viernes, 27 de diciembre de 2019

El disco de la semana 158: Ana Belen - Lorquiana







Hoy nos toca reseñar un disco muy especial, un disco donde la poesía del gran poeta del Siglo XX, Federico Garcia Lorca, toma el protagonismo sobre la lírica creada por diversos autores y donde Ana Belén le pone voz. Un disco que vio la luz en el año 1998, justo cuando se cumplían los 100 años del nacimiento del poeta granadino.
El disco está estructurado en dos álbumes completamente distintos y con dos nexos de unión, la voz de la artista Madrileña y la obra de Federico. En el primero de ellos y al que vamos a dedicar este articulo, distintos artistas han compuesto la música que acompañan a los poemas de Lorca, cada uno de ellos dejando su sello personal y Ana Belén pone voz a los poema del poeta. En el segundo, y que próximamente verá la luz en el blog, esta dedicado a las canciones tradicionales que rescató Federico Garcia Lorca y con las que él al piano y La Argentinita a la voz recorrieron diversos escenarios a lo largo de España, estas cancioens populares estan adaptadas por el pianista Chano Domínguez en formato de jazz clásico.



Inicia el disco con “Son de negros de Cuba”, en esta ocasión, Michel Camilo es el encargado de poner música al poema perteneciente a Poeta a Nueva York. El pianista dominicano le da a este poema ese ritmo que en las islas del caribe suenan sin cesar, con unos coros acompañando la música que tiene claros toques de Jazz. En este poema el autor expresa la alegría y la liberación que sintió al llegar a Cuba después de su paso por la decadente, triste Nueva York. Michel Camilo es capaz de transmitir con sus toques la alegría la liberación que el poema expresa. Es un buen tema para empezar. “Romance de la pena negra” es una de las obras cumbres de su poemario Romancero Gitano y la protagonista del poema, Soledad Montoya, es una de las mayores reivindicaciones de la igualdad y los derechos de la mujer que se produjeron en la España de aquellos años. Las figuras que aparecen en el Romancero gitano son seres al margen de un mundo convencional y hostil, y –por eso– marcadas por la frustración o abocados a la muerte: Antoñito el Camborio, el «Emplazado», Juan Antonio el de Montilla, Soledad Montoya… En realidad, según Lorca, en el libro «hay un solo personaje real, que es la pena que se filtra». El encargado de poner música a este poema es el Argentino Fito Paez, que meses antes había publicado un disco junto a Joaquín Sabina y estaba adquiriendo una fama y prestigio totalmente merecido en nuestro pais. Es un tema de una calidad indudable, un absoluto vaivén a través de cada una de sus estrofas….

Pregunte por quien pregunte,
dime: ¿a ti qué se te importa?
Vengo a buscar lo que busco,
mi alegría y mi persona.
Soledad de mis pesares,
caballo que se desboca,
al fin encuentra la mar
y se lo tragan las olas.

El tercer tema es, para quien escribe esto, una de las cumbres del disco, se trata de “Herido de amor”, unos versos extraídos de su obra teatral breve titulada “Amor de don Perlimplin con Belisa en su jardín”, en ella el protagonista, un hombre anciano que no conocía el amor, se enamora de la joven con la que se casó por fuerza. Sin embargo, esta se enamora de otro hombre. Y es que el encargado de poner música a este fragmento es Joan Manuel Serrat, y como podréis sospechar la sensibilidad y la belleza que rezuma la música creada hace de este pequeño y corto tema uno de los más intensos del disco, es casi imposible no descubrir con esta música la fatalidad y el dolor que ha caracterizado siempre la obra de Garcia Lorca. Una canción en mayúsculas, un paseo por la excelencia en el disco. El cuarto corte del disco no necesita presentación, no es una creación musical exclusiva para este disco, nos estamos refiriendo a “Pequeño Vals Vienes” que en 1986 y con el título “Take this waltz” publicó Leonard Cohen, gran admirador del poeta (de hecho una de sus hijas se llama Lorca en homenaje al mismo). En esta ocasión para el disco Lorquiana se ha dejado la misma base musical, pero el poema se canta en castellano, he de decir que la calidad vocal que hace gala Ana Belén es de una gran altura, aunque no superior a los escalofríos que produce la voz de Leonard Cohen. Una canción deliciosa, un recoveco lleno de laberintos que se expresa en el poema, un poema de amor, de amor profundo y de amor desesperado, un poema que se mueve a ritmo de vals según lo vamos leyendo y una música que resuena en nuestros oídos con la pronunciación de cada palabra, la plasmación de un sueño misterioso en el que van apareciendo elementos contrarios que nos hablan de amor, de belleza y de vida, pero también de muerte y de dolor. Deléitense.



