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domingo, 28 de febrero de 2021

Gary Moore - Scars (Mes Gary Moore)



Llegamos al final del #MesGaryMoore, y lo hacemos con Scars (Cicatrices) el décimo quinto álbum de estudio del genial guitarrista de jazz rock, blues rock y hard rock. Mencionamos, una vez más, varios de los grandes estilos en los que se movió, porque Scars fue, tras diez años dedicado a explorar los terrenos musicales del blues rock, una especie de vuelta a los discos de sus orígenes, sin dejar por ello de lado al blues y, sobre todo, a las influencias de grupos como Cream o The Jimi Hendrix Experience.

Publicado en 2002, el disco fue grabado por una banda en formato power trío, algo muy del gusto de Gary, que ya había explorado esa fórmula en "BBM" con Jack Bruce y Ginger Baker. En esta ocasión, los elegidos fueron Cassie Lewis (ex-bajista de Skunk Anansie) y Darrin Mooney (batería de Primal Scream). Este último impresionó a un Moore conocido por ser extremadamente exigente con los baterías, que pensó que con el sonido que el baterista podía dar a sus canciones, lo que realmente pegaba era un disco más crudo y directo que lo que normalmente venía haciendo, por lo que una vez reclutado el bajista, decidió que esa sería la banda de Scars.

A diferencia del trabajo realizado en el combo Bruce-Baker-Moore, que en todo momento se trató como un trabajo puntual y paralelo a su discografía, Scars tiene en todo momento el sello de un disco personal de Gary Moore, empezando por el propio título. Las "Cicatrices" pueden hacer referencia a la experiencia y los momentos difíciles vividos a los largo de toda una carrera en la música, o más directamente a las propias cicatrices físicas en el rostro del guitarrista norirlandés, a consecuencia de una reyerta en un pub a finales de los años setenta.

When the sun goes down es el tema de apertura, y la primera muestra clara de la fuerza y la química de Moore, Lewis y Mooney. Si las cicatrices pueden a veces ser bastante profundas, también lo son las raíces del rock gestado por los tres músicos, siempre con la guitarra de Moore y su sonido wah wah típico de Hendrix mandando en cabeza. Rectify sigue la misma línea cruda y guitarrera, con un riff más pesado y el mismo tono amargo en la voz de Moore, más grave y rasposa que en discos anteriores. Gary no nació en Chicago, como reza el título de siguiente tema, pero en Wasn't born in Chicago se maneja a sus anchas sobre una batería de estilo jazz y sonidos electrónicos que bien podrían haber nacido en uno de los oscuros bares de jazz y blues de la ciudad estadounidense.

Tras la rítmica y efectiva Stand Up, con sus peculiares silencios al final de cada vez que se pronuncia el título, llega el turno del Moore más lento y melódico en la balada Just Can't Let You Go, intenso tema de estructura blues y de más de 7 minutos de duración. Es sólo un alto en el camino, porque el blues rock de garaje y carretera vuelve con fuerza en My Baby (She's so good to me). Vuelven también las influencias de Hendrix, tanto en World of Confusion, que juega con la estructura de Manic Depression, como en Ball and Chain, tema de casi 13 minutos, que bebe de las fuentes de Voodoo Child. La cosa no queda ahí, porque en el abrasivo arranque de World Keep Turnin' Around y en su acelerado riff se vislumbran guiños evidentes a Foxy Lady.

Y después, como a todo disco, y como al #MesGaryMoore, a Scars le llega el momento de decir adiós. A estas alturas, y pese a las visibles cicatrices que las ramas de los árboles le han producido por el camino, el caballo que galopa Gary se sabe ya ganador, y se permite el lujo de aminorar el paso y disfrutar del paisaje en los metros que le separan de la meta final en Who Knows (What Tomorrow May Bring?), que además de un gran tema lento, es una gran pregunta. ¿Quién sabe lo que el mañana traerá? Nadie lo sabe, y esperamos que sean más alegrías en forma de discos como este, ideales para cerrar para siempre, y a golpes de blues y rock, algunas profundas cicatrices.

