lunes, 20 de enero de 2020

La música en historias: Frank Zappa y la temporada del Garrick

Frank Zappa




     En 7dias7notas tenemos devoción por Frank Zappa, esto es un hecho, no en vano ya le hemos dedicado varios espacios. En esta ocasión voy a hablar de la época en la que Zappa se mudó a Nueva York en 1967 por motivos de trabajo. Este hecho y un sinfín más de anécdotas son relatadas por el mísmo Zappa en el genial libro de sus memorias, La verdadera historia de Frank Zappa, Memorias, un magnífico libro donde nos relata en primera persona su vida y obra. Zappa para escribir este libro contó con la inestimable colaboración del escritor Peter Occhiogrosso.

     Año 1967, Frank Zappa se había mudado a Nueva york, pues había conseguido un contrato para actuar en el Teatro Garrick. El teatro, también fue conocido como Cinema Garrick, New Andy Warhol Garrick Theatre ó Andy Warhol's Garrick Cunema, estaba situtado concretamente en el número 152 de la C/ Bleecker, Manhattan (Nueva york), y durante la década de los años 60, en el sótano del teatro se ubicó el famoso local Café Au Go Go. Frank Zappa ya había tocado allí con The Mothers of Invention a finales de 1966, y a raíz de aquella actuación se les ofrece un contrato para actuar durante la semana santa de 1967. Aquella serie de actuaciones tuvieron gran acogida, por lo que se les amplió el contrato para actuar durante seis meses, motivo por el cuál acabó mudándose Zappa junto a su mujer Gail y The Mothers of Invention.

     Seis meses dan para mucho, y allí vivieron multitud de anécdotas. Había dos chicos que se hacían llamar Loeb y Leopold, y que fueron a más de treinta conciertos de los que allí dio Zappa, y a uno de ellos le encantaba correr por el pasillo y saltar al escenario, quitar el micrófono de la mano de Zappa y gritar con todas sus fuerzas, acto seguido se tiraba al escenario, se revolcaba y le pedía al mismísimo Zappa que le echara Pepsi-Cola por todo el cuerpo.

     Tuvieron días donde la cola para ver su espectáculo daba la vuelta a la manzana, y también tuvieron épocas en las que la afluencia de público era escasa. En una de esas ocasiones de escasa afluencia, en concreto la peor noche, sólo hubo tres espectadores, así que Zappa les dijo que les iban a ofrecer un espectáculo a medida, y acto seguido la banda se fue a la parte trasera del local, donde se encontraba la cocina del Cafe Au Go Go, cogieron sidra caliente y todo lo que encontraron para picar, se pusieron toallas en los brazos y simulando ser camareros se lo sirvieron a los tres espectadores y estuvieron charlando con ellos durante hora y media.

     También recuerda Frank, que en una ocasión no habría más de diez o quince personas, y a Frank y la banda se les ocurrió preguntarles si querían ser ellos la banda y cambiar el rol, y la banda pasaría a ser espectadora, a los espectadores presentes les pareció buena idea, por lo que Zappa y The Mothers of Invention se sentaron en la butacas y el público allí presente se subió al escenario y estuvieron tocando durante una hora y media.

     Queda claro que Frank Zappa no dejaba indiferente a nadie y que no era un artista convencional. Como comenté anteriormente, éstas anécdotas están extraidas de su libro La verdadera historia de Frank Zappa, Memorias, un libro más que recomendable para conocer un poquito mejor a este genio.


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