sábado, 4 de abril de 2020

Ruta 77: Las 7 canciones de Fran "@fbarrospalacios"


El viaje continúa, y Storyboy es quién, en esta ocasión, está al volante. Estamos llegando a Asturias, para cubrir el siguiente capítulo de nuestra aventura por la Ruta 77.  La hoja de ruta de esta nueva aventura tiene como punto final Pola de Lena, una villa fundada en 1266 por Alfonso X el Sabio como paso entre Oviedo y León. En el siglo XIX, vivió una fase de gran desarrollo demográfico gracias a la explotación de la hulla, consolidándose en el siglo XX y llegando hasta nuestros días con una población de unos 8.700 habitantes, repartidos en varios barrios y zonas a lo largo de sus 31 km² de extensión.

Aparcamos el coche frente a la estación de ferrocarril de Pola de Lena, principal estación del concejo de Lena. La estación dispone de servicios de media y larga distancia, así como una línea de Cercanías Asturias, pero no tenemos planeado un viaje en tren. La idea es encontrarnos con nuestro amigo Fran en el primer andén, por lo que nos dirigimos hacia el interior de la estación. Mientras cruzamos la calle en dirección a la entrada, vemos una densa niebla acercarse desde los cerros de detrás de la estación.

Atravesamos la estación y salimos puntuales al andén, pero no hay nadie esperándonos. Por la megafonia de la estación, nos llega el sonido lejano de "QE2", el tema de Mike Oldfield que da título a su disco de 1980. Las últimas notas de esta canción se entremezclan con los primeros compases de "Platinum", de su disco de 1979. Pasan los minutos, y ambas canciones siguen sonando en bucle, mientras Fran sigue sin aparecer por ningún lado. Mis compañeros comienzan a impacientarse, y para matar el tiempo se alejan caminando hacia un extremo del andén, observando la vieja estación y haciendo algunas fotos. Yo espero sentado en un banco de la estación, y ojeo un periódico local que alguien ha dejado abandonado sobre el banco. La fecha de la primera página indica que es un periódico de hoy, 23 de julio de 2020. Mientras estoy distraído leyendo los titulares de las noticias locales, la niebla ha bajado desde los verdes cerros y se ha tragado completamente las vías, deteniéndose momentáneamente junto al borde del andén, como si de un dique se tratase.



Algo inquieto, llamo a Jorky y los demás, que se giran al oír mi llamada, y dan unos pasos para acercarse, pero en ese momento la niebla invade el andén, y en cuestión de segundos lo cubre completamente, impidiéndome ver nada más allá de la distancia que abarcan mis brazos estirados. Dejo el periódico en el banco, y me giro hacia el lado contrario hacia el que deberían aparecer mis amigos. Una brillante luz intenta abrirse paso entre la niebla, y un potente silbato anuncia la llegada de un tren a la estación. Con la entrada del tren, la niebla se disipa ligeramente, y compruebo para mi asombro que la locomotora es un modelo de vapor de finales del siglo XIX. Sorprendido, vuelvo a mirar la primera página del periódico abandonado, y en un acto reflejo me levanto apresuradamente del banco. Bajo el título del periódico, la fecha ha cambiado. Sigue siendo 23 de julio, pero de 1874.



La portezuela del primer vagón se abre, y un revisor perfectamente uniformado desciende la pequeña escalinata. Como si asumiera por mi boca abierta que no voy a ser capaz de mediar palabra, decide tomar él las riendas de la conversación: "Bienvenido al @fbarrospalacios Express, en el viaje inaugural tramo Pola de Lena - Gijón. Si no se apresura, va usted a perder el tren" - dice, al tiempo que, con un gesto de la mano, me invita a subir al vagón.
No sin reparos, y echando varias miradas furtivas hacia el otro lado del andén, para comprobar que ninguno de mis tres acompañantes aparecía entre la espesa niebla, decido subir al vagón. Una vez dentro, el revisor hace sonar su silbato y levanta un farol hacia la locomotora, para darle la señal de partida. Al cerrar la portezuela tras de sí, amablemente me invita a seguirle hasta mi asiento. El tren se pone lentamente en marcha, y poco a poco va tomando velocidad. Los sonidos de Mike Oldfield se hacen cada vez más pequeños, hasta hacerse inaudibles, y así deduzco que hemos dejado la estación, ya que con la niebla es imposible ver nada más allá de los cristales del pasillo del tren.

El revisor me conduce hasta el vagón restaurante, indicándome que me siente en una de las elegantes mesas. En el interior del vagón suena "El Zenzontle pregunta por Arlen" de Carlos Mejía Godoy, dotando a la escena de un toque bohemio, al que también colabora la densa humareda del vagón. "No había espacios sin humos en 1874" pienso para mí. En la mesa de al lado, tres personas conversan amigablemente. Al notar mi curiosidad por los otros ocupantes del vagón restaurante, el revisor se acerca y me susurra al oído: "El señor de la derecha es Vital Aza, escritor, comediógrafo y humorista. Los dos señores que se sientan frente a él son Juan Muñiz Zapico "Juanin", minero y sindicalista muy querido en la zona, y José Manuel Castañón, escritor. Los tres son personajes ilustres de Pola de Lena, pero no tanto como quién le acompañará durante la cena. Espere aquí solo unos instantes".

Tal y como prometió el revisor, y apenas termina la canción de Carlos Mejía Godoy, mi misterioso anfitrión aparece, justo al mismo tiempo que el intérprete del siguiente tema entra en acción por los altavoces del vagón. Y una gran sonrisa ilumina mi rostro al reconocer a ambos. De pie frente a mí, el protagonista de nuestra aventura, Fran para los amigos y @fbarrospalacios para todo el que quiera conversar con él en Twitter. Cantando en directo en el Budokan, Bob Dylan y su clásico Mr. tambourine man.