miércoles, 24 de febrero de 2021

Gary Moore - A different beat (Mes Gary Moore)

 



En los últimos años del siglo XX, los avances en las tecnologías de la creación musical, originaron una epidemia que se extendió de forma transversal a todo tipo de músicos, actualmente los amantes dl rock sufrimos todo tipo de sonidos que no llegan a emocionarnos lo que una guitarra tocada con manos expertas nos puede trasmitir, tampoco quizás hayamos explorado demasiado, tampoco seguramente nos interese demasiado, esta nueva música es un paisaje del que realmente se muy poco, lo que sé es que los tecno-beats y otros paisajes sonoros relacionados producidos electrónicamente fueron un terreno tentador para los fuegos artificiales de guitarra, y los músicos de Jeff Beck a Joe Satriani exploraron ese territorio con resultados no demasiado satisfactorios para los puristas. Gary Moore no escapó ileso, y se atrevió a entregarnos un disco donde podemos disfrutar de su guitarra y la voz habituales en otros discos, a los que añadió un bajo adicional y algunas funciones de teclados, el resto es solo programación y sintetizadores y nos vamos a adentrar en terreno peligroso. 


 

Tras una primera pasada por A different beat rápidamente te das cuenta de que lo que tienes delante está muy alejado de lo que ha sido la carrera de Moore, sin embargo a poco que lo intentes es fácil descubrir que los mejores momentos que se dan en el disco es cuando Gary es acompañado por una batería real, por ejemplo en esa versión urgente y demoledora de "Fire" de Hendrix (único tema no original de Moore), o en la cruda y diabólica "Worry no More", alternando entre la fuerza bruta del Hard Rock y las reminiscencias sensuales de Boogie al estilo de J.Lee Hooker, agudizando los sentidos y quedándonos en nuestro ambiente podemos encontrar ecos de los pioneros Delta-Blues en “Bring My Baby Back”, donde el espíritu de Robert Johnson parece flotar sobre ritmos muestreados, sonidos de sintetizador, blips y otros efectos variados que ha decidido incluir, mientras. Otras reminiscencias al sabor añejo del blues, como cuando Gary viaja al terreno de Santana en el Power-Pop con inflexión de "Lost in Your Love" donde descubrimos una interpretación tanto vocal como instrumental apasionada y de gran altura, o cuando es una sensibilidad similar a la de Peter Green la que templa al candidato perfecto y melancólico a la canción favorita de las estaciones de radio "Surrender", una pista de más de 9 minutos con un vago ambiente parecido al de Sade. En “Can't Help Myself”, también podemos escuchar las reverberaciones del héroe de la guitarra que conocemos.



La crítica de la época acogió con mucha tibieza esta obra, sin perdonar al artista el giro decisivo hacia otros caminos, aunque a la vez gratificado por escenarios aún rebosantes de sus interpretaciones. Personalmente escucho a Gary Moore por su rock, que básicamente dejó de publicar después de 1990. Desde entonces, ha sido el blues, o versiones del blues, en lo que se ha concentrado. Este álbum fue en realidad un poco experimental, usando lo que supongo que podría llamarse fusión de blues, junto con elementos de muestreo y rap. A veces lento, otras veces simplemente irritante, pero, al final del día, una forma diferente de escuchar a Gary Moore en busca de formas alternativas de encender su sensibilidad Blues única en su tipo; puede ser gratificante, definitivamente es una experiencia auditiva digna, he escuchado cosas menos interesantes de nuestro guitarrista irlandés, y una cosa es segura: no se le puede acusar de repetirse. En general, y como concepto, tiene su mérito. Gary Moore nunca ha tenido miedo de probar cosas diferentes o abordar las cosas desde un ángulo diferente, y esto es lo que hace en este álbum.

 

domingo, 21 de febrero de 2021

Gary moore - After Hours (Mes Gary Moore)

 

After Hours, Gary Moore


     Con Still Got The Blues (1990), Gary además de volver a las raíces, había conseguido situarlo como el más exitoso de su carrera, vendiendo más de tres millones de copias en todo el mundo. Acababa de sentar los cimientos de su retorno a un estilo que siempre le había acompañado, no en vano, durante  la gira de apoyo del último álbum de hard rock que publicó, After the War (1989), en los camerinos solía tocar blues para calentar.

