Grabada inicialmente por Dionne
Warwick en 1967, “I Say a Little Prayer” se convirtió en un gran éxito en los
EE. UU, alcanzó el puesto número cuatro en la lista de sencillos pop Billboard
Hot 100 de EE. UU y el número ocho en la
lista de sencillos de R&B, pero llegaría Aretha Franklin y la convertiría
en una de sus canciones y por tanto de la música, más importantes de la historia,
no importaba que 'I Say a Little Prayer' hubiera sido un éxito Top 5 solo seis
meses antes, Aretha solo tuvo que abrir la boca en un estudio de grabación y la
canción se convirtió en suya. La versión de Aretha, estaba impulsada una vez
más por su destreza tocando el piano con los chicos de Muscle Shoals apoyándola
y al fondo Sweet Inspirations prestando sus voces, estos dos matices hizo que
superara rápidamente la versión de Dionne, un arreglo de fondo que crea una
dinámica de llamada y respuesta entre Aretha y The Sweet Inspirations, los ecos
en sus versos que solidifican sus palabras, y su liderazgo que le permite
tomarse libertades vocales con la melodía y elevarse a alturas conmovedoras. Pero
hay algo en el ritmo que hae mas grande aún más la versión de Aretha, una
especie de anticipación se afianza a medida que la canción se suaviza antes de
su crescendo final, casi implica "todavía no ha terminado, y ella está a
punto de volar el techo del lugar", una vez que la canción vuelve a esa
melosidad pre-crescendo con la que concluye su versión, fácilmente podría darle
la vuelta una y otra vez y satisficiera igual que la primera vez. Como dijo
Jerry Wexler después de que cortaron la versión de Aretha: "Ella voló las
malditas puertas de la canción... La redefinió, reestructuró el sonido y
convirtió lo que había sido una pelusa deliciosa en algo serio, obsesivo e
inquietante". El tema salió editado en el álbum de 1968 de Queen of Soul,
Aretha Now, y luego sirviendo como el lado B de "The House That Jack
Built", la canción finalmente se convertiría en un éxito por derecho
propio, especialmente en el Reino Unido, donde el sencillo llegó más alto en
las listas de éxitos.
Escrita por Burt Bacharach y Hal
David, “I Say a Little Prayer” pretendía ser sobre una mujer que expresa su
preocupación por su novio que sirve en Vietnam. Si bien no hay nada en la letra
que mencione explícitamente la guerra, hay una urgencia en la conmovedora
interpretación vocal de Franklin que transmite una innegable sensación de
aprensión. Esa urgencia está marcada por los suplicantes coros de Sweet
Inspirations. No importa qué hora del día sea o qué esté haciendo, ella “rezará
una pequeña oración” por su amado con la que le está pidiendo buena fortuna en
general, pero en el fondo lo que realmente quiere es que este individuo la ame
tanto como ella lo ama a él, para decirlo de otra manera, ella quiere ser la
receptora de su 'verdadero amor'. Aunque pudiera ser ya son pareja y ella está
pidiendo su devoción eterna, de cualquier manera, el sentimiento dominante es
que ella se preocupa, particularmente desde una perspectiva romántica, mucho
por la persona que ama.
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