Me levanto para saludarle y nos damos un abrazo, y reconozco que ver por fin una cara amiga ha hecho que me tranquilice en una situación tan extraña. El vino que nos sirven también ayuda lo suyo, y en condiciones tan agradables comienza una distendida charla, en la que Fran confiesa que, tras haber leído los artículos anteriores de la ruta 77, imaginó al detalle un viaje en tren en el que ir contando los momentos de su vida asociados a cada una de las 7 canciones. Así, QE2 y Platinum sonaban seguidos una y otra vez, como en la semana que pasó en los Lagos de Covadonga, con 12 o 13 años. Está a punto de contarme las razones por las que ha elegido a Carlos Mejía Godoy y a Dylan, pero en ese momento ha empezado a sonar "Agotados de esperar el fin" de Ilegales, en una versión en directo de un concierto al que asistió hace años, en el que probablemente el alcohol corrió en mayores cantidades que en nuestra cena, y eso que un camarero acaba de reemplazar una botella vacía por una llena. Fran cuenta con emoción aquel episodio, y nos echamos unas risas que duran hasta la llegada del siguiente tema: "Te recuerdo Amanda" de Víctor Jara.

Estando ya en los postres, y en una increíble versión en directo del "Layla" de Eric Clapton, el silbato del tren ruge en la noche, anunciando la próxima parada del trayecto. Fran apura su copa y, tras dejar su servilleta sobre el fino mantel, dice: "Esta es tu parada, Nevermind, gracias por compartir conmigo esta velada musical". Intento sin éxito pagar la cuenta, pero Fran se niega y el camarero zanja la discusión con un "La casa invita, hacía tiempo que en este tren no sonaba una música tan buena". Nos damos un nuevo abrazo final, y el revisor me acompaña por el pasillo hacia la portezuela del vagón. El tren va reduciendo la velocidad, hasta detenerse por completo. La densa niebla sigue dificultando la visión, así que tengo cuidado con los escalones, tal y como el revisor me ha recomendado. Ya en el andén, veo como el revisor levanta de nuevo el farol, y cierra la portezuela tras tocar el silbato. El tren se pone en marcha y se pierde poco a poco entre la niebla. No puedo ver nada a mi alrededor, pero no hace falta, sé exactamente dónde estoy. Por la megafonía de la estación suenan QE2 y Platinum, una detrás de otra, una y otra vez. Avanzo hacia el banco en el que había estado sentado, y recojo de nuevo el periódico usado, correspondiente a la edición de hoy 23 de Julio de 2020.

"¿Dónde te habías metido?" - pregunta la voz de Chema entre la niebla, mientras mis amigos de 7dias7notas se acercan al banco. "Es una larga historia, mejor os la cuento en el camino de vuelta".


Nota final: Y eso es lo que hemos intentado hacer en este artículo, contar de la mejor manera posible las 7 canciones favoritas de @fbarriospalacios, al que agradecemos que nos haya compartido momentos personales y las canciones que los acompañaron, quedando grabadas a fuego en su memoria.

"De esto va la Ruta 77, y por eso nos gusta tanto".

El disco de la semana 171: Antonio Vega - No me ire mañana






Es sin duda alguna uno de los mitos de la música en España, uno de los que iniciaron la movida madrileña y la explosión de diferentes sonidos que a primeros de los años 80 tiño nuestro país. Me estoy refiriendo a Antonio Vega, cuyos comienzos musicales se produjeron de la mano de Nacha Pop, donde además de componer diferentes canciones tocaba la guitarra y compartía junto a Nacho Garcia Vega la voz. Nacha pop durante los años 80 llenaron de música el panorama nacional y fue considerado uno de los mejores y más reconocidos grupos en España, si bien el ambiente en el grupo estaba enrarecido y decidieron disolverse e iniciar carreras por separado, Nacho Garcia Vega junto a Carlos Brooking crean un grupo llamado Rico, Antonio Vega decide continuar su camino en solitario, sin que nadie le imponga la dirección de sus pasos, encaminados a un lugar donde su creatividad no tenga ningún muro que la detenga. Y asi durante 18 años y cinco albums estremeció los corazones de muchos admiradores, vivió a su manera, sin ninguna regla que un tercero le impusiera y se fue despacio, en silencio, cuando todos en el horizonte teníamos cuál era su destino, nos estrujo el corazón como él solo sabía hacer y aquel 20 de abril de 2009 una lagrima de dolor pero a la vez de satisfacción por lo que nos había entregado rodo por nuestra mejillas, con la satisfacción de haber disfrutado de un artista como pocos quedaban o vendrán y con el buen gusto que él también disfruto a su manera……

En 1991 publica su primer álbum en solitario del que vamos a hablar, con el título de “No me iré mañana”, comienza su camino, un álbum a la vez pop y con muchos rasgos de la canción de autor y sentimental de la que alardea Antonio Vega. El disco comienza con “Háblame los ojos” y esa guitarra que se va rasgando esta presentación se mueve claramente en un ambiente pop, pero donde también podemos descubrir, esa poesía, esa trascendencia que empezaba a repartir hacia todos los lados…

Quiero decirte,
quiero decirte que mi adiós
quiero decirte que mi adiós no fue, huir del follón.
Quiero que entiendas,
quiero que entiendas que ha de haber
quiero que entiendas que ha de haber un par para ser dos...
y jugar...
Y no le tengo miedo al tiempo que se va, no
yo sé que se parecen sueño y realidad, lo podría jurar.