Gary tenía claro la senda que quería seguir, la senda del blues, y publica su siguiente trabajo seguido orientado a este género musical. Con Still Got the Blues había sentado los cimientos de un género que conocía desde hace mucho tiempo ya, de hecho, ya coqueteaba con él en su inicios. Cómo olvidar su etapa con la formación irlandesa Skid Row, y su primer disco de estudio, Grinding Stone, el gran olvidado de su carrera, muy recomendable. Con su valiente decisión de volver a las raíces muchos pensaron que Still Got The Blues sería fruto de una noche de pasión, no podían estar más equivocados, y con After Hours se encargaría de demostrarlo. Un disco a la altura de su anterior trabajo, Still Got The Blues, y en mi humilde opinión, en su conjunto, mejor incluso.

Para la grabación del álbum, Gary cuenta con los ya habituales bajistas Bob Daisley y Andy Pyle además de Will Lee y Johnny B. Gaydon, con Grahm Walker y Anton Fig a la batería, y Tommy Eyre a los teclados. Y la sección de viento de la que se rodea no puede ser mejor, Martin Drover a la trompeta, Richard Morgan al oboe, Frank Mead, Nick Pentelow y Nick Pain al saxofón, y el dúo de los maravillosos Memphis Horns, Andrew Love (saxofón) y Wayne Jackson (trompeta). Los coros del disco corren a cargo de Carol Kenyon y Linda Taylor. Gary, además contó con la colaboración de BB King y Albert Collins en un par de temas. El resultado es After Hours, publicado el 10 de marzo de 1992 bajo el sello discográfico propiedad de Virgin, Charisma Records.  El disco consigue buenas cifras en las listas de ventas, consiguiendo la certificación de platino en Suecia y la de oro en el Reino Unido, además de conseguir buenas cifras también en España, Francia, Australia y Nueva Zelanda. 



En el disco apreciamos la importancia que van a tener, además de la guitarra de Moore, las interpretaciones de las secciones de viento de los Memphis Horns y compañía. Encontraremos brillantes versiones que Moore hace suyas como los marchosos Don't You Lie To Me (Hudson Whittaker), Key To Love (John Mayall) y The Blues Is Alright (Milton Campbell), tema éste último donde colabora Albert Collins. También se marca un maravilloso cover de la balada compuesta por Duster Bennett, Jumpin' At Shadows, y es que cuando Moore se pode sentimental lo clava como pocos con su guitarra. Podremos disfrutar de composiciones suyas llenas de ritmo como Cold Day In Hell, con los coros magníficos de Kenyon y Taylor, Only Fool In Town, uno de los temas más cañeros del álbum, y Since I Met You Baby, donde cuenta con la colaboración del maestro BB King, y cuyo single alcanzó el puesto numero 4 en las listas de ventas del Reino Unido. Encontraremos Brillantes baladas, como The Hurt Inside, con esas sobresaientes secciones de viento y Noting's The Same, donde Moore, armado únicamente con su voz y su guitarra nos hará soñar. Mención aparte para dos temas que en mi opinión elevan el nivel de un álbum de por sí ya muy bueno, Story Of The Blues y Separate Ways, temas donde se combinan todos los elementos para regalarnos dos maravillas composiciones, los músicos, la potente sección de viento de la que Moore sabe sacar partido, y cómo no, esa guitarra de la que sabe cómo lanzar notas llenas de sentimiento que se clavan en nuestro corazón y nos hacen vibrar, sentir, disfrutar...

En 2002 se reedita After Hours en formato CD con cinco temas extras All Time Low y Movin' On Down The Road, ambas composiciones de Moore, dos versiones, Woke Up This Morning (BB King, Jules Taub) y Don't Start Me Talkin (Sonny Boy Williamson), y Once In A Blue Mood, compuesta por Moore junto con Anton Fig, Will Lee y Tommy Eyre, un instrumental donde volvía a contar con la colaboración de Albert Collins.

