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martes, 2 de septiembre de 2025
1706.- “Da Ya Think I’m Sexy?” - Rod Stewart
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lunes, 1 de septiembre de 2025
1705.- Fantasy - Earth, Wind & Fire
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domingo, 31 de agosto de 2025
1704 - Amii Stewart - Knock on Wood
sábado, 30 de agosto de 2025
1703.- Sister Sledge - He's the greatest dancer
viernes, 29 de agosto de 2025
Disco de la semana 445: Ilegales - Ilegales
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Ilegales |
La grabación del álbum no fue un paseo por el parque. En los Estudios Norte la banda trabajó con un presupuesto ajustado y un equipo que, aunque profesional, no estaba preparado para la energía desbocada de estos asturianos. El proceso fue caótico: Jorge, obsesionado con capturar la crudeza del directo, chocaba constantemente con los técnicos, que querían pulir el sonido para hacerlo más “comercial”. Al final, el disco logró un equilibrio perfecto: suena sucio pero no amateur; agresivo pero no ininteligible. El productor Paco Martín fue clave para que el disco viera la luz, pues aunque no era un fanático del punk, reconoció el potencial de Ilegales y peleó por llevar el álbum a Hi-Fi Electrónica. La guinda fue la icónica portada diseñada por Ouka Leele, una artista clave de la Movida. La foto, con su estética colorida y provocadora, es casi tan legendaria como el propio disco. Esa portada se convirtió en un símbolo del grupo y de la época, fiel reflejo de la actitud desafiante de la banda.
1702 - Sister Sledge - We Are Family
jueves, 28 de agosto de 2025
1701 - Elvis Costello - Accidents Will Happen
miércoles, 27 de agosto de 2025
1700.- Here, My Dear - Marvin Gaye
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Here, My Dear, Marvin Gaye |
Marvin Gaye, uno de los artistas más influyentes de la música soul, publicó en 1978 uno de sus álbumes más personales, Here, My Dear. Este doble LP, publicado bajo el sello Tamla Records, subisidiario de Motown Records, fue un reflejo de su tumultuosa vida personal, centrándose específicamente en su divorcio de Anna Gordy Gaye. A través de este disco, Marvin, con mucha honestidad, exploró temas de amor, pérdida, ira y redención.
Here, My Dear se gestó a partir de una obligación contractual y personal. En 1976, Marvin Gaye atravesaba un divorcio complicado con Anna Gordy, hermana del fundador del potente sello discográfico Motown Records, Berry Gordy. Como parte del acuerdo de divorcio, Gaye debía entregar a Anna la mitad de las regalías de su próximo álbum. Inicialmente, el artista se planteó grabar un disco poco inspirado para cumplir con el compromiso, pero su enfoque cambió. El resultado fue un proyecto profundamente introspectivo, donde volcó sus emociones más crudas sobre su matrimonio fallido. El álbum fue grabado entre 1977 y 1978 en los estudios de grabación de Gaye en Los Ángeles. El proceso creativo fue caótico, reflejando el estado mental del artista, quien lidiaba con problemas financieros, adicciones y tensiones con Motown Records. A pesar de estas dificultades, Gaye fue capaz de asumir el control casi total del proyecto, actuando como vocalista, compositor, arreglista y productor. El resultado fue un álbum con un sonido innovador que combinaba soul, jazz y funk, con una producción densa y texturas instrumentales que contrastaban con unas letras introspecrtivas y muy vulnerables.
Estamos ante un álbum conceptual que narra la relación de Gaye con Anna, desde el enamoramiento hasta la amargura del divorcio. Las canciones funcionan como capítulos de una historia, con un enfoque practicamente cinematográfico. En el apartado musical, el diso es muy complejo, ya que incorpora elementos de jazz y funk con arreglos orquestales. En el álbum se utilizaron técnicas de grabación innovadoras para la época, como capas de voces superpuestas y efectos de estudio para crear una atmósfera introspectiva. Cuando el álbum Here, My Dear fue lanzado en diciembre de 1978, no fue bien recibido. Tanto los críticos como buena parte del público lo consideraron demasiado personal y difícil de digerir, y las ventas fueron decepcionantes. Motown Records, que esperaba un éxito comercial, apenas promocionó el álbum; sn embargo, con el tiempo, la percepción del disco fue cambiando, llegando a ser considerado como “una obra maestra subestimada” que capturaba la esencia del soul como un medio para la catarsis personal.