“Esperando nada” es un absoluto pelotazo, muy cercano al rock and roll y con un estribillo que te permite una queja al viento a viva voz….. reflejo de una inspiración, el camino tortuoso para poder encontrar y mirar a las musas cara a cara, todo aquel artista en busca de su tesoro se ha visto en la misma situación que el protagonista de esta canción. En el tema también podemos disfrutar de una guitarra maravillosa. “Lo mejor de nuestra vida” es otro pelotazo, otro himno, una cancion maravillosa que te da un puñetazo en el estómago, la historia de una ruptura, el dolor, el alivio, el arrepentimiento y la añoranza y de nuevo siempre mas cerca del rock and roll que del pop que nos tenia acostumbrados… y pónganse en pie, el nivel estaba siendo altisimo pero llega el momento de la cancion de autor y esta pequeña joya titulada “Tesoros”, se abre paso la delicadeza y la guitarra en acústica acompaña la voz en una letania dolorosa hasta que la musicalidad hace presencia en el estribillo mientras la voz trata de arrinconarla porque el dolor está por encima de todo… y es que fue la primera canción que compuso después de la disolución de Nacha Pop

“…Suena un despertador
Y él da la vida sin ser Dios por una antigua vocación,
Qué haría mi animal si comprendiera que es genial
No dejaría de pensar, no.
Cuál sería el menor,
Cuál de mis tesoros el mayor,
Me inclino por dudar
De los adjetivos la verdad…”

Con “Síguelo” encontramos una rara avis en el disco y en la carrera de Antonio Vega, me parece un tema muy cercano al british pop de los años 80, un intento de explorar nuevas sensaciones y ritmos, aun lo exótico de lo que pueda parecer en voz del Madrileño, queda una cosita muy apañada…  “La ultima montaña” es también extraña, una mezcla metafórica que no queda mal, pero se queda bastante lejos de lo que hasta ahora nos había ofrecido, una canción totalmente popera pero con esa guitarra tronando. Retoma la senda de la gloria con ese clásico titulado “Se dejaba llevar” y es que vuelve a su intimidad, a su canción de autor, donde se sabe manejar a la perfección y con el que consigue tocar la fibra del oyente, que delicadeza disfrutamos en este tema… “…Se dejaba llevar, se dejaba llevar por ti. No esperaba jamás, y no espera si no es por ti. Nunca le oyes hablar, sólo habla contigo y nadie más. Nada puedes sufrir, que él no sepa solucionar… “si esto no es amor incondicional yo me he perdido. Disfrútenlo con los ojos cerrados. Con “Guitarras” vuelve el rock and roll, y la guitarra de nuevo se hace con él, no solo en el título, no solo en el homenaje que le hace a todo aquel que ha tratado de hacer música de disfrutar con la música



“Yo era uno más que un día aprendió de otro más,
encontré un grosor de púa y un sonido fiel,
luego es tener uno mismo una forma muy propia de hacer, tocar, sonar.
¡Oigo guitarras, quiero guitarras, suenan guitarras, oigo guitarras!

Continua el álbum con otro pelotazo este “Mis dos amigos”, una canción dedicada a su hermano un claro homenaje a lo que significa para el autor su hermano y su pareja, y un estribillo demoledor… que dice "Me gusta verlos cuando está detrás el sol, me corta la respiración, su fuerza es la del halcón, laten sus cuerpos con el mismo corazón". Que bellísimo homenaje para un hermano, un amigo. Termina el álbum con el tema que da título al disco, “No me ire mañana” otro tema lleno de metáfora y pop, dulce colofón para una obra maestra.

viernes, 3 de abril de 2020

La música en historias: Hablemos de Soda Stereo (Mes Soda Stereo)





Hablemos de Soda Stereo

Ya hablamos de la cronología del rock nacional, de que pasó y cuando, con la exactitud apenas de lo vivido, y el sentimiento del rock.
Por ello, me gustaría ahora revivir ese mismo sentimiento desde cada uno de los protagonistas del rock, no les prometo hablar todas las semanas, porque para eso están mis amigos de 7dias7notas, a quienes les vuelvo a agradecer la oportunidad de contar mi historia.
Pero sin más les quiero contar sobre uno de los protagonistas de ese rock que, con su música, conquistó mi adolescencia, y diría que con su "cuando pase el temblor" los conocí y hasta ahora ese temblor hace que sigan resonando sus canciones, porque no ha parado y sigue ahí sonando aún más fuerte. Sí amigos, voy hablar de Soda Stereo.
 
Cuando pase el temblor
No pretendo ser una Wikipedia, por ello solo diré seguramente lo que todos ya sabemos, para mi lo importante acá es mostrar su música. Soda Stereo es de esas bandas que se formaron en la década de los 80, más presisamente en el año 82. Sus integrantes fueron Gustavo Cerati (guitarra y voz) , Zeta Bosio (bajo) y Charly Alberti (batería).

Sus comienzos me hacen pensar en el dark y en la "música divertida" (*), género que para ser honesto no conocía, pero no hay como leer y aprender, y como contábamos en mi anterior historia, el ADN del rock nacional se formó en una sociedad gobernada por militares y la rebeldía del rock fue su medio de expresión. El mundo iba a cambiar de una forma abrupta por esos tiempos, por una guerra de Malvinas sin sentido, pero no quiero detenerme en la historia como tal. La historia es apasionante pero vinimos para hablar de rock, y en esos tiempos Soda Stereo invade el panorama con su música y conquista Latinoamerica en todas sus latitudes.

