Esta extraña mezcla pudo deberse a dos razones: En primer lugar que Elvis o su productor no estuvieran seguros de que las canciones grabadas fueran suficientes para llevar el disco a lo más alto de las listas de ventas, teoría que sustentamos en el hecho de que fuera la interpretación en vivo de "I just can't help believin" la elegida para abrir el disco, y uno de los singles que se publicaron del mismo. En contra de esta teoría estaría el hecho de que tanto temas como "Twenty days and twenty nights", "How the web was woven", "Mary in the morning" o la versión del "Bridge over trouble water" de Simon and Garfunkel, son de una calidad compositiva muy alta y la interpretación del "Rey" es emotiva y vocalmente brillante, y que "You don't have to say you love me" (con el rock and roll de "Patch it up" en la cara B) fue por mérito propio el single de adelanto del disco.
Descartada entonces la teoría de la "confianza" en las nuevas canciones, la segunda razón cobra mucho más peso: la "necesidad" de completar el disco con más canciones. En una época en la que la salud y el modo de vida de la estrella estadounidense empezaban a mostrar signos de flaqueza y descontrol, quizá sus inesperadas ausencias del estudio no dieron para completar un disco entero, y qué mejor que tirar de la estadía del momento en el International Hotel de Las Vegas para sacarse de la manga cuatro interpretaciones gloriosas de la ya mencionada "I just can't help believin", "You've lost that loving feeling", "I've lost you" y "Just pretend".
El lanzamiento del documental del mismo nombre, construido a partir de imágenes de los conciertos y de la vida de Elvis durante ese período, contribuyó a la atmósfera híbrida y variada de un disco que, en contra de lo esperado para este tipo de discos que combinan canciones en directo y estudio, y que nunca suelen ser sinónimo de éxito (acordaros del Rattle and Hum de U2, por ejemplo), alcanzó el puesto 21 en la lista Billboard 200 de Estados Unidos y fue certificado como "disco de oro" por sus altas ventas. De hecho, el lanzamiento de "That's the Way It Is", y el de la película documental, revitalizaron la carrera de Elvis Presley que, sin perder a sus fieles seguidores de antaño, le permitieron además llegar a una nueva generación de oyentes, y el disco ha quedado para la historia como uno de los más icónicos de la etapa de madurez del gran cantante de Memphis.
Podríamos seguir preguntándonos el por qué de la decisión de mezclar canciones de estudio y de directo, y darle vueltas a si no habría sido posible esperar a grabar unos cuantos temas nuevos más, o incluso haber repescado algunas grabaciones inéditas anteriores, pero la realidad es que la extraña mezcla funcionó a la perfección. Puede parecer inexplicable, pero todo es posible cuando hablamos de un artista de la repercusión del gran Elvis Presley, y la realidad es que, lo entendamos o no, "Así es como fueron las cosas".
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