Con After Hours Gary seguía recorriendo la senda del blues, una senda que ya había iniciado en sus comienzos como músico, y que siempre le acompañó, pues fue uno de los géneros musicales que le acompañaron siempre y del que estaba fuertemente influenciado.

viernes, 19 de febrero de 2021

El disco de la semana 213: Colosseum II - Strange New Flesh (Mes Gary Moore)

 

Strange New Flesh, Colosseum II


     Nos encontramos en el mes de febrero, un mes que estamos dedicando a la figura del guitarrista irlandés Gary Moore. Si bien nos estamos haciendo eco de su discografía en solitario, no podíamos dejar pasar la oportunidad de hablar de una etapa en la que se involucró en el jazz Rock y jazz fusión. Una etapa que sirvió al genial guitarrista para elevar su nivel con el domino de las seis cuerdas con su trabajo en la formación Colosseum II, en la que ingresó en 1975 y la cual dejó en 1978 con 3 discos grabados en su haber.

Para hablar de Colosseum II tenemos que hablar de John Hiseman, el genial baterísta que había formado parte del grupo Colosseum (1968-1971), una de las primeras formaciones en fusionar jazz, rock y blues. Cuando desparace ésta en 1972, Hiseman junto con su compañero en la desparecida banda Mark Clarke, forman Tempest, formación con la que publica 2 discos, hasta la desaparición de ésta en 1974. 



En noviembre de 1974 Hiseman anuncia un nuevo proyecto, y para éste ficha a Gary Moore. Hiseman y Moore, bajo el nombre de Ghosts se pasan desde noviembre de 1974 hasta mayo de 1975, fecha en la que queda conformada la formación permanente del grupo, ensayando y audicionando a otros músicos para el proyecto a la vez que intentan conseguir un contrato con alguna discográfica. Tras los 18 meses de auiciones, el grupo queda formado por John Hiseman (batería), Gary Moore (guitarra), Don Airey (teclados), Neil Murray (bajo) y Mike Starrs (voz). Tras varios meses en busca de una discográfica, consiguen que el jefe de Bronze Records, Gerry Bron, se interese por ellos y su material. Gerry les ofrece un contrato a la vez que les aconseja encarecidamente que cambien el nombre del grupo, el cual acabrá llamándose entonces Colosseum II. El sonido del grupo se moverá entre el jazz rock y el rock progresivo, si bien tendrá poco que ver con el sonido de la primera formación de Colosseum (1968-1971), pues el sonido de esta nueva formación es un sonido más contundente y endurecido sin perder la esencia de la fusión del jazz y el rock, en el cual Moore tiene gran parte de culpa con el afilado sonido de su guitarra.

Con el grupo consolidado y con un contrato en el bolsillo con Bronze Records, Hiseman, Moore y los demás se encierran en el estudio y graban 6 temas, de los cuales 5 son cosecha propia y el restante una versión de un tema de Joni Mitchell. Así se gesta Strange New Flesh, publicado el 19 de abril de 1976. Seis temas, apenas unos 40 minutos donde estos grandes y talentosos músicos que influenciarán más adelante a infinidad de músicos y en multitud de géneros, conciben un gran álbum que entonces pasó ciertamente inadvertido y fue bastante infravalorado.