Su segundo disco de estudio, "Nada Personal" (1985) encierra canciones como la ya mencionada "Cuando pase el temblor" o la propia "Nada personal" que da nombre al disco. Me detengo especialmente en "Juego de seducción" brillante tema de apertura del lado B del disco. Amigos de la música, los lados B han encerrado casi siempre cosas maravillosas, quizás pocos sabrán de qué hablo.
Juego de seducción
Ya con esto Soda Stereo conquista el festival Viña del Mar en Chile, y comienza a estar presente en México, Colombia o Perú. Argentina sale al mundo de la mano de Soda Stereo.
Y ahora sí, vendrán nuevos discos de estudio, cada vez más fuertes y más marcados, y también el cambio de ese Dark de sus comienzos a un rock electrónico de sus finales, aunque quiero pensar que no hay finales, que la música es eterna.

Discos de Estudio sacados por la banda
Soda Stereo (1984)
Nada Personal (1985)
Signos (1986)
Doble Vida (1988)
Canción Animal (1990)
Dynamo (1992)
Sueño Stereo (1995)
Y como he dicho, los cambios vendrían y para mi ese mayor cambio se dió en su álbum "Canción Animal".

Séptimo Día
Canción Animal rompe todos los moldes, consagra ese estilo que hace que Soda Stereo sea una de las mejores bandas de rock nacional. Y lo que vendrá será mejor aún incluso en la carrera de solista de Gustavo Cerati.




Como verán les he venido incluyendo links a algunos videos en medio de mi historia, para que se viva esta experiencia con casi todos los sentidos. Espero que estén presentes el oído, la vista y hasta el tacto, y dejo a la imaginación del lector el gusto y el olfato, seguramente algún lector apasionado se deleitará con un buen vino mientas lee 7días7notas.
Y una tarea más para mis queridos amigos, los invito a buscar y escuchar canciones de Soda Stereo como:
De Música Ligera
Corazón Delator
La ciudad de la Furia
Persiana Americana
Canción Animal
Té para tres
Hombre al agua

Quiero destacar también algunas rarezas que merecen la pena ser escuchadas, como una versión que se hizo con la intención de conquistar el mercado estadounidense, que vale la pena ser escuchada.
Cuando pase el temblor versión en inglés
Pocos artistas han tenido la fuerza de Soda Stereo y su reconocimiento en versiones como Sinfónico, llegando a escenarios del Teatro Colón de Buenos Aires.
Un millón de años luz
En incluso el Cirque Du Soleil, a través de su espectáculo "Séptimo Día", han mostrado que Soda Stereo es y será ETERNO!!!
Séptimo Día


Para el final decir que Soda Stereo para mi es de esas bandas de rock nacional que marcan una esencia, un tiempo con la satisfacción de haberlo vivido, y vuelvo a no ser exacto en mis palabras porque me baso en mi historia y mi tiempo como espectador.

La lista de canciones a mencionar sería también eterna, pero los dejo que ustedes mismos sean los dueños de su destino.

Nota (*) "La música divertida", es el nombre con el que se identifica a un movimiento dentro del rock argentino de primeros de los 80, marcado por un sonido bailable con influencias de la música ska y el twist de los locos años 60. Se caracteriza por las letras de corte picaresco e irreverente, que disparan sus críticas contra la sociedad, la política y los militares.

jueves, 2 de abril de 2020

La música en historias: Los Muscle Shoals Sound Studio

Muscle Shoals Sound studios


     En esta ocasión vamos a dedicar espacio a unos estudios con mucha solera, los Muscle Shoals Sound Studios de Sheffield, Alabama (Estados Unidos). En 1969, cuatro musicos de sesión, Barry Beckett (teclados), Roger Hawkins (batería), Jimmy Johnson (guitarra) y David Hood (bajo), popularmente conocidos por The Swampers ó la sección de ritmo de Muscle Shoals, deciden crear un estudio de grabación. Unos estudios que abrieron para competir con los FAME (Florence Alabama Music Enterprises) Studios. Los FAME Studios fueron fundados en la década de los 50 por Rick Hall, y en la década de los 60 se habían convertido en lugar habitual de grabación de artistas de la talla de los Rolling Stones, Wilson Pickett, Otis Reding ó Aretha Franklin entre otros. En los FAME Studios estuvo trabajando como músico de sesión Duane Allman, y allí sería donde grabaría junto a Wilson Pickett la maravillosa Hey Jude de los Beatles.

     Pero volvamos a los Muscle Shoals Sound Studios, y a sus cuatro fundadores, que anteriormente habían trabajdo como músicos de sesión en los FAME Studios de Rick Hall. Para iniciar su propio proyecto se asociaron inicialmente con Jerry Wexler, un reputado periodista y productor musical que fue el primero en acuñar el término rythm and blues. Jerry fue el que aportó el dinero para que los Swampers pudieran iniciar su aventura con sus nuevos estudios.

     Estos cuatro músicos fueron los primeros músicos de sesión que tuvieron sus propios estudios de grabación, lo que les permitió dirigir sus propias campañas de grabación y producción, además de proporcionar acompañamiento musical como músicos de sesión. Los estudios fueron ganando reputación, y por sus instalaciones, a lo largo de sus historia han grabado artistas de la talla de The Rolling Stones, Aretha Franklin, George Michael, Wilson Pickett, Willie Nelson, Lynyrd Skynyrd, Joe Cocker, Bob Seger, Rod Stewart, Cat Stevens ó Cher entre otros.

     Los estudios, se encontraban ubicados en el 3614 Jackson Highway de Sheffield. En 1969, Cher publica su sexto álbum de estudio y lo titula 3614 Jackson Highway, a partir de entonces este se convirtió en el nombre informal de los estudios. El 2 de noviembre de 1973 Lynyrd Skynyrd graba en los estudios su mítica Sweet Home Alabama, que además de ser una respuesta a dos canciones de Neil Young donde criticaba al sur de Estados Unidos, también fue un tema dedicado a los músicos de sesión de los estudios, The Swampers.

