A las orillas de 7días7notas ha vuelto a llegar una botella con un mensaje dentro. En esta ocasión, un gran amigo me ha mandado una reseña de la versión que Leiva ha hecho en Tributo a Sabina – Ni tan joven ni tan viejo de la canción "El Caso de la Rubia Platino", cuya versión original se encontraba en el disco 19 Días y 500 Noches del homenajeado Joaquín Sabina.
Imagino que Sabina se habrá sentido orgulloso y agradecido al escuchar la gran versión que Leiva ha hecho de su canción, porque así es como me he sentido yo al abrir el email de Joserra y ver que, voluntariamente, se había trabajado una gran reseña con el objetivo de ser parte de esta iniciativa de disfrutar con la música. Así que, en cuanto me ha sido posible, he abierto una vez más las compuertas de la presa, para que el agua lleve a todas las orillas posibles la verdad sobre "El caso de la rubia platino":
Las versiones son las carreteras secundarias del mapa de tus
canciones, una aventura con el amigo de toda la vida, pagar la reforma sin IVA,
la cucharada de helado camino a guardarlo en el congelador…Sentimientos
enfrentados, vicios culpables y siempre – siempre - un examen: ¿Aporta o no
aporta?, ¿mejora o no mejora? Una decisión arriesgada el versionar, un homenaje
en una fiesta con muchos invitados…imposible predecir como acabará. Las
versiones son la piña en la pizza…mas seguidores de los que se atreverán a
confesarlo. Las versiones son revelar nuestro lado voageur en el sexo de las
canciones
Cuando te enfrentas a una versión puedes estar del lado del
novio o de la novia. Si eres fan del novio, artista que versiona, hay doble
ilusión. Por un lado, conoces sus gustos y relaciones en el universo de las
canciones y por otro seguro que aplaudes su valentía y buen gusto. Seguro que
también sufres cierto miedo nervioso…a ver si no se ha metido en un jardín del
que sea difícil de escapar…a ver si “me” le van a criticar por esto. Te va a
gustar, vas a reconocer tu artista en el resultado, vas a relamerte con esa
armonía tan suya. Apostaría que 7 de cada 10 casos acaban con éxito para los
amigos del novio.
Si vienes del lado de la novia a esta boda…ninguno estará a
su altura. Ya sabías tu que era buena y tan buena que la han buscado para esta
versión. Ratificas públicamente tu buen gusto, exhibes con orgullo tu filiación
musical…y claro que miras de reojo al pretendiente ¿Qué quieres tu conseguir
con esto? Vas a echar de menos en la versión el aroma original, ese arreglo que
anticipas siempre al cantar, ese final preciso, ese tempo que no entiendes por
qué se empeñan en modificar. Apostaría que 3 de cada 10 casos acaban como
fracaso a los ojos de la familia de la novia.
El caso de la rubia platino es el de una boda entre
príncipes …todo es tan perfecto, cada uno aporta su parte sin desmerecer al
otro, cada uno recoge sus deberes y obligaciones…y sobre todo, ¡tienen tantos
amigos en común la novia y el novio!
Leiva ha hecho una versión en color del clásico en blanco y
negro de Joaquín Sabina, ha cambiado algunas tildes, ha gritado algunos gritos y callado algunos
silencios con el énfasis adecuado. Esta historia de derrota, vida, sexo y
corazón ha sido vivida con la misma intensidad por dos perros flacos distintos
que sin embargo pertenecen a la misma estirpe. Han conseguido que se cante con
el mismo placer el original y el original recreado. Han sido el buen hijo
recogiendo el testigo del artesano padre. Ha sido tan hermosa que no me planteo
si es una versión. La guitarra carabanchelera, el bombo épico y el desgarro
inocente harán que te produzca placer instantáneo su escucha. El caso de la
rubia platino es, otra vez, un billete instantáneo a un mundo real en mi
imaginación, donde este detective acabado se enamora y sufre tanto como uno se
imagina que solo pasa en las películas. El caso de la rubia platino es, otra vez,
el Oscar a la mejor fotografía.
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