Abre el disco Dark Side Of The Moog, instrumental compuesta por Gary Moore y Don Airey. Todo un burlesco guiño a la oda de Pink Floyd donde además de mostrar lo excelentemente engrasado y el funcionamiento como una sola unidad de la banda con los pasajes melódicos, podemos deleitarnos con la maestría de Airey y Moore a los teclados y a la guitarra respectivamente, que nos regalan unos duelos fabulosos. Down To You, el único cover incluido en el disco. Tomando el tema de la gran Joni Mitchell como base, Mike Starr consigue estar a la altura del grupo con su trabajo vocal en un tema que alargan durante más de 9 minutos y que contiene una sección instrumental intermedia donde Don Airey demuestra el por qué es uno de los mejores tecladistas que hay. Gemini and Leo, compuesta por Hiseman y Moore. Magnífico tema compuesto sobre una base funky donde el grupo suena más que bien y sin ninguna fisura. Secret Places, compuesto por Hiseman y Moore. Tema con un rítmo acelerado donde Mike Starr está más que bien secundado por la destreza rítmica y armónica de unos músicos que suenan más que compenetrados. One Second Troughts, compuesto por Moore. Podemos apreciar la característica mano de Moore en la composición, un tema lento donde Mike Starrs se desata con sus virtudes vocales, que son adornadas por esos característicos toques de guitarra de Moore y los magníficos efectos de los teclados de Airey. Cierra el disco Winds, una composición de más de 10 minutos obra de Moore y Hiseman. La apertura a toda pastilla de batería de Hiseman es sencillamente espectacular, y el tema es sencillamente una fusión de estilos perfecta. 

Desafortunadamente este genial disco pasó comletamente inadvertido y el grupo fue despedido por la discográfica Bronze Records. El grupo todavía tendría tiempo de regalarnos dos álbumes más, pero eso es otra historia. En 2005 se reeditaría el álbúm como un set compuesto por un doble CD con material de estudio de la banda que abarca más de una hora de estudio y un concierto grabado en vivo por la BBC en 1976, material muy recomendable para los amantes del jazz rock y el rock progresivo. Quizás, una de las claves del fracaso de éste álbum lo podemos encontrar en el hecho de que los seguidores esperaban que Strange New Flesh tuviera las hechuras y el característico sonido de la primera formación de Colosseum, pero Hiseman, Moore, Airey, Murray y Starrs no eran Colossseum, eran colossseum II...


miércoles, 17 de febrero de 2021

Gary Moore - Still got the blues (Mes Gary Moore)

 



El álbum Still Got The Blues de 1990 fue un cambio de juego abrupto y arriesgado que reavivó la tradición de la guitarra de blues británica, y es Gary Moore quien fue el encargado asumir ese riesgo. Fue en 1989, cuando empezaría a tomar forma un álbum de blues, si llegaba a publicarse ya que todo estaba muy en el aire. Bob Daisley (bajista de entre otros Ozzy Osburne) tenía entre ceja y ceja hacer un álbum de blues. " Esa idea fue planteada a la compañía discográfica por el manager de Moore, Steve Barnett. Según John Wooler, integrante del equipo de Virgin Records A&R, uno de los primeros pensamientos fue hacer un álbum conceptual de Fleetwood Mac con el productor de Blue Horizon , Mike Vernon, y tratar de que tocara parte de la banda original. Pero Moore pronto abandonó ese plan y se dedicó a formar un equipo de músicos con su propio nombre. Dentro de Virgin, la conversación se centró inicialmente en que se trataba de un proyecto paralelo, en otras palabras, no un álbum que contara como parte de los compromisos contraídos de Gary Moore para ello se acercó primero al bajista Andy Pyle, con quien había tocado en 1980, que tenía sólidas actuaciones de blues con varias bandas, incluidas Savoy Brown y Blodwyn Pig. Moore y Pyle se conocieron y comenzaron a trabajar en algunas ideas. La actividad luego se trasladó a un pequeño estudio en un granero reformado en Woodcray, Berkshire, no lejos de la casa de Gary en Henley. Andy trajo al ex baterista de Blodwyn Pig, Clive Bunker, y cuando eso no funcionó, recurrió a Graham Walker, que no era específicamente un baterista de blues, y el pianista Mick Weaver. Se pusieron a tocar algunos temas y de ahí nació el embrión del álbum. Steve Barnett llevó las demostraciones a Virgin. "La gente reaccionó muy bien dentro de Virgin a algunas de las canciones más comerciales", dice Wooler. “la gente no era muy experta en blues y pensaron que tal vez las canciones tenían un potencial mayor que un simple disco de blues. La interpretación era genial, por lo que aún atraería a los fans de la guitarra y podría atraer a un público más amplio ya que eran muy melódicas ". Con esta presentación Virgin decidió darle a Gary Moore la oportunidad de ser la cabeza del álbum. Tras muchos meses de trabajo el disco estaba listo, Moore estaba extremadamente nervioso por la reacción de los fans y los críticos. Temía defraudar a sus fans del rock y no impresionar a la comunidad del blues, que se burlaría de sus credenciales. Pero Bob Daisley ya le aviso que: "Esto va a ser lo más grande que hayas hecho". Qué razón tenía. 