Incluído en el disco se encuentra la canción que da título al mismo, Here, My Dear, la cual es cierto que no es un sencillo destacado como otras canciones de su carrera, pero es una pieza clave que, además de servir de obertura, define la atmósfera emocional y la temática del disco. La canción refleja los sentimientos de Marvin Gaye hacia su exesposa, Anna Gordy, en el contexto de su divorcio y las obligaciones financieras que lo llevaron a crear este álbum. La letra de la canción combina amor, resentimiento y resignación; Gaye se está dirigiendo directamente a Anna, expresándole tanto el cariño que aún siente como la frustración por el colapso de su matrimonio. La canción es suave a la vez que melancólica, con arreglos que combinan el soul característico de Gaye con toques de jazz y funk.
martes, 26 de agosto de 2025
1699.- Hamburger Lady - Throbbing Gristle
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Hamburger Lady Throbbing Gristle |
Nos vamos a centrar en esta ocasión en un grupo trangresor, considerados como los pioneros e inventores de la música industrial: Throbbing Gristle, banda británica cuyo nombre en jerga británica se utiliza para referirse a un pene erecto. Sus presentaciones en vivo, altamente confrontacionales, solían usar imágenes perturbadoras (incluyendo pornografía) y fotos de campos de concentración del régimen nazi, dándole al grupo una notable reputación.
Hamburger Lady, lanzada en 1978 en su segundo álbum, D.O.A.: The Third and Final Report of Throbbing Gristle, es un descenso de cuatro minutos a los rincones más oscuros del sufrimiento humano. La canción llegó a ser calificada por la crítica espcializada como “probablemente la mejor canción de Throbbing Gristle” y una “obra maestra nauseabunda”. Estamos ante una de las piedras angulares de la música industrial, un género que la banda creó en 1977 con su provocadora mezcla de electrónica avant-garde, musique concrète y confrontación directa.
Formada en 1975 por Genesis P-Orridge, Cosey Fanni Tutti, Peter “Sleazy” Christopherson y Chris Carter, Throbbing Gristle nació de las cenizas del colectivo de performance artística COUM Transmissions, que tenía una identidad centrada en desafiar las normas sociales a través del sonido y las imágenes. Hamburger Lady se inspiró en una carta del artista postal y escritor estadounidense Blaster Al Ackerman; es una representación desgarradora de una víctima de quemaduras (apodada así por su estado carbonizado e irreconocible) atrapada en una existencia incipiente de dolor y sedación. Ackerman, médico, detalló su sufrimiento en una carta que impactó profundamente a la banda. La narración canaliza esta angustia con una frialdad escalofriante: “Está muriendo, está quemada de la cintura para arriba”.
La canción es una clase magistral de minimalismo y amenaza. El sintetizador modular de Chris Carter se asemeja a un latido cardíaco, que imita tanto la vida como una amenaza inminente, mientras que la guitarra de Cosey (modificada y recortada a un palo y tocada con un slide a través de un Gristleizer) produce un zumbido industrial que parece maquinaria rozando contra carne. El lamento agudo de P-Orridge, creado con un silbato de llamada de pato y un Roland Space Echo, atraviesa la mezcla, evocando el tormento semi-consciente de la paciente. “Hay un zumbido, el cuerno de pato, la voz y un latido”, dijo Carter a la publicación Far Out Magazine, “Es bastante básico, pero tiene esta sensación de amenaza”.
La producción, manejada por la banda en su estudio de Hackney, The Death Factory, refleja el ethos DIY (significa 'Hazlo Tú Mismo', y es una filosofía que promueve la autosuficiencia y la independencia. Se refiere a la práctica de realizar tareas, proyectos o creaciones por uno mismo, sin depender de expertos, profesionales o empresas comerciales) de la banda. Rodeados por el estruendo industrial de las fábricas y los arcos ferroviarios del este de Londres, la banda creó un sonido que era tanto un producto de su entorno como de su visión radical. “Era nuestro mundo”... "Esos sonidos eran la banda sonora de cómo nos sentíamos”, afirmaba Cosey. La calidad cruda amplifica e intensifica la atmósfera claustrofóbica de la canción, como si nos encontrásemos en una sala de hospital donde la esperanza ha colapsado.