"Now Muscle Shoals has got the Swampers / Ahora Muscle Shoals tiene a los Swampers"
"And they've been know to pick a song or two (yes they do) / y se sabe que escogen una o dos canciones (sí, lo hacen)"
"Lord they get me off so much / señor, me sacan tanto", "They pick me up when i'm feelin' blue / me recogen cuando me siento triste"

        En abril de 1979 los estudios, que estaban ubicado en 3614 de Jackson Highway cerraron y se trasladaron a 1000 Alabama Avenue de Sheffield, donde actualizaron los estudios y pasaron a ser más grandes.
El local del 3614 Jackson Higway pasó a desempeñar otras funciones, siendo la última la de una tienda de electrodomésticos, hasta que en 1999 se realizaron algunas reformas, y como se habían conservado el antiguo estudio de grabación se empezaron a realizar visitas turísticas por el local. 

miércoles, 1 de abril de 2020

Gracias Totales (Mes Soda Stereo)


Gracias Totales
#MesSodaStereo

“Sin agradecimiento diría que no hay forma de alcanzar la gloria, y sin gloria no hay reconocimiento, creo que es lo que quiso decir Gustavo Cerati en su ya famoso GRACIAS TOTALES”.

Lo dicho, lo grande de un artista no solo está en su música, o un su arte, sino lo grande de un artista esta en reconocer al publico que lo ha seguido incansablemente, porque ese publico que ha acompañado a una banda de rock, y todos nosotros sabemos muy bien lo que ellos significa, desde las incansables colas en los conciertos, el estar a la espera de ese nuevo disco por salir, y todas las locuras que hemos podido hacer, se agradece mucho cuando esos artistas, nos dedican un GRACIAS TOTALES, eso quiere decir que todo nuestro esfuerzo a valido la pena.

Para esos artistas que nos han hecho sentir cada momento un gran momento, desde 7dias7notas, nos hemos propuesto hacerle un tributo a su trayectoria, eligiendo una banda o artista diferente por mes, para que podamos disfrutar de ellos, así que, en este mes de abril, nos dedicaremos a rememorar una banda Argentina que ha hecho de su música, un culto entre sus fans, fans de todas las latitudes, por todo ello en el #MesSodaStereo, queremos recorrer su trayectoria.

Desde los comienzos, a principio de los años 80, en la ciudad de Buenos Aires, donde la banda se identifica con estereotipos marcados por la banda The Cure, un look de pelos desordenados y piel blanca y ojos marcados con rímel, más una vestimenta carente de color, salvo el negro, esos comienzos de Soda Stereo que les permitirán hacerse conocidos.

Hemos hablado en este blog, de su historia, y también hemos ofrecido un poco de su música, esa música que permitió a Soda Stereo llegar donde incluso sus integrantes nunca habrían imaginado llegar, desde un eterno Gustavo Cerati () - voz y guitarra - quien no ha dejado un legado enorme a través de su música, y como así también Zeta Bosio - bajo -, y por último Charly Alberti - batería – una de las primeras banda de Rock en Español en conquistar el mercado Latinoamericano, abriendo las puertas a Rock en Español y en particular al Rock iberoamericano.

Por todo ello hoy en pleno 2020, su fama permitió no solo estar en los Top Ten de todos los ranking de las radios en Argentina y en Latinoamerica, en incluso en las portadas de las principales revistas de música como Rolling Stones, un grupo consagrado en una Gira Mundial de su álbum Canción Animal, en una gira realmente animal por toda Latinoamérica y llegando también al mercado Estadounidense.

Con la perdida de su vocalista Gustavo Cerati, tras un accidente cerebrovascular (ACV), mientras realizaba una gira como solista por Venezuela, no permitió que la banda sea olvidada por sus fans, la eternidad de estos artistas, han motivado a convertir su música en espectáculos que sobrepasan la mera presencia, en puestas en escena juntos al Circo du Solei en un show llamado el Séptimo Día donde la música de Soda Stereo se mescla con el arte de la imaginación.


Pero hoy en pleno año 2020, vuelve a los escenarios por toda Latinoamérica y Estados Unidos con un show único, donde sus sobrevivientes (Zeta Bosio / Charly Alberti), vuelven al escenario juntos a otros artistas a rememorar gran parte de su discografía.

Una muestra de ellos es el pasado 29 de febrero en la ciudad de Bogotá, donde realizaron su primer show de la Gira, esperemos que este parate del mundo, permita llegar a completar esta gira que promete, llegar a cada uno de los rincones de Latinoamérica que extraña volver a verlos.

Lista de Canciones y artistas que participaron de ese show

«Sobredosis de TV»
«Hombre al agua» (con Richard Coleman)
«Disco eterno» (con León Larregui de Zoé)
«El Rito» (con Álvaro Henríquez de Los Tres)
«Lo que sangra (La cúpula)» (con Rubén Albarrán de Café Tacvba)
«Signos» (con Julieta Venegas)
«Juego de seducción» (con Walas de Massacre)
«Zoom» (con Benito Cerati)
«Trátame suavemente» (con Adrián Dárgelos de Babasónicos)
«En la ciudad de la furia»
«En remolinos» (con Draco Rosa)
«Pasos» (con Andrea Echeverri de Aterciopelados)
«Cuando pase el temblor» (con Gustavo Santaolalla)
«Fue»
«Un millón de años luz» (con Mon Laferte)
«Persiana americana» (con Fernando Ruiz Díaz de Catupecu Machu)
«Prófugos» (con Juanes)
Bis:
«Primavera 0»
«De música ligera» (con Chris Martin de Coldplay)



Por todo ello, nosotros en #7dias7notas declaramos el mes de Abril un mes tributo a una banda Argentina que ha hecho historia, y la seguirá haciendo historia, así que con el hashtag #MesSodaStereo comenzamos este mes a puro Rock Argentino.