Abre el álbum Move On, un hard rock que el irlandés traía como marca registrada, acompañado de ciertos ramalazos de blues, empezamos de forma genial, desde el principio descubres que vas a navegar por lugares inmensos. Oh Pretty Woman cuenta con la guitarra y la voz de Albert King, quien popularizó esta composición de A. C. Williams, compositor estadounidense que trabajó en la emisora de radio WDIA de Memphis, Tennessee, desde principios de la década de los 50 hasta 1980. El riff inicial te coge por sorpresa dando paso a toda la banda para acompañar el estilo elegante de Moore. Las trompetas y el saxofón entran en escena para crear una sólida base que aportan riqueza a la aparentemente sencilla labor de bajo y batería sobre la que Moore extiende sus magistrales solos, hay un sobresaliente contrapunto entre King y Moore. al parecer cuando Moore le enseñó el tema a King, éste le hizo parar en el acto, horrorizado por el volumen y cantidad de notas tocadas por Moore. Debieron llegar a un acuerdo, pues el tema es una auténtica delicia, sobre todo por el contraste entre los punteos clásicos y puristas de King y la demostración hard rockera de Moore, un tema que pasaría a formar parte de su habitual repertorio: nacía un clásico de clásicos. El enorme Jimmy Rogers, conocido por su participación en los trabajos de Muddy Waters durante las décadas de 1950 y 1960 y que fue uno de los mentores y precursores del blues de Chicago, jamás se hubiese imaginado que su Walking By Myself seria llevado a un extremo tan soberbio entre el blues y el rock, tres minutos brutales con cambios de melodía y tono constantes, pero compacto, que consigue llevarte al éxtasis. 



Y llegamos a la obra maestra incontestable del álbum Still got the blues, que podría compararse al “Still Loving You” de Scorpions, para nada en estilo y temática, pero sí en el sentido de canción universal que todo el mundo conoce y relaciona con el artista, es el tema que no dejó de sonar en las radios y que consiguió que este fuera el disco más vendido de la discografía del irlandés. Una balada bluesera made in Gary Moore donde hace llorar su Les Paul al estilo de Parisienne Walkways o Empty Rooms, los increíbles sostenidos de Gary Moore te harán llorar. Bella y a la vez desgarradora, Still got the blues consigue erizarme la piel y aflorar lágrimas en los ojos con cada una de las notas que extrae de su guitarra. ¿Canción perfecta? Para el resto no sé, para mí está incluida en mi lista. Fuera de lo estrictamente musical contaros el “lunar” por todos conocidos, en 2008, la banda alemana de rock progresivo Jud's Gallery grabó una sesión en una radio, uno de sus temas, "Nordrach" llama particularmente la atención, un tema de 12 minutos en el que, en las secciones intermedias, el guitarrista ejecuta una línea similar a la del emblemático tema del norirlandés. Moore negó haber siquiera conocido la canción. De hecho, el juez aleman encargado del caso afirmó que la canción solo podía escucharse en vivo o en la radio en aquella época, pues no había lanzamiento en CD de "Nordrach", es más: la banda alemana jamás lanzó un álbum. Finalmente, el 3 de diciembre de ese año el juzgado determinó que, pese a no existir pruebas de que el solo fue tomado deliberadamente, sí existía infracción a los derechos de autor. Por ello, ordenó que el guitarrista y su sello discográfico debían indemnizar a Juergen Winter, líder de Jud's Gallery, quien presentó el caso.