La canción fue tanto criticada como venerada por la crítica especializada. The Montreal Star comparó el álbum D.O.A. con “el sonido que hace tu refrigerador cuando se corta”; Treble calificó la canción como una “obra maestra del horror”, comparando su inquietud persistente con la película de terror Eraserhead (1977) de David Lynch. AllMusic elogió su “manipulación sónica escalofriante”, destacando su simplicidad como clave para su impacto visceral; y publicaciones como Science of Noise y Songtell resaltaron su exploración del sufrimiento humano, destacando su homenaje a la resistencia en medio del dolor implacable.
Hamburger Lady es un rugido crudo y visceral sin ningún tipo de sutilieza, contra la sociedad educada, todo un llamamiento a la rebelión cultural. Y hay quien se hará la siguiente pregunta: ¿es esto arte, horror o ambos?. Que cada uno decida, aunque para Throbbing Gistle la respuesta esta claro que es tan inquietante como la canción misma.
lunes, 25 de agosto de 2025
1698 - Suzi Quatro - Stumblin’ In
domingo, 24 de agosto de 2025
1697.- Pedro Navaja - Rubén Blades y Willie Colón
Con la icónica Pedro Navaja se escribió la primera página en las historias urbanas y las letras de contenido social en la música latina, fue el nacimiento de la denominada salsa intelectual, cuando en 1978 Rubén Blades y Willie Colón presentaron al sello Fania el proyecto del disco «Siembra», los directivos de Fania le pusieron problemas a una de las canciones del álbum presentado, se trataba de «Pedro Navaja», tema que trata los últimos momentos de vida de un delicuente y una prostituta. Para empezar la canción tenia una duración de siete minutos con 20 segundos, una canción considerada muy larga para los creativos de Fania. La canción tiene todo lo que necesita una buena historia: personajes creíbles, solidez argumental, drama y, por, sobre todo, sabiduría narrativa y precisión en el uso y el sucederse de las palabras. La primera parte narra, en un crescendo lírico y musical, el encuentro ocasional de un gangster y una prostituta en una desierta avenida de Nueva York (“El Barrio” latino del este de Harlem, según todos los indicios, o el Bajo Manhattan, según el reporte radial en el final de la versión en vivo de 1989). Unas manos ambiguas en el bolsillo del gabán, unas zapatillas estratégicas y el diente de oro relumbrante describen al matón; un viejo abrigo y una cartera con una botella de aguardiente y un revolver para su defensa personal, a la callejera. Un encuentro inoportuno, unas decisiones erróneas y el sino trágico de la historia llevan al funesto desenlace y desencadenan, en el alegre coro del borracho que tropezó con los cuerpos, una segunda parte profusa en refranes, moralejas y consejos (“el mensaje de mi canción”), bajo la consigna general de que “la vida te da sorpresas”. El origen de la canción es claramente el tema Mack The Knife y sin duda Blades se había inspirado en el título compuesto en 1928 por el dramaturgo alemán Bertolt Brecht, en alguna entrevista confirmo cuando comento que había escuchado esa canción cuando tenía como ocho o nueve años de edad. Bobby Darin la grabó. Recuerdo que la cantaba en fiestas, hacía la mímica y me daban una moneda o algo, era una melodía embrujante, cuenta el cantautor panameño y con once años empecé a escribir un borrador de lo que fue la canción, durante su adolescencia y juventud el salsero istmeño fue recogiendo detalles que le llamaron la atención, recreando una de las mejores historias de la música latina. “En Panamá recogí las zapatillas negras y el diente de oro de dos pandillas que había en ese tiempo, a finales de los años 50, el gabán y el sombrero en la 42, allá en Nueva York, es decir, vas tomando pedacitos de las cosas y los vas uniendo», rememora Blades. Pese a la negativa inicial los representantes de Fania accedieron y «Siembra» se grabó.
Alli se juntó con Willie Colón, para Rubén era primordial
hacer algo diferente, con un mensaje social, y encontró en el «malo del Bronx»
al aliado perfecto, cuenta Colón que para ese instante Rubén no tenía mucha
experiencia. “Yo tenía mucha experiencia en el estudio, Yo fui básicamente el
productor. Rubén sabía todas las cosas que quería meter en la canción. Yo podía
entender lo que él quería hacer” Willie Colón viene del sur del Bronx. Las
relaciones son intensas. Las condiciones son semejantes a las del tercer mundo,
vio el potencial y le dio la oportunidad de enfocar la canción en esa dirección.