Daniel
Intagram Storyboy

lunes, 30 de marzo de 2020

La música en historias: la carretera al infierno (Mes AC/DC)





     El mes de marzo llega a su fín y con él nuestro mes dedicado a los australianos AC/DC. Y que mejor forma de cerrar este mes que hacerlo con el homenaje que el 1 de marzo de 2020 se hizo a la banda en Perth (Australia), y que sirvió para homenajear la figura de Bon Scott al lado de su casa. Y no sólo fue un homenaje a Bon, pues también sirvió como homenaje a Malcolm Young y a toda la formación, que lleva en la brecha y al pie del cañon más de 45 años. ¡Se dice pronto!.

     El 19 de febrero de 2020 se cumplían 40 años del fallecimiento del que fuera vocalista de AC/DC Bon Scott. Apenas 11 días después del 40 aniversario de su pérdida, concretamente el 1 de marzo de 2020 tuvo lugar en la localidad de Perth un multitudinario homenaje a su figura.
Alrededor de 150.000 se congregaron en la carretera que une las localidades de Fremantle y Perth, conocida como Canning Highway, cuya carretera fue en la que se inspiraron Bon Scott y los hermanos Young para escribir el mítico tema Highway To Hell, la peligrosa ruta  que Bon solía hacer desde su residencia en Fremantle hasta el pub the Raffles que había situado en aquella carretera.



     Para tal homenaje, quedaron cortados unos 10 kilómetros de la famosa Canning Highway, y los asistentes pudieron disfrutar de un recorrido de una caravana que recorrió los 10 kilómetros. En la caravana, ocho bandas subidas en semirremolques preparados al efecto, amenizaron con su música la jornada. Bandas entre las que se encontraban Steve 'N' Seagulls, Shonen Knife ó WA Police Band entre otras.

     Antes de que la gigantesca caravana iniciara el festivo homenaje por los 10 kilómetros del tramo de carretera cortada para tal efecto, asistentes al evento establecieron un nuevo record, consistente en el mayor número de personas haciendo air guitar de manera simultánea, ya que unas 3.500 personas hicieron sonar sus imaginarias guitarras a la vez en honor a Bon Scott. Evidentemente, el tema escogido para tal hazaña no podía ser otro que Highway To Hell. Seguro que Bon Scott y Malcolm Young disfrutaron de lo lindo desde allí arriba y se sumaron al reto del air guitar de sus fans.

domingo, 29 de marzo de 2020

AC/DC: The Razors Edge (Mes AC/DC)



Hoy en el #MesACDC llega el momento de pasearnos por el filo de la navaja, The Razors Edge, que pasa por ser el segundo de los grandes discos entregados por los "AC/DC de la época Brian Johnson". Creo que los defensores de la época Bon Scott superan ampliamente a los de Brian, y con el tiempo y la escucha casi completa de la obra de los australianos (en gran parte gracias a la insistencia de Jorky en nuestra época adolescente) me sume convencido a esa corriente. Pero antes de eso, ¿cómo no ser esclavo de mi propia época y no decantarme por los AC/DC del disco del momento en el que los descubrí? ¿Y cómo no afianzarme en esa errónea percepción si, tras escuchar The Razors Edge, la recomendación de Jorky fue continuar con Back in Black.

Como buen "vendedor" de un grupo al que admiraba y admirará por siempre, y con alguna puntual excepción, Jorky obvió en sus recomendaciones el resto de los discos de los ochenta comprendidos entre la "vuelta al negro" y el paseo por el "filo de la navaja". No atravesaban su mejor momento los australianos en aquella época, facturando discos simplemente correctos sin llegar a poder repetir la "magia negra" de los temas del debút de Johnson. Y cuando ya casi no se les esperaba, facturaron un disco con uno de los arranques más impactantes que recuerdo. Con las primeras notas de Thunderstruck es imposible no notar ese cosquilleo de emoción que se despierta cuando notas que estás escuchando uno de esos temas que llaman a las puertas del Olimpo de los top para quedarse allí definitivamente.


Puedes entonces caer en la paradoja de pensar que ese es el gran tema del disco, y que lo demás será el irritante relleno que, en dosis variables, habías encontrado en discos anteriores. Y he dicho paradoja, y no error, porque en realidad esto es a la vez cierto y totalmente falso, porque siendo cierto que al final de la escucha, y cómo ha demostrado el tiempo al convertirla en una canción fija de todos sus conciertos, es de largo la mejor canción del disco. Pero es completamente falso que las demás actúen solo como meros comparsas de relleno. La energía y la electricidad siguen engordando la factura de la luz con Fire your guns, y la cadencia y el gancho del estribillo de Money Talks la sitúan como prima hermana de Shook me all night long.

Se nota el cuidado que dedicaron a facturar el tema The Razors Edge, no en vano es la canción que da título al disco, y sin embargo todo el atrezzo no consigue esconder que la canción tiene menos potencia que los tres torpedos de propulsión del arranque. Y quizá esa sea la tónica general del resto del disco, canciones correctas y efectivas como Mistress for Christmas o Rock your heart out, que agotan su batería un poco antes y se quedan alojadas en un segundo escalón, sin llegar a tocar la gloria con los dedos.


De nuevo dejo adrede el "quizá", porque la segunda parte del disco aún tiene petardazos de amplia onda expansiva en la pegadiza Are you Ready o en la rotunda Got you by the balls (Te tiene cogido por las pelotas), y el buen tono general no decae excesivamente en los posteriores Shot of love o Let's make it, aunque la fórmula elegida para la producción, basada en cierta sofisticación y limpieza del característico sonido de la banda, y una orientación más comercial de lo habitual en los temas, empiece a dar ya síntomas de agotamiento.

