Everybody’s in Show-Biz de The Kinks (1972) #mesTheKinks
Everybody's in Show-Biz, lanzado en agosto de 1972, es uno de los álbumes más interesantes y polarizantes en la carrera de The Kinks. Este trabajo muestra la transición de la banda, dirigida por el carismático y prolífico Ray Davies, desde el formato tradicional de álbumes conceptuales y canciones narrativas hacia una exploración más compleja de temas como el agotamiento de la vida en la carretera y la percepción distorsionada de la fama y el éxito. Aunque no alcanzó el mismo estatus icónico que algunos de sus lanzamientos anteriores, como The Kinks Are the Village Green Preservation Society o Arthur (Or the Decline and Fall of the British Empire, Everybody’s in Show-Biz destaca por su innovación conceptual y su mezcla de géneros musicales.
Para 1972, The Kinks ya habían alcanzado el estatus de leyendas en la escena musical británica y mundial. La banda fue pionera en la invasión británica con éxitos como "You Really Got Me" y "All Day and All of the Night", que sonaban a rock puro con guitarras contundentes y riffs potentes. Sin embargo, a finales de la década de los 60 y principios de los 70, Ray Davies comenzó a alejarse de esos himnos juveniles y adoptó un enfoque más reflexivo y nostálgico en su composición, lo que se tradujo en álbumes profundamente conceptuales. Este cambio marcó el inicio de una fase en la que Davies volcó su atención en retratar la vida cotidiana británica, la clase trabajadora y los cambios culturales de la época.
Es en este contexto donde se sitúa Everybody’s in Show-Biz. Grabado en un momento de agotamiento físico y emocional de la banda debido a las constantes giras y la vida nómada, el álbum refleja una mezcla de cinismo, nostalgia y cierta ironía sobre el mundo del espectáculo y la fama. La idea de que todos, de alguna manera, están "en el show" es central, no solo para los artistas que se presentan sobre el escenario, sino también para el público y la sociedad en general, atrapados en una performance constante.
Everybody’s in Show-Biz es un álbum doble que se divide en dos partes: la primera es un conjunto de canciones de estudio, mientras que la segunda es un registro en vivo de algunas de sus presentaciones en el Carnegie Hall de Nueva York. Esta estructura ya sugiere una dualidad interesante, en la que la banda explora no solo su faceta creativa en el estudio, sino también la realidad, a veces más cruda y menos glamorosa, de sus conciertos.
La primera mitad del álbum se caracteriza por una gran diversidad musical. Ray Davies, conocido por su ingenio y lirismo, aborda temas como el cansancio de la vida en la carretera, el anhelo de una vida más simple y la relación paradójica con la fama. El álbum abre con la enérgica y satírica "Here Comes Yet Another Day", una canción que resume perfectamente el tema del agotamiento que permea el disco. Aquí, Davies canta sobre el tedio y la monotonía de la vida en giras, un tema recurrente a lo largo de las canciones de estudio.
Temas como "Motorway" y "Sitting in My Hotel" profundizan en esta sensación de alienación y fatiga. "Motorway" es una oda a la carretera, pero lejos de ser una canción romántica sobre el viaje, Ray Davies la presenta de manera irónica, describiendo la vida en la autopista como una rutina agotadora y poco glamorosa. En contraste, "Sitting in My Hotel" es una balada introspectiva que refleja los sentimientos de aislamiento de un artista en el apogeo de su fama. La canción, con una melodía melancólica, captura la soledad que a menudo acompaña el éxito y la vida pública.
Otro tema destacado es "Celluloid Heroes", una de las canciones más famosas y duraderas de The Kinks. Aquí, Davies reflexiona sobre la fragilidad de las estrellas de cine, glorificadas por el público, pero igualmente vulnerables a las tragedias humanas. "Celluloid heroes never really die" canta Davies, pero a pesar de esta aparente inmortalidad en la pantalla, las estrellas siguen siendo personas reales con sus propias luchas y desafíos. La canción es una crítica conmovedora y melancólica al mito de la celebridad, y sigue siendo una de las piezas más memorables del álbum.
Musicalmente, el álbum es una mezcla ecléctica de estilos, desde el rock tradicional hasta el cabaret y el pop orquestal. Canciones como "Supersonic Rocket Ship" ofrecen un enfoque más ligero y fantasioso, con una mezcla de reggae y pop que suena despreocupada y optimista, en marcado contraste con las canciones más melancólicas del álbum. Sin embargo, incluso en esta canción hay un subtexto escapista: el protagonista de la canción sueña con escapar a un lugar donde los problemas terrenales ya no lo afecten, otra indicación del deseo de Davies de alejarse de las presiones del estrellato.
La segunda mitad de Everybody’s in Show-Biz consiste en grabaciones en vivo del Carnegie Hall. Estas actuaciones muestran a The Kinks en su faceta más teatral y exuberante. Se puede percibir la energía y el entusiasmo de la banda en canciones como "Alcohol", una sátira tragicómica sobre los peligros del alcoholismo, presentada con una teatralidad digna del vodevil. La banda se sumerge en un estilo casi cabaretesco, con vientos y arreglos exuberantes que aportan un aire de espectáculo y extravagancia.
Las canciones en vivo también destacan la habilidad de The Kinks para mezclar géneros y adoptar un enfoque casi burlesco en sus actuaciones. La combinación de los saxofones y el tono más lúdico de las interpretaciones ofrece un contraste refrescante con la melancolía y la introspección de las canciones de estudio.
Al momento de su lanzamiento, Everybody's in Show-Biz recibió críticas mixtas. Algunos críticos elogiaron la honestidad de Davies al tratar temas como el cansancio y la alienación de la fama, mientras que otros consideraron que el álbum carecía de cohesión y lo percibieron como una obra menor en comparación con los proyectos más ambiciosos de The Kinks. Sin embargo, con el tiempo, el álbum ha sido revalorizado por su originalidad y su enfoque en los temas de la fama, el éxito y la industria del entretenimiento.
"Celluloid Heroes", en particular, ha perdurado como una de las canciones más icónicas de la banda, y sigue siendo interpretada en conciertos y compilaciones. El álbum también puede considerarse un precursor de los trabajos futuros de The Kinks, en los que Ray Davies continuaría explorando la vida cotidiana y las complejidades de la experiencia humana.
Everybody’s in Show-Biz es un álbum complejo, cargado de ironía, melancolía y un agudo comentario sobre la fama y la vida en la carretera. A través de una mezcla ecléctica de géneros y estilos, The Kinks ofrece una reflexión sincera y, en ocasiones, amarga sobre las tensiones de la vida pública. Aunque no siempre es coherente en su ejecución, el álbum captura a una banda en plena transición, enfrentándose a las presiones del éxito con una combinación de cinismo, humor y humanidad. Es una obra que, a pesar de no ser tan celebrada como otros discos de la banda, sigue siendo fascinante por su honestidad y su atemporalidad.
Daniel
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