Una vez grabado el LP fue presentado a varios programadores, pero las opiniones
no fueron nada alentadoras. Los hombres de radio consideraban que ‘Siembra’
sería un rotundo fracaso, pensaban que no iba a pegar porque la letra era muy
complicada, las canciones eran muy largas, sobre todo ‘Plástico’ y ‘Pedro
Navaja’. Sin embargo, contra todo pronóstico, la innovación narrativa y musical
se impusieron: «Siembra» superó las expectativas y se convirtió en el disco más
vendido en la historia de la salsa, fue un «terremoto» en toda América. Pedro
Navaja se convirtió en un emblema de las melodías latinas y catapultó a Blades,
quien tiempo después sería bautizado como el «Poeta de la Salsa».
sábado, 23 de agosto de 2025
1696.- What a Fool Believes - The Doobie Brothers
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What a Fool Believes, The Doobie Brothers |
San Francisco, finales de los setenta. nos encontramos con un lugar en plena efervescencia musical. En medio de este torbellino creativo, The Doobie Brothers, una banda que ya había sido capaz de conquistar las listas con su fusión de rock, soul y boogie, estaban a punto de dar vida otra gran canción: What a Fool Believes. Vamos a ver cómo un encuentro fortuito y una melodía pegajosa acabaron dando como redultado todo un referente de la música pop.
Corría 1978, y The Doobie Brothers estaban en una encrucijada. Tras el éxito de álbumes como Toulouse Street (1972) o Takin' It to the Streets (1976), la banda había evolucionado de su sonido rockero inicial hacia un terreno más suave, influenciado por el soul y el R&B. Michael McDonald, el tecladista y vocalista de voz aterciopelada, se había convertido en el timón creativo del grupo. Pero What a Fool Believes no nació en un ensayo de la banda, sino en un momento de inspiración casi accidental. McDonald relata que estaba jugueteando con una melodía en su piano cuando Kenny Loggins, amigo y colaborador ocasional, entró en escena. Ambos comenzaron a improvisar, y de esa chispa surgió la idea inicial de la canción. Loggins, sin embargo, no se quedó para terminarla, fue McDonald quien, junto al productor Ted Templeman, moldeó aquel boceto hasta convertirlo en una canción.
La letra, coescrita por McDonald y Loggins, es un relato agridulce sobre desamor y el autoengaño. Narra la historia de un hombre que se aferra a la ilusión de un amor pasado, incapaz de aceptar que su antigua amante ha seguido adelante. La canción tiene ese toque de soft rock de la época, pero con una profundidad que hace que destaque por encima de sus contemporáneas. Es como si McDonald hubiera destilado el dolor de una ruptura en una melodía que, a pesar de su tristeza, te hace querer bailar.
El proceso de grabación fue un ejercicio de precisión. Grabada para el álbum Minute by Minute (1978), la canción se benefició del talento de los músicos de sesión de élite que rodeaban a los Doobies. Jeff “Skunk” Baxter aportó un toque de guitarra sutil, mientras que el bajo de Tiran Porter y la batería de John Hartman crearon un consistente ritmo. Pero uno de los puntos fuertes de What a Fool Believes es el teclado de McDonald, con unos acordes que parecen flotar como nubes en un atardecer californiano. Templeman, conocido por su obsesión con los detalles, pulió cada capa hasta lograr un sonido que presentaba un perfecto equilibrio entre lo sofisticado y lo accesible.
Cuando la canción llegó a las radios en 1979, el impacto fue inmediato. Alcanzó el número 1 en la lista estadounidense Billboard Hot 100 y ganó dos premios Grammy: "Canción del Año" y "Grabación del Año". Este éxito, además de consolidar a The Doobie Brothers como gigantes del soft rock, supuso el cenit de la carrera de McDonald con la banda. Sin embargo, no todo fue color de rosa. La presión del éxito y las tensiones internas llevaron a la salida de McDonald poco después, dejando un legado agridulce.