Y es entonces cuando, cual brigada de rescate que aparece derrapando y haciendo sonar las siernas, el oficio (Goodbye and good riddance to bad luck) y la fuerza bruta (If you dare) llegan a tiempo de cerrar el disco en un punto alto, haciendo que los australianos sobrevivan una vez más, y con nota, a uno de sus peligrosos paseos por el filo de la navaja.

sábado, 28 de marzo de 2020

Canciones que nos emocionan: Sabbath Bloody Sabbath, Black Sabbath

Sabbath Bloody Sabbath


     En 1973, después de su gira mundial, Ozzy Osbourne (voz), Tony Iommi (guitarra), Geezer Butler (bajo) y Bill Ward (batería), o lo que es lo mismo, Black Sabbath se marchan a Los Ángeles para trabajar en su siguiente álbum, el quinto de estudio de la formación británica. La formación decidió regresa a los Record Plant estudios, ya que habían quedado muy satisfechos con los resultados de su cuarto álbum el Vol. 4, que habían grabado allí.

     Alquilaron una casa en la zona residencial de Bel Air en verano de 1973, pero el cansancio acumulado y el abuso de las drogas les impidió sacar ningún tema. Al respecto Tony Iommi comentaba que todo el mundo estaba esperando a que a él se le ocurriera algo, ya que si a él no se le ocurría nada, nadie haría nada, y el en aquel momento se encontraba realmente atascado. La banda estaba literalmente agotada.
Después de un mes en Los Ángeles sin resultado alguno producto del agotamiento y las drogas, la banda decide regresar al Reino Unido, concretamente a la localidad de Forest of Dean, en Gloucestershire, donde se encuentra famoso castillo Clearwell Castle, lugar donde ya habían grabado bandas como Led Zeppelin, Mott The Hople ó Deep Purple. Los alrededores, más tranquilos y de estilo medieval parece que sentaron bien a la banda. La banda solía ensayar en las mazmorras del castillo, y fue allí donde a Tony se le ocurrió el riff principal del tema Sabbath Bloody Sabbath, que marcaría la pauta y la dirección del nuevo disco.

     El álbum Sabbath Bloody Sabbath sería grabado en los Morgan Studios de Londres, producido por la misma banda y publicado en diciembre de 1973. Un álbum que tendría una gran recepción tanto de la crítica cómo del público. Incluido en el disco, encontramos el primer tema que además da título al álbum, Sabbath Bloody Sabbath, otro de esos temas que a mí tanto me emocionan. La composición del tema está acreditado a los cuatro componentes de la banda, y hace referencia al lado más comercial del negocio discográfico, donde todo el mundo, agentes discográficos, gerentes, contables, abogados, etc, intentaba sacar provecho de la banda. Durante el bloqueo a la hora de componer de la banda, ésta había sentido muy de cerca todos los enredos legales y presiones por parte gerentes, abogados, etc, para que sacaran material que les proporcionara sus suculentas ganancias. El título es una referencia al conocido Sunday Bloody Sunday, donde los soldados británicos mataron a 13 manifestantes en Derry, Irlanda del norte, el 30 de enero de 1972. La zona, conocida como el Ulster fue el escenario de un larguísimo conflicto entre los irlandeses protestantes que querían ser británicos, y los irlandeses católicos que querían separarse del gobierno británico.

You've seen life through distorted eyes

You know you had to learn
The execution of your mind
You really had to turn
The race is run the book is read
The end begins to show
The truth is out, the lies are old
But you don't want to know
Nobody will ever let you know

When you ask the reasons why
They just tell you that you're on your own
Fill your head all full of lies
The people who have crippled you

You want to see them burn
The gates of life have closed on you
And now there's just no return
You're wishing that the hands of doom
Could take your mind away
And you don't care if you don't see again
The light of day
Nobody will ever let you know

When you ask the reasons why
They just tell you that you're on your own
Fill your head all full of lies
You bastards
Where can you run to

What more can you do
No more tomorrow
Life is killing you
Dreams turn to nightmares
Heaven turns to hell
Burned out confusion
Nothing more to tell, yeah
Everything around you

What's it coming to
God knows as your dog knows
Bog blast all of you
Sabbath bloody Sabbath
Nothing more to do
Living just for dying
Dying just for you, yeah

viernes, 27 de marzo de 2020

El disco de la semana 170: Los Toreros Muertos - Por Biafra



Para el disco de la semana 170 hemos pensado que, en estos tiempos de confinamiento en casa, era necesario recomendar un disco que, además de ofrecer un buen rato de entretenimiento a través de la música, aportara además una necesaria dosis de buen humor. Después de mucho reflexionar, nos hemos decidido por el segundo trabajo de la irreverente y transgresora banda española de "Los Toreros Muertos", llamados así en un claro guiño españolizado hacia el grupo punk "The Dead Kennedys".

Esta singular banda, formada en 1984 en plena movida madrileña, con influencias reconocidas y reconocibles de La Orquesta Mondragón, Javier Krahe, Madness, Talking Heads y Police, estaba formada por el polifacético actor, presentador, showman, dibujante, escritor y, en este caso, cantante Pablo Carbonell, el teclista argentino Guillermo Piccolini y el bajista Many Moure. En 1985, lanzaron su primer sencillo "Yo no me llamo Javier" y en 1986 llegó su debut de larga duración, con el irreverentemente título de "30 años de éxitos", más propio de una recopilación de los temas de una banda consolidada que del debut de un grupo nuevo. Tras este aclamado disco de debut, en el que además de la citada "Yo no me llamo Javier"  incluía el imprescindible megahit de "Mi agüita amarilla", llegó en 1987 la esperada continuación con "Por Biafra", el segundo disco de la banda.


