Llega la tercera entrega de la Ruta 77, la sección que dedicamos a todos los amigos que hemos hecho a través del día a día en nuestro blog. La siguiente persona a la que hemos pedido colaboración se llama Santiago, es asiduo a las charlas y debates musicales que tenemos en el canal de Telegram, y tiene en Twitter la cuenta @Docaparicio.
DIARIO DE VIAJE
Después de despedir a @Raquiglam y darle las gracias por ese magnífico rato que hemos pasado, nos dirigimos al taller donde, después de pagar religiosamente, nos hacen entrega del coche ya reparado. Nuestra siguiente parada en el camino es un local de conciertos en la Ruta 77, llamado La Coquette. Nos apresuramos a emprender el camino, no queremos llegar tarde pues hoy precisamente hay concierto, y le hemos prometido a nuestro querido amigo Santiago que no nos perderíamos por nada del mundo la actuación que va a dar con su banda.

Nos hemos aprovisionado con bebidas, y preferimos irnos cerca del escenario, a pie de pista para disfrutar mejor del concierto. El local está bastante lleno pero no hay apreturas, lo que nos permite situarnos a pie del escenario, y apenas nos hemos situado sale a escena nuestro querido amigo Santiago con su inseparable Fender Stratocaster y sus compañeros de la banda, el bajo, el batería y el órgano hammond. Santiago y su gente saludan al público antes de empezar, y durante ese saludo hace un recorrido visual por la sala hasta encontrarnos, y nos dedica una sonrisa y un guiño de complicidad. Nosotros le correspondemos levantando nuestras cervezas hacia el escenario en un improvisado brindis. Se apagan las luces y Santiago se arranca con su banda.
Durante hora y media Santiago y su banda lo dan todo, rock y blues rock de alto voltaje, toda la sala disfruta del concierto y tararea los temas, ¡cómo sabe ganarse al público!. Pero, como todo lo bueno, el concierto llega a su fin después de los correspondientes bises (tienen que salir hasta tres veces por el clamor de la gente enfervorecida con la actuación que han dado). La noche está avanzada, y recién finalizado el concierto, Santiago y su grupo se aproximan al escenario a saludar al público para agradecerle a éste su presencia, acto seguido las luces del local se encienden, pues es tarde y éste va a cerrar. Nada más acabar de saludar al público, Santiago da un bote del escenario y se planta delante nuestro, nos saludamos y le felicitamos por el magnífico directo que nos ha regalado. Santiago nos implora que no nos vayamos, que nos quedemos por allí mientras recoge los equipos y luego tomemos algo para ponernos al día, y que no nos preocupemos por el local, porque aunque esté cerrado el dueño es amigo suyo y accederá encantado a que nos quedemos por allí. Le decimos a Santiago que solo nos quedaremos si nos permite ayudarle a él y la banda a recoger todo los equipos y material de sonido, a lo que accede pero antes nos pide que esperemos un momento, pues siempre después de un concierto tiene un ritual, acercarse a la cabina de sonido para poner un CD de los que suele llevar encima, y que es la banda sonora perfecta para recoger el equipo después de los conciertos, pues esa música le relaja. Dicho esto se acerca a la cabina y le entrega un CD al pincha del local, que lo pone en el acto y la música empieza a sonar.
Por los altavoces del local, en el cual sólo nos encontramos ya sólo Santiago, sus compañeros de banda, el dueño y el personal del local, empieza a sonar Layla, del grupo Derek And The Dominos. Me viene a la mente el momento en el que se le ocurrió a Duane Allman el riff de guitarra y se lo mostró a Eric Clapton, juntos harían uno de los riffs más famosos de la historia del rock. Los créditos de composición corresponden a Eric Clapton y Jim Gordon, y para el riff se basaron en el famoso tema compuesto por Deadric Malone e interpetado por Albert King As The Years Go Passing By pero tocado a una velocidad considerablemente mayor. Tema que además tiene historia, pues Clapton se basó en el amor no correspondido en un primer momento de Patty Boyd, la que era por entonces esposa de George Harrison. Clapton al final conseguiría que ese amor fuera correspondido consiguiendo que Patty dejara a Harrison y se casara con él.
Suenan los últimos acordes de Layla y cuando me quiero dar cuenta, estoy apoyado en un amplificador sin hacer nada y observo cómo a un par de metros están Chema y Storyboy mirándome con gestos de desaprobación, inmediatamente me disculpo y me pongo a hacer la tarea encomendada mientras empieza sonar Go your Own Way de Fleetwood Mac, incluido en su undécimo álbum de estudio, Rumours, que fue publicado en febrero de 1977, aunque este tema salió publicado como sencillo y adelanto del disco en diciembre de 1976. Tema compuesto por Lindsey Buckingham con la idea de describir la ruptura que acababa de sufrir precisamente con la también integrante de Fleetwood Mac Stevie Nicks. Cuanto sentimiento hay en este temazo.

Estamos todos muy a gusto, charlando de mil cosas y poniéndonos al día, la cara de mis amigos y de Santiago lo dice todo, y más con la música que nos acompaña, en este momento es el británico Chris Rea con su The road To Hell, incluido en su décimo disco de estudio de titulo también The Road To Hell, grabado en los Miraval Studios de Francia y publicado en 1989. El tema, que se divide en dos partes, se le ocurrió a Chris en medio de uno de esos y habituales e insufribles atascos que se producían en la autopista británica M4, conocida también como la autopista de Londres - Gales del sur. En el tema también hace alusión a cómo su madre, fallecida en 1983, se le acerca como un fantasma para advertirle que se está adentrando en "El camino al infierno", refiriéndose a la infernal autopista. No en vano es conocida la gran afición de Chris Rea por la conducción y los coches antiguos y su inverso y proporcional odio a los atascos.
Es uno de esos momentos que uno no desea que acaben, pues una buena charla rodeado de buena compañía no está pagado, además la selección musical no puede estar mejor, como el tema que suena ahora, Tattoo'd Lady de Rory Gallagher, temazo del genial guitarrista irlandés, compuesta por él mismo y publicado en noviembre de 1973 en su cuarto disco de estudio en solitario, Tattoo. Esos primeros 20 segundos de hipnóticos sonidos te enganchan y dejan prendado. Un tema donde Rory nos confiesa su amor y admiración por la vida de feriante.


Mientras sigue sonando Comfortably Numb va llegando la hora de irse a descansar, no sin antes hacer saber a Santiago la gran noche que nos ha regalado. Acabado el tema, las luces del local se apagan, y nosotros abandonamos La Coquette junto con Santiago camino del motel de al lado mientras los primeros rayos del sol empiezan a asomar en la lejanía. Gracias Santiago "@Docaparicio" por haber puesto la banda sonora de nuestra tercera etapa de este maravilloso viaje por la Ruta 77.
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