viernes, 22 de agosto de 2025
Disco de la semana 444: Lost In The Dream - The War on Drugs
Hay un tiempo y un lugar donde Lost In The Dream pertenece. Para ser honesto, aún no he descubierto exactamente dónde está, pero sé que está ahí. Como Untrue de Burial siempre sonará a las 2 a. m. en una ciudad ajetreada después de una noche de fiesta, o Illinois de Sufjan siempre será la madrugada, antes de que toda la gente perezosa se despierte, cuando las únicas personas en el mundo son aquellas lo suficientemente motivadas como para despertar, Lost In The Dream se siente como si perteneciera a algún lugar como una entidad, cada vez que lo escucho me transporto muy lejos, a un lugar en el que aún no he estado, o tal vez a un lugar que conozco en una situación que aún no ha sucedido. Estoy seguro de que cuando encuentre ese lugar y escuche este álbum en el entorno en el que se supone que debe estar, todas las pequeñas quejas que tengo sobre él se desvanecerán y se convertirá en la perfección, pero por ahora solo tendré que imaginar. Definitivamente hay cosas que no son perfectas sobre este álbum, pero al mismo tiempo, cuando pienso para lo que este álbum está diseñado no son tan importantes. En primer lugar las influencias, mucha gente ha estado criticando este álbum por ser demasiado derivado de Bruce Springsteen, la otra comparación que escucho es la de Mark Knopfler y Dire Straits, no se trata solo de una influencia sutil: la forma en que Adam Granduciel toca la guitarra está intrínsecamente ligada a Knopfler, simplemente por la sencillez con la que construye las líneas. En muchas canciones, la línea de guitarra principal incluye un pequeño riff de giro para cambiar de acorde, y cada vez que lo escucho me transporto a 1980. Me encanta, pero en combinación con el ligero acento country en la voz de Granduciel (que es una de las pocas cosas de este disco que no me convencen) y las progresiones de acordes, tan ochenteras, escucho a Dire Straits en casi todas las canciones. El otro problema es muy pequeño, y cuando pienso en este álbum en el contexto que imaginé en el primer párrafo, en realidad se convierte en una ventaja, no en un problema: prácticamente todas estas canciones suenan igual. Y no me refiero a exactamente igual, por supuesto, hay pistas más rápidas, instrumentales y más largas, pero en términos de atmósfera y estado de ánimo, Lost in the Dream se mantiene prácticamente igual de principio a fin. Puedo criticar esto por ser un poco aburrido: todo lo que The War on Drugs necesitaba hacer era decidir el estilo y escribir algunas melodías, y todo el álbum está hecho, pero al mismo tiempo, el estado de ánimo es lo que realmente gana aquí, y si cambiara durante el álbum, no puedo evitar sentir que no tendría el mismo efecto. Melódicamente, este álbum sigue estando muy influenciado por Dire Straits, pero la voz de Adam está tan impregnada de eco y reverberación que la voz actúa más como un instrumento que como una narración.
Eyes to The Wind tiene la melodía más influenciada por Dire Straits del disco, melódica y memorable, y el estribillo de “Burning” es simplemente estelar, elevándose sobre una instrumentación realmente inspiradora con ese sutil aleteo de órgano por debajo. Las canciones hasta ahora son largas, pero no hay ni un minuto de relleno, hasta que llega The Haunting Idle con menos de 3 minutos, esta canción parece inútil. No es necesario que la letra sea distinguible, ¡pero al menos haz que la instrumentación sea memorable!. Este rock de ritmo lento te van enganchando, al principio sonando agradables de fondo y luego absorbiendo tu atención hasta que llegas al clímax y te das cuenta de que estás totalmente cautivado un gran ejemplo de ello es Burning . Lost in a Dream es la canción que da título al álbum, y encapsula a la perfección el sonido característico de la banda. Con una duración de más de seis minutos, la pista construye un paisaje sonoro expansivo y melancólico, impulsado por las guitarras resonantes de Adam Granduciel, sintetizadores ensoñadores y una batería constante. La letra, introspectiva y reflexiva, evoca una sensación de anhelo y contemplación, como si uno estuviera vagando por un recuerdo lejano. Es una pieza hipnótica que te envuelve, transportándote a un estado de ensueño y melancolía nostálgica. In Reverse es la canción que cierra el álbum, sirve como una poderosa y catártica culminación del viaje emocional del disco. La canción se distingue por su progresión majestuosa, construida sobre una base de sintetizadores atmosféricos y un solo de armónica conmovedor. La voz de Adam Granduciel transmite una sensación de introspección y anhelo, mientras la música se eleva de manera gradual. Es una pieza que evoca una sensación de movimiento y contemplación, como si el oyente estuviera flotando a través de un paisaje de ensueño, culminando en un final etéreo y memorable.
