domingo, 22 de mayo de 2022

Led Zeppelin - Physical Graffiti (Mes Led Zeppelin)



"Ojalá se nos recuerde por Kashmir en lugar de por Stairway to heaven” dijo Robert Plant sobre una de las canciones estrella de Physical Graffiti (1975), el sexto álbum de estudio de la banda y su último gran disco. La revista de heavy metal Kerrang! lo calificó en un ranking de 1989 como el mejor álbum de heavy metal de la historia, pero Physical Graffiti, pese a estar repleto de intensos riffs marca de la casa, va mucho más allá de esa etiqueta estilística y toca una impresionante variedad de estilos musicales, que van del hard rock al rock and roll, y de las baladas orquestales a los intensos blues acústicos o a los sonidos étnicos de la ya mencionada Kashmir.

CARA A

El tremendo banquete que supone la escucha de Physical Graffiti comienza con un "pastel de natillas" (Custard pie), un dulce aperitivo con referencias sexuales implícitas en la letra, para acompañar al primero de los platos fuertes del disco: The Rover es uno de los mejores temas de la discografía de Led Zeppelin, una pieza de intenso hard rock construida sobre un riff monumental. Escrita originalmente en formato acústico, durante las sesiones de Houses of the holy fue tomando cuerpo pero no fue hasta Physical Graffiti cuando tuvieron la canción lista para ser lanzada. Plant se luce con la voz en este tema, como lo hace justo después Jimmy Page con la guitarra en In My Time of Dying, la canción más larga del disco con sus más de 11 minutos de blues eléctrico y hard rock. Basada en una canción tradicional y en la versión que de la misma hizo Bob Dylan, el gran mérito de los Zeppelin fue convertirla en una intensa suite de blues rock con diferentes secciones, y es un colofón brutal para una primera cara tan completa como intensa.

CARA B

Houses of the Holy es, como su nombre indica, la canción que iba a dar título al anterior disco de la banda, pero pese a ser una canción eléctrica y pegadiza, no sintieron que encajara en aquel álbum. Afortunadamente, sí que encontró su sitio dentro de la gran obra que es Physical Graffiti. También recuerda al anterior disco el tema Trampled under foot, con una marcada influencia funk y un gran solo de guitarra de Page, con efectos wah-wah incluidos. Surgió de una improvisación de John Paul Jones, y tanto Plant como Page colaboraron después en darle forma y acabarla. La letra se basa en la de Terraplane Blues de Robert Johnson, pero sustituyendo la temática de la infidelidad por la de la tentación sexual. Tras estas dos grandes canciones, llega el auténtico cataclismo del disco, una canción llamada inicialmente "Driving to Kashmir", y planeada en un primer momento como un instrumental en el que Jones tocaba el mellotron, acompañado por una orquesta de músicos de sesión que interpretaban arreglos orquestales de influencias arábicas. Robert Plant aportó una letra que había escrito durante un viaje por el desierto del Sáhara, y las piezas encajaron al instante en Kashmir, una grandiosa pieza de rock progresivo y sinfónico.

CARA C

Sólo con lo que ofrece el primer disco de Physical Graffiti ya podemos hablar, sin riesgo a caer en la exageración, de uno de los mejores discos de rock de todos los tiempos, pero este gran "grafiti físico" aún esconde en su paleta de colores algunas tonalidades interesantes, como es el caso de In the light, que abre el segundo disco profundizando en la vertiente progresiva y psicodélica del grupo. Comienza con el exótico sonido de un arco de violín rasgando una guitarra acústica, y entremezclándose con el sintetizador de John Paul Jones, para dar paso después a la voz distorsionada de Plant, que a su vez será la antesala de una nueva demostración de hard rock de guitarras afiladas. Tras este tempestuoso arranque, llega la calma de Bron-Yr-Aur y Down by the seaside, temas acústicos que grabaron en una esotérica cabaña de Escocia durante las sesiones para Led Zeppelin III. Cierra esta tanda de manera brillante la compleja balada Ten Years Gone, en la que se llegaron a emplear hasta 14 pistas de guitarra, aunque no consigue alejar la sensación de que en esta cara del disco han bajado algo el listón.

CARA D

En la última cara del disco siguen apareciendo descartes de otros discos como Night Flight, rescatada de las sesiones de Led Zeppelin IV, un buen arranque a ritmo de órgano Hammond. Encontramos después una nueva composición llamada The Wanton song (la canción insensible), surgida de una improvisación en el estudio, a la que se le añadió en tomas posteriores una letra sobre la infidelidad y un solo de guitarra en el que se introdujo un eco que reprodujeron del revés, para que sonara por delante de las propias notas que lo generaban. Tras esta canción, volvieron a buscar en el baúl de las grabaciones para rescatar Boogie with Stu de entre las improvisaciones que realizaron junto a Ian Stewart, teclista de los Rolling Stones, para las sesiones de Led Zeppelin IV en 1971, en la misma sesión en la que grabaron el tema Rock and Roll. No sería la última repesca, porque Black country woman fue grabada por primera vez en 1972 para Houses of the holy, y descartada en ese primer momento porque un avión pasó sobre sus cabezas mientras la grababan. Para terminar, y aterrizar como es debido tras un vuelo musical tan intenso, la banda incluyó como cierre el frenético Sick Again, en el que destaca especialmente la intensa y rotunda batería de John Bonham y una letra que describe las relaciones del grupo con las LA Queens, nombre con el que se referían a las groupies.

LA PORTADA

Un artefacto de la potencia de Physical Graffiti no podía ser presentado en cualquier envoltorio, por lo que para la portada, una vez más, se esforzaron en la creación de algo que perdurara y resultara icónico. Lo encontraron entre el número 96 y el 98 de St. Mark’s Place en el East Village neoyorquino, un enclave relevante del movimiento hippy de los años 60 y del punk en los 70. Fue además el escenario elegido para grabar un video de los Rolling Stones (Waiting on a friend, grabado en 1981 en las escaleras del mismo edificio), y acogió los primeros shows de la Velvet Underground. Para convertir la fachada del edificio en la portada del disco, el ilustrador Mike Doud eliminó una de las cuatro plantas para que la fachada pudiera encajar en las dimensiones de la carpeta del vinilo.

En la funda original había huecos en las ventanas a través de las cuales se podían visualizar las fotos interiores, que aludían a canciones famosas de la banda como Black Dog o Stairway to Heaven. Como buena portada de Led Zeppelin, no escapa a las teorías e interpretaciones misteriosas. En este caso, se ha dicho que las dos puertas hacen referencia a los caminos mencionados en “Stairway to Heaven”. En la contraportada, dónde la foto aparece invertida, el portal iluminado permanece cerrado, mientras el otro muestra la puerta abierta a la oscuridad, en referencia al esoterismo y la brujería mística con la que jugaban los miembros del grupo. El hombre en las escaleras, que podría ser John Bonham, está sentado junto al camino oscuro. O quizá era Robert Plant el que estaba allí sentado, pensando si realmente serían más recordados por Physical Graffiti que por Led Zeppelin IV. En sus grandes momentos, el primero no palidece ante el segundo, aunque aquella escalera llevara al cielo y esta puerta conduzca a la oscuridad del infierno.

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