 

 

El lento inicio de Texas Strut sirve para coger impulso tras el “one, two, three, four de Moore y recorrer de nuevo la carretera, aroma total a ZZ Top que aquí rebosa toda su esencia, con sonido Stratocaster, un homenaje a los sonidos de blues blanco contemporáneo. Los guiños a “The Grange” de los barbudos tejanos está más que presente, sólo hay que escuchar el “ho ho ho” al minuto veinte de canción o el riff que suena a los tres minutos y quince segundos. Blues, country y rock se fusionan perfectamente. Orgía musical concentrada en casi cinco minutos. Trompeta, saxo y piano vuelven a aparecer en Too Tired y la espectacular batalla guitarrera junto a Albert Collins, que con su sonido Telecaster y pinzando las cuerdas con los dedos vuelve a crear un bonito contraste con el estilo de Moore. Con King of the Blues, te viene a la cabeza la icónica imagen de los locales de jazz y blues, con el humo en el ambiente y bourbon servido en las mesas. El teclado flota mezclado con los instrumentos de viento, los dedos de Moore se mueven ágiles sobre las seis cuerdas extrayendo gritos de placer apoyado por la imponente base de bajo y batería.  As the years go passing by es un tema de casi 8 minutos ejecutado de forma lenta y melancólica, ideal para los nostálgicos días de lluvia gracias a la atmósfera que consigue crear Gary, consiguiendo hacer suyo esta composición de Deadric Malone, apodo de Don Deadric Robbey, y que ya habían grabado antes Fenton Robinson (1959) y Albert King (1967). Más que destacable el fantástico piano del veterano Nicky Hopkins que se funde con una gran exquisitez con los lamentos de la guitarra de Moore. Midnight Blues es otra pausada y bonita canción de tempo moderado, que como muy bien indica su título es muy apropiada para escuchar a medianoche, debido a su sonido elegante y relajado. Moore nos regala unos solos intimistas y muy personales, cargados de un sentimiento impregnado de nostalgia, con otro paseo de Moore por su Gibson Les Paul.

 


Pero no está todo dicho ya que en la edición especial encontramos otros tres temas muy potentes, empezamos por That kind of Woman, esta vez es el ex-beatle George Harrison, el que regala a Moore una canción diferente en el conjunto del disco, además de que Harrison se encarga de un personalísimo slide y de los coros. All Your Love original de Ottis Rush, es otro de los homenajes que Moore hace a los músicos que le han influenciado, aportando una ligera versión alejada de la tosca producción de la original. Dinámica y guitarrera canción. Cierra los extras con Stop Messin’ Around, original de Fleetwood Mac, escrita por su mentor Peter Green un blues rock que ya tocaba Gary en sus directos desde mediados de los 80.

domingo, 14 de febrero de 2021

Gary Moore - Wild Frontier (Mes Gary Moore)


Wild Frontier es el séptimo álbum de estudio de Gary Moore, publicado en 1987, y el tercer intento de Jorky, el responsable de que estemos en el #MesGaryMoore, de convencerme de las bondades y virtudes del genial guitarrista irlandés. Conozco a Jorky desde prácticamente el "parvulario" (nombre con el que se conocía a la educación infantil en los años 70). A finales de los 80, ya no eramos precisamente "parvulitos", y Jorky ya había descubierto a Gary Moore. Como buen profeta, se había auto-exigido conseguir más adeptos para la causa, y yo fui uno de los afortunados elegidos. Fueron varios los discos de Gary Moore que me pasó para que fuera escuchando, y recuerdo que, aunque me encantaban varias canciones sueltas de cada uno de aquellos discos, no terminaba de engancharme a su propuesta de heavy-rock de sencillos estribillos y elaborados y brillantes solos de guitarra. Y entonces, en ese tercer intento, me dejó un cassette de Wild Frontier. 

Me bastó con escuchar los tambores de guerra con los que arranca Over the hills and far away, interpretados por The Chieftains, para saber que aquel disco iba a hacer saltar por los aires mi cabeza, y con ella todas mis dudas y resistencias. La colaboración del mítico grupo irlandés va más allá, aportando las gaitas y violines celtas que, combinados con las excelsas guitarras de Moore, elevan al tema a la categoría de obra maestra. Debo tener algo de sangre irlandesa corriendo por mis venas, porque muchos años después, les he puesto esta canción a mis hijos, y el efecto ha sido igualmente impactante. Desde la primera escucha, esta canción sobre un preso en busca de su libertad, huyendo a través de las colinas y más allá, se convirtió de inmediato en una de sus canciones favoritas.

