan fácil de piratear como después lo sería el cd. Recuerdo perfectamente que José María Hernández, mi amigo y compañero en 7días7notas, estaba conmigo en aquel momento, pero he olvidado cuáles fueron los cassettes que se compró. Yo me llevé a casa el "Filthly lucre tour" de unos recién reunidos Sex Pistols, y el Flaming Pie de Paul McCartney.

McCartney venía de un largo silencio tras el irregular Off the Ground (1993), silencio en parte motivado por una obligación contractual con la discográfica, que le pidió que no publicara ningún trabajo durante los dos años que duró el proyecto de The Beatles Anthology, para no entrar en competencia consigo mismo, o más bien con su antiguo yo, ese que maravilló al mundo entero junto a los otros tres magníficos de The Beatles. Durante ese tiempo, McCartney limó asperezas con George Harrison y Ringo Starr, y el trabajo tanto de grabación de temas inéditos (Free as a bird y Real Love, coproducidos por George Martin y Jeff Lynne) como de revisión de las múltiples versiones y rarezas que formaron aquella antología, despertaron en él el gusto por la forma de tocar y de grabar de aquellos tiempos pasados. Todo ello, en mayor o menor medida, acabó contagiando el espíritu y el tono de Flaming Pie, uno de sus mejores trabajos en solitario.

Una de las conexiones más evidentes con aquella revisión de su pasado con The Beatles, junto a la presencia de Ringo Starr en varios temas o la producción de Jeff Lynne, es el título que McCartney decidió para el álbum, una clara referencia a una historia que Lennon contó en el diario Mersey Beat en 1961, sobre cómo habían escogido el nombre del grupo. Lennon dijo que un tipo que había salido de una "tarta en llamas" se lo había sugerido en un sueño. Y eso siempre fue para mí lo peor de este disco, porque un álbum tan personal y acertado habría merecido un título más centrado en todo lo bueno que Macca estaba ofreciendo, en lugar de volver a mirar hacia el pasado. Así que, para qué os lo voy a negar, el título me generó aquel día muchas dudas sobre lo acertado de mi compra, y le di bastantes vueltas en el camino a casa.

A la mañana siguiente, lo primero que hice al despertarme fue poner el cassette de McCartney, y todas las dudas se disiparon al escuchar The Song We Were Singing, una canción que tiene también una mirada nostálgica hacia "las canciones que cantábamos en cualquier momento determinado" y a los buenos ratos con Lennon escribiendo canciones en Forthlin Road,​ pero esa mirada es alegre y renovada, y es un energizante comienzo de disco junto a The World Tonight, uno de los sencillos del disco (el único publicado en los Estados Unidos) e If You Wanna, la primera de las tres colaboraciones con Steve Miller que se incluyen en el disco. McCartney y Miller habían colaborado anteriormente en el tema My Dark Hour (1969),​ y cuando reparó en que su hijo James era un gran seguidor de su música, le llamó para que colaborara en el disco.

Somedays es la primera balada del disco, compuesta mientras acompañaba a su mujer Linda a una sesión de fotos. Una pieza delicada y melancólica, y reforzada por los arreglos orquestales de George Martin. Tras este breve y agradable respiro, el tándem McCartney-Miller regresa con Young Boy, grabado con Steve Miller en 1995 en un estudio de Idaho en 1995. Por esa época, y hasta ya entrado 1997, se grabaron la mayor parte de los temas de Flaming Pie, y solo dos temas del disco son anteriores a ese período. Uno de ellas es Calico Skies, escrita en Long Island en 1991, en la época en que fue asolada por el huracán Bob​, y grabada en 1992, antes incluso de las sesiones de Off the Ground (1993).

Hasta aquí el disco es brillante y sin fisuras, pero la segunda parte del disco alterna buenos temas con canciones que se quedan en correcto relleno. A medio camino entre ambas categorías estaría precisamente Flaming Pie, una de esas canciones animadas y algo paródicas de Macca, que reafirma que elegirla como título del disco no fue una buena decisión, porque no encaja con la atmósfera de un disco en el que tanto McCartney como Lynne habían buscado crear una producción seria y no demasiado elaborada. En el capítulo de aciertos estaría Heaven on a Sunday, compuesta por Macca durante unas vacaciones en Estados Unidos, y que cuenta con su hijo James McCartney a la guitarra y con Linda McCartney en los coros. Por contra, Used to be bad, la tercera y última colaboración con Steve Miller, es un tema de corte blues sin demasiado gancho, y al que se le nota demasiado que proviene de una instrumentación en el estudio, más que de un trabajo compositivo específico. 

Tras un par de baladas en la que McCartney vuelve a demostrar la facilidad con la que factura melodías delicadas (Souvenir) y sentidos homenajes (Little Willow, compuesta para el hijo de Ringo Starr, tras la muerte de su madre, el disco transita por un tramo en el que la colaboración con el mítico batería se hace notar en Really Love You (compuesta por los dos ex Beatles y con Ringo en la batería) y, sobre todo, en Beautiful Night, uno de los mejores temas del álbum, una canción compuesta una década antes, en la que Ringo colabora también en las voces, y que contó también con el refuerzo de las orquestaciones de George Martin, añadidas en Abbey Road. Fue uno de los singles publicados del disco, y habría sido el final perfecto, pero Macca optó por incluir también la canción Great Day, el otro tema del disco que fue grabado en 1992, que contrasta con el tema anterior no solo por su título antagónico, sino por la sencillez de su estructura. Una canción con un simbolismo especial, pues incluye de nuevo a Linda McCartney en los coros, para acabar cerrando el que sería el último trabajo discográfico de McCartney junto a su esposa, que fallecería el año siguiente a la publicación de Flaming Pie.

Sólo una cosa me quitó más el sueño que el desafortunado título de Flaming Pie, y es que le impidiera llegar al número uno del Billboard estadounidense y de las listas de Reino Unido el disco Spice de las Spice Girls. Sin duda, un presagio de lo que le iba a pasar a la música en décadas posteriores. El picante pudo con la tarta, y hoy en día, de las llamas que gente como Lennon o McCartney una vez prendieron, solo parecen quedar las brasas.​ Menos mal que, por si aprieta el frío o me apetece un dulce, aún guardo aquel cassette de Flaming Pie, para acabar volviendo siempre que quiera a "las canciones que cantábamos en cualquier momento determinado".