Inicia la segunda parte del disco con “Nocturno en la ventana” a la que pone música el gran Pedro Guerra, el poema esta extraído de una de sus primeras obras, “Canciones (1921)” y en ella podemos ver el dramatismo que iba a impregnar la obra del autor, la música a veces festiva a veces dramática con un toque de música cubana realmente bueno eleva la canción. 

Al estanque se le ha muerto
Hoy una niña de agua.
Está fuera del estanque,
Sobre el suelo amortajada.
De la cabeza a sus muslos
Un pez la cruza, llamándola.
El viento le dice “niña”
Mas no puede despertarla.
El estanque tiene suelta
Su cabellera de algas
Y al aire sus grises tetas
Estremecidas de ranas.

Dios te salve, rezaremos
A nuestra señora de agua
Por la niña del estanque
Muerta bajo las manzanas.

Yo luego pondré a su lado
Dos pequeñas calabazas
Para que se tenga a flote,
¡ay! sobre la mar salada.

El siguiente tema esta compuesto por Antonio Garcia de Diego, quizás el nombre no nos dice mucho, pero si escavas un poco vemos que formó parte de bandas como Franklin y Los Canarios, participó con los compañeros de ese grupo en la obra Jesucristo Superstar y tocó la guitarra eléctrica para grabaciones del grupo Triana. Además ha compuesto muchas canciones para Joaquín Sabina. Él es el encargado de poner música al poema “Siete corazones” basado en el poema Canción del muchacho de siete corazones y creando un tema lleno de melancolía y sensibilidad, es uno de mis favoritos, quizás por desconocido o quizás por el dramatismo de desamor que se relata. El séptimo tema lo firma “Chano Dominguez” que en los años 70 ya creo un grupo de Rock Andaluz, se ha movido siempre entre el Jazz y el rock sinfónico. Tiene mucho prestigio ya que en sus obras han sido capaz de mezclar Jazz y flamenco. En esta ocasión volvemos al Romancero Gitano con el poema “Romance de la luna”. El último tema de esta parte lo firma Kiko Veneno y es quizás uno de los elementos mas extraño de obra, “Cancion Tonta”, es casi un tema acapella, únicamente acompañado de un piano.



La tercera parte del disco comienza con “Muerto de amor” compuesta por los integrantes de Ketama, una canción con ecos de flamenco festivo que pone la alegría dentro de tantas penas, una canción redonda llena de ritmo que relaja el tono del disco. Sigue “Por tu amor me duele el alma” en esta ocasión la música corre a cargo de Javier Ruibal, y sin duda es otra de las grandes canciones del disco, donde Ana Belén realiza un grandísimo trabajo vocal. Para el penúltimo tema vuelve Kiko Veneno, más en su estilo con esta “Canción del gitano apaleado”, es para mí una de las más flojas, quizás porque rompe totalmente la dinámica del disco. Cierra el disco otra de las canciones más delicadas, compuesta por Víctor Manuel, en “Alma ausente” encontramos el poema fúnebre que el poeta dedico al torero Ignacio Sanchez Mejias, que murió en la plaza de toros. Se trata de una de las cimas poéticas de Lorca, en la que se aúnan muchos de los elementos creativos presentes en toda su trayectoria. Si bien como dijimos esta dedicado al torero, bien se podría trasladar a su persona

Tardará mucho tiempo en nacer, si es que nace,
un andaluz tan claro, tan rico de aventura.
Yo canto su elegancia con palabras que gimen
y recuerdo una brisa triste por los olivos.



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