
Sin embargo, y fruto del buen rollo y la compenetración de todos los miembros del grupo durante las sesiones en "The Mansion" (una casa en la que había vivido Harry Houdini y en la que ya habían grabado en 1991 el mítico "Blood Sugar Sex Magik"), grabaron junto al productor Rick Rubin un total de 38 canciones. Con tanto material, planearon lanzar una trilogía de álbumes que se irían publicando con un margen de solo seis meses de diferencia, pero finalmente abandonaron esa idea y se decantaron por publicar un extenso álbum en formato de doble CD con 28 canciones, destinando las restantes a las caras B de los cinco singles que se extrajeron del disco. Con tantas canciones, es el disco de Red Hot Chili Peppers que más variedad de estilos ofrece, y aunque en general recibió buenas críticas, el entusiasmo fue mayor entre los nuevos seguidores, que lo consideraron el mejor disco de la banda y alabaron la versatilidad y los nuevos rumbos musicales, mientras los seguidores más antiguos lo consideraron demasiado relajado para ser un álbum de Red Hot Chili Peppers.

El rítmico funk típico de la banda vuelve en “Charlie”, aunque algo más melódico que en discos anteriores, y marca la transición entre los primeros temas y la canción titular "Stadium Arcadium", melódica y evocadora canción en la que la voz de Kiedis y la guitarra de Frusciante tienen una delicadeza especial. Es una de las canciones que mejor plasma y representa el cambio y el sonido que buscaban para este disco, aunque para los singles se decantaran por canciones de línea pegadiza y funk como "Hump de Bump", en la que la guitarra funk de Frusciante brilla por sí sola. Otros temas reseñables del primer disco serían “Torture Me”, con impactantes arreglos de viento y con Flea dando una auténtica lección de ritmo con el bajo y "Especially in Michigan" con Kiedis regalando una intensa interpretación vocal, y la dupla John Frusciante - Omar Rodríguez (de Mars Volta) arropándole con generosas guitarras.

Todo termina con la "muerte de un marciano" ("Death of a martian"), destacable solo por la conexión entre el título del disco y el de la canción, pero tanto su temática como sus espaciales teclados de videojuego vintage son perfectos para cerrar el más marciano y psicodélico de los discos de Red Hot Chili Peppers, una obra heterogénea y compleja que entró directamente al primer puesto del Billboard 200 en el momento de su lanzamiento, y se hizo con cinco premios Grammy en 2007, incluyendo el de Mejor Canción de Rock ("Dani California") y Mejor Álbum de Rock. Un disco así merecía un sitio destacado en el #MesRedHotChiliPeppers de 7días7notas.
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