POR BIAFRA

Aunque 9 de cada 10 críticos entrevistados estarían de acuerdo en que el primer disco es más brillante en su conjunto, el azúcar que hizo que el décimo dentista cayera en la tentación está muy presente en este "Por Biafra" aunque no lograra el éxito mediático de su antecesor. El disco arranca con el estilo efectivo y socarrón de "Mama" y sus coros de estilo "bestiapardista", canción que continúa la senda musical marcada en el disco anterior, genial el momento en que se para la música y Pablo clama: "¡Mamá, creí que era mejor, en lugar de un telegrama, cantarte esta canción!".


"El cielo es azul" descarrila musicalmente hacia ritmos étnicos sin tomarse demasiado en serio su propia propuesta ecléctica, quedando a medio camino en todos los sentidos y marcando uno delos puntos más flojos del disco, mientras que el hit "On the desk" es la genial visión de una clase de inglés desde la perspectiva del joven alumno y su rudimentaria pronunciación y su limitado conocimiento. En las actuaciones, Pablo Carbonell aparecía vestido con el característico "baby" que muchos hemos llevado durante el período de educación infantil, antes conocido como "parvulitos". Apoyado en un tono cabaretero y una efectiva sección de viento, y con el toque justo de actitud punky en la forma de cantar de Pablo y los coros de brutotes. Imprescindible.




Con la llegada de "Los niños de colores" se les fastidia la fiesta a los protagonistas de la canción, pero al mismo tiempo al oyente del disco le ocurre exactamente lo contrario. Los brillantes cambios de ritmo van de la balada insulsa y tontorrona bajo una capa de teclados y guitarras pseudo trascendentales, al desatado punk de la batería, las guitarras y el desatado estribillo de "Los niños de colores me tocan los c...", como parte central de la divertida y transgresora letra. todo el conjunto hace que, por primera vez desde que comenzó la escucha, te levantes del asiento para pegar botes.



En una línea parecida de actitud punky estaría "En mi portal", con un toque más reivindicativo y de crítica social (enorme la carga cínica del estribillo "Por favor no te mueras en mi portal") y un envoltorio musical decididamente ska. Gran cierre para lo que antaño era la cara A, y efectiva antesala de la socarrona "Para ti"la brillante sátira sobre las melosas canciones de amor en las que el cantante recita, con voz seductora, tiernos mensajes de amor en las estrofas, para despegar después con un estribillo cantado. Sólo que aquí, los mensajes son absolutamente irreverentes, incluyendo ingeniosas rimas en las que piden a la chica que trate el regalo de su canción con cariño ("Dale la papilla, acuéstala a tu lado, hazle un francés, y recuerda que es... ¡Para ti!") a rezos infantiles ("Jesusito de mi vida... ¡Jesús, que vida llevo!") y referencias a rezos infantiles ("Jesusito de mi vida... ¡Jesús, que vida llevo!"). Simplemente genial.


Le sigue otro de los momentos álgidos con "Pilar", que recuerda en temática a ese otro gran éxito de la irreverencia hecha música que fue "La Ramona" de Fernando Esteso. Descarada y rockabilly,  fue un tema de enorme éxito en Espña y, sobre todo, en varios países de Sudamérica, gracias a su socarrona y efectiva letra ("Pilar no tiene bicicleta, pero tiene un buen par de...)


Descansamos de tanta irreverencia básica e inmediata con "En un cuarto de baño", un tema más pop que sus predecesores en el disco, probablemente el segundo momento bajo del disco, en el que parecen parodiar a los Hombres G en el modo de cantar. En su tramo final contiene el estribillo del siguiente tema, uno de los grandes petardazos del disco y de la carrera de este grupo. De nuevo a través de la ingenua y a la vez ácida visión de un niño sobre lo que le gusta hacer en compañía de sus amigos. Este genial tema lleva el nombre de uno de esos amigos y cuenta con uno de los estribillos más emblemáticos y atemporales del pop español. Alguna de las bromas de "Manolito" no se entendería bien hoy en día y hasta podría ser tildada de machista, pero eso equivaldría a tomarse en serio a un grupo que, básicamente, pretendía reírse del sistema, del prójimo, y hasta de ellos mismos.

"Vámonos al campo" es poco más de un minuto y medio en clave de punk socarrón y una temática que esta semana sería imposible de reproducir ("En está ciudad no aguanto, vámonos al campo, esto es un espanto"). Efectiva pero anecdótica comparada con algunas de las grandes canciones anteriores.

El disco cierra a buen nivel con la romántica "Dime Guau", en la que el protagonista se levanta resacoso una mañana y, aparentemente, echa de menos a su pareja o su ligue de noche. Pero como buena canción de Los Toreros Muertos, no podía moverse en terrenos tan convencionales sin soltar un estacazo, y al llegar al estribillo nos genera la sospecha de que pudiera estar hablando realmente de un caso de zoofilia con su mascota. Bromas aparte, es también la canción en la que aprovechan para demostrar que, instrumentalmente, son además unos músicos más que solventes.

Conforme el volumen de este último tema va bajando y se atisba el final, el cuerpo nos pide volver a escuchar los buques insignias del disco, y volver a reír con las tontorronas peripecias de "Pilar" y "Manolito", y sonrojarnos con sus bobalicones acercamientos amorosos ("Para ti"), sus simpáticos avances con el inglés ("On the desk") y sus alocadas fiestas de instituto, disfrutando de ese fugaz instante que nació ya condenado a no poder durar, porque en cualquier momento, para fastidiarlo todo, entrarán por la puerta los malditos "niños de colores".