Tras esta musical metáfora sobre la situación política en Irlanda del Norte​, llega el turno del tema que da título al disco, el melódico y rockero Wild Frontier, en el que el músico de Belfast continúa destilando toques celtas e influencias de la música tradicional irlandesa. Un tema que estaba inicialmente planeado para ser cantado junto a  Phil Lynnot, el líder de Thin Lizzy fallecido apenas un año antes. Su repentina muerte impidió esta nueva colaboración entre los dos músicos, y Moore acabó dedicando el disco a su amigo, como quedó reflejado en la contraportada del vinilo original, en la que podía leerse "For Phillip". Phil Lynott cruzó esa clase de "frontera salvaje" de la que ya nunca se puede volver, y la que iba a ser su canción se convirtió en una de las banderas del disco y una nueva ocasión para recordar la situación en Irlanda del Norte.

Tras dos temas tan influenciados por Irlanda y su música, Moore retoma su habitual hard-rock efectivo y comercial con Take a little time, un tema directo y contundente en el que, además de la guitarra de Moore, que se marca uno de los mejores solos del disco, destaca especialmente la fuerza de los teclados y la batería. Esta última constituye una auténtica curiosidad en el disco, ya que la extrema exigencia de Gary Moore le llevó a no estar satisfecho con el trabajo del batería, decidiendo finalmente hacer la totalidad del disco con baterías programadas. Esto acabó influyendo en el sonido tan característico y diferencial del disco con respecto a obras anteriores.

Con baterías electrónicas o sin ellas, un tema como The Loner (El solitario) mantiene intacta su belleza y su atmósfera melancólica y ensoñadora. Este tema instrumental, emparentado directamente con el mítico Parisienne Walkways de la época de Thin Lizzy, es sin duda uno de los momentos más intensos y brillantes del disco, y no es el único, porque la versión del Friday on my Mind de los australianos Easybeats tiene un puesto de honor en el podio de canciones "mejores que el original" y es un rotundo single que se convirtió enseguida en uno de sus temas más reconocidos. El disco baja un poco el pistón con Strangers in the Darkness, un tema lento con ciertos aires a los también irlandeses U2. Antes de terminar el disco, con esa peculiar guinda en forma de lamento tradicional celta que es Johnny Boy, Moore nos recuerda que los suyo es el heavy con Thunder Rising, el momento más acelerado y guitarrero de todo el álbum. El toque patrio lo pone aquí la letra, basada en las andanzas de un héroe mitológico irlandés.

La edición en cassette que me pasó Jorky tenía dos canciones más, dos versiones diferentes de Wild Frontier y Over the Hills and far away. Esta última tenía una curiosa intro, en la que se oían los pasos de alguien (yo asumí que era el propio Gary Moore, pero el audio tiene estos misterios insondables) pasando de un auricular al otro. Tras los primeros pasos, se oía una puerta abriéndose, y tras ella sonaba un breve fragmento de Out in the Fields, precisamente una colaboración anterior de Lynnott en un disco de Moore. Tras una nueva tanda de pasos, otra puerta se abría, para que esta vez sonara un fragmento de Empty Rooms, otra de las grandes canciones de Moore. Tras cerrar de nuevo la puerta, empezaba por fin la nueva versión de Over The hills and far away. A la tercera va la vencida, parecía decir el desde entonces proclamado Dios Moore desde el walkman, premiando la insistencia de su profeta Jorky y su esfuerzo por llevar la obra del genial guitarrista a los que no lo conocíamos, aunque eso implicara quemar varias cassettes y caminar incansable "tras las colinas y más allá".

miércoles, 10 de febrero de 2021

Gary Moore - We Want Moore! (Mes Gary Moore)

 

We Want Moore!, Gary Moore


     Nos encontramos a principios de los años 80, y Gary Moore, que ha estado exprimentado con