Lost in the Dream es más que simplemente lo que esos discos
eran, porque la emoción en este disco es tan precisa y hermosa. Se desliza,
golpea con fuerza y se eleva sobre montañas de instrumentación. Hasta que
escuche este álbum en ese contexto, con amigos que experimenten la historia de
mi familia y la herencia de mi padre, tendré que conformarme con mi puntuación
actual, más "intelectual", pero creo que el hecho de que este álbum
tenga el poder de encapsular toda esa emoción y nostalgia en él es un
testimonio de su grandeza, sin importar lo que diga el número al final.
1695.- The Gambler - Kenny Rogers

jueves, 21 de agosto de 2025
1694.- Fat Bottomed Girls - Queen
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miércoles, 20 de agosto de 2025
1693 - The Residents - Constantinople
martes, 19 de agosto de 2025
1692.- September - Earth, Wind & Fire
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September, Earth, Wind & Fire |
Hay canciones que además de sonar, se sienten, canciones que son capaces de transportarnos, y September de Earth, Wind & Fire es una de ellas. Desde su lanzamiento en 1978, esta joya del funk y el disco se convrtió en toda una oda a la alegría, un rayo de sol en forma de música que iluminaba y sigue iluminando bodas, fiestas y reuniones casi cinco décadas después. Nos encontramos a finales de los 70, una época donde la música disco reinaba, pero comenzaba a mostrar señales de agotamiento. Earth, Wind & Fire, liderados por el visionario Maurice White, quería que su música fuera más que entretenimiento: "debía elevar el alma, unir a las personas", y September, escrita por White, Al McKay y Allee Willis, quería reflejar precisamente eso.
La canción nació en un momento de pura inspiración. Allee Willis, una compositora que trabajaba con la banda por primera vez, recordaba cómo Maurice White le transmitía una energía casi cósmica mientras trabajaban en el estudio. Aunque se ha especulado mucho al respecto, la fecha del "21 de septiembre" no tiene un significado literal. Willis explicó que simplemente sonaba bien, que el ritmo de las sílabas encajaba perfectamente con la melodía. Hay quien define la canción como "obra maestra de precisión y exuberancia", con lo que estoy totalmente de acuerdo. Los metales brillan como rayos de sol, la línea de bajo de Verdine White palpita como el corazón de una fiesta, y las armonías vocales, lideradas por Maurice y Philip Bailey, son puro terciopelo. La guitarra rítmica de Al McKay aporta un groove contagioso, mientras que la batería mantiene todo en movimiento, como si la canción misma estuviera bailando. Es imposible quedarse quieto cuando suena esta canción.
Lo que hace que September sea tan importante y popular es su capacidad para unir generaciones. Earth, Wind & Fire siempre buscó un mensaje de unidad y positividad, September no discrimina, invita: es para el que baila en una discoteca en 1978, para el que la escucha en una boda en los 90, o para el que la descubre en una playlist en 2025, es una canción por la que no pasa el tiempo, nunca envejece. La letra es sencilla pero poderosa, habla de amor, de recuerdos, de noches que no queremos que terminen. La nostalgia invade la canción, como si todos hubiéramos vivido ese septiembre, aunque no podamos señalarlo en un calendario. La canción fue incluida en el álbum recopilatorio The Best of Earth, Wind & Fire, Vol. 1, y su lanzamiento como sencillo en 1978 la catapultó al número 8 en la lista estadounidense Billboard Hot 100 y al número 1 en la lista de R&B de dicho país.
lunes, 18 de agosto de 2025
1691.- Hong Kong Garden - Siouxsie & The Banshees
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Hong Kong garden, Siouxsie & The Banshees |
En 1978, en plena ebullción del punk en Londres, Siouxsie and the Banshees irrumpieron con Hong Kong Garden, un sencillo con la típica energía cruda del punk, pero con un toque exótico. Este single supuso el debut discográfico de la banda y se convirtió en un referente de la era del post-punk, fusionando rebeldía, sofisticación y un toque de misterio oriental. Los origenes de la canción los encontramos en una composición titulada People Phobia, y que fue compuesta por el guitarrista John McKay en 1977. La banda la escuchó por primera vez en un autobús de gira. People Phobia finalmente fue lanzado en 2025 en CD a través del sitio web oficial de McKay.
