Cantautor español, de nombre completo Francisco Ibáñez
Gorostidi. Su padre valenciano y su madre vasca se conocieron en París, ciudad
a la que regresaron exiliados tras la guerra civil. Su padre fue llevado a los
campos de trabajo de Saint- Cyrpien y de Argelès, junto a los republicanos
españoles. Su madre trabajó en los talleres de Balenciaga. Tras la Segunda
Guerra Mundial volvió al caserío donde había nacido para dejar allí a su hijo
Paco y montar un taller de costura en San Sebastián. En 1948, cruzaron
clandestinamente la frontera para reunirse con su padre en Perpignan. Su padre
le enseñó el oficio de ebanista al tiempo que inicia los estudios de violín.
Instalados nuevamente en París, a principios de los años 50 del pasado siglo,
descubre la música de Georges Brassens, Atahualpa Yupanqui y Léo Ferré. En 1952
comenzó a estudiar guitarra. En París asistió a los cursos de la Scola
Cantorum, estudios que continuó con el guitarrista clásico Andrés Segovia. En
1967 vino a España a cantar por primera vez, dando recitales en Madrid y
Barcelona. En TVE cantó su versión del poema Andaluces de Jaén, de Miguel
Hernández. En 1969, su interpretación del poema A galopar de Rafael Alberti
hizo de él un símbolo de la lucha contra la dictadura franquista.
El 2 de diciembre de 1969 solo acompañado de una guitarra y
de un público que lo arropa Paco Ibáñez ofreció en el famoso Olympia de Paris,
que canta junto a él y que se sube al escenario para rodearle y ofrecer todo su
calor. En opinión de muchos es el mejor disco de La Voz Libre de España, no es
esa mi opinión, pero he de reconocer que es el más emocionante y del que Paco
Ibáñez salió convertido en un mito por siempre jamás. También es seguramente su
disco más vendido y escuchado, al menos en España. Las canciones de Paco Ibañez
nos transportan a su espacio de amor, de libertad y de dignidad, un espacio de
resistencia ante la injusticia, la violencia y el horror. Un espacio que
revindica la humanidad por encima de todo, ante la barbarie del siglo XXI. Su
voz y sus canciones acompañaron a una generación que las convirtió en himnos que
a través del tiempo siguen sonando cada vez que surge un clamor por la
dignidad. Dentro del repertorio de ese concierto encontramos Andaluces de Jaen,
Paco Ibañez musicalizó el poema de Miguel Hernandez titulado “Aceituneros” y
publicado por primera vez en su poemario Viento del pueblo. Aceituneros es un
extenso poema con características que recuerdan a las canciones populares.
Miguel Hernández quizás pretendía que sus versos sonaran en la cabeza de muchos
y fuera leído por otros tantos para que recordaran el mayor número de personas
posibles cuánto trabajaban los aceituneros de Jaén y qué buen fruto se obtenía
del sudor de su frente. Hernández vivió en una época marcada por la desigualdad
social, especialmente en Andalucía; y por la división de la sociedad en clases
alta y trabajadores, entre las cuales eran muchas las diferencias. Este poema
se nombran a las dos, a la clase trabajadora y a la clase que de esta primera
se aprovechaba.
En 2011, se produce un primer acercamiento entre la
Diputación Provincial de Jaén y los descendientes de Miguel Hernández al objeto
de lograr el permiso necesario para el uso del poema como himno oficial de la
provincia. Una vez hubo autorización, la Diputación Provincial lo oficializó en
acuerdo en pleno de la Diputación de 29 de febrero de 2012, siendo presentado
en el paraninfo del Conservatorio Superior de Música de la capital el 27 de
noviembre de 2012 a cargo de la cantaora de flamenco Carmen Linares y la
orquesta y coro de la institución.
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