Hong Kong Garden tiene raíces en un lugar tan cotidiano como inesperado: un restaurante chino en Chislehurst, Kent, llamado Hong Kong Garden. Siouxsie Sioux, la carismática vocalista de la banda, quedó impactada por este lugar, pero también indignada por un episodio racista que allí sucedió. Un grupo de skinheads acosaba al personal del restaurante, un incidente que inspiró a Siouxsie a canalizar su rabia en una canción que combinara exotismo con una velada crítica a la intolerancia. En la Inglaterra de finales de los 70, marcada por tensiones raciales y el auge de movimientos como el National Front (partido político de extrema derecha y fascista del Reino Unido), aquella experiencia marcó profundamente a la banda, formada por Siouxsie, Steven Severin (bajo), John McKay (guitarra) y Kenny Morris (batería).
La canción tomó forma durante las primeras sesiones de la banda en 1977, cuando se batían el cobre en la escena punk londinense. Sin embargo, Hong Kong Garden fue más allá de las limitaciones del punk puro. El riff de guitarra inicial, creado por McKay, se inspiró en una escala pentatónica que recuerda melodías orientales, un guiño a la cultura asiática. Este riff, combinado con el ritmo galopante de Morris y el bajo de Severin, crea un hipnótico ritmo que transporta al oyente, y la voz de Siouxsie, alternando entre susurros y proclamas, dan a la canción un aire de dramatismo. Siouxsie quería abordar el racismo que había presenciado sin caer en un discurso panfletario, optando por una lírica que juega con la fascinación por lo exótico mientras señalaba las actitudes xenófobas de la época. Esta sutileza lírica, combinada con la teatralidad de Siouxsie, dio a la canción una profundidad que fue más allá del punk.
Grabada con el productor Steve Lillywhite, fue lanzada el 18 de agosto de 1978 y alcanzó el número 7 en las listas británicas, un logro notable para una banda sin contrato inicial. El sencillo capturó la atención por su fusión de punk, pop y elementos orientales, ofreciendo un sonido fresco que contrastaba con la agresividad cruda de otras bandas punk. La producción pulida de Lillywhite permitió que la energía visceral de la banda brillara sin perder su filo, mientras que la presencia escénica de Siouxsie, con su maquillaje teatral y estilo andrógino, consolidó su imagen como ícono de la naciente subcultura gótica.
domingo, 17 de agosto de 2025
1690 - Kate Bush - Hammer Horror
sábado, 16 de agosto de 2025
1689.- Don't Stop Me Now - Queen
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Don't Stop Me Now, Queen |
En 1978 Queen lanzó una canción que se convertiría en un himno de libertad: Don't Stop Me Now. Escrita por Freddie Mercury y publicada en el álbum Jazz, esta canción revela toda la esencia de un artista en su apogeo creativo y personal. La historia de Don't Stop Me Now se remonta a un momento de plenitud en la vida de Freddie Mercury. El cantante y compositor estaba viviendo un período de intensa liberación personal, explorando su identidad y disfrutando de la libertad que le brindaba su éxito, y esta efervescencia se plasma en la letra, que describe a un hombre que se siente como una estrella fugaz, imparable, viajando a la velocidad de la luz. La canción fue escrita en un arrebato de inspiración, con Mercury tocando el piano en los estudios Mountain de Montreux, Suiza, donde Queen grabó gran parte de Jazz. Musicalmente es un tempo rápido con un ritmo contagioso y una melodía que parece despegar hacia el infinito.
La canción es una fusión perfecta de pop, rock y elementos teatrales, con el piano de Mercury como columna vertebral. La guitarra de Brian May está más contenida que en otros temas de Queen, pero entra en momentos clave, y la sección rítmica, con John Deacon en el bajo y Roger Taylor en la batería, impulsa la canción con una energía constante, mientras que los coros, marca registrada de Queen, le dan al tema un aire de grandiosidad. Mercury grabó múltiples pistas vocales para crear una armonía rica, un recurso que eleva la canción a un nivel casi operístico.
La letra es sencilla, todo un canto a la autonomía y al gozo desenfrenado. Sin embargo, hay quien sugiere que la canción tiene un trasfondo agridulce. Mercury, en plena exploración de su vida nocturna y su sexualidad, canalizó en la canción una mezcla de euforia y desafío frente a las normas sociales de la época. La canción no obtuvo un gran éxito inmediato en Reino Unido (alcanzó el número 9 en las listas), pero su popularidad creció con los años, ayudando también el hecho de ser usada en multitud de películas, anuncios y eventos deportivos. Don't Stop Me Now es más que una canción, es una invitación a vivir sin restricciones, a abrazar la vida con la misma pasión que Freddie Mercury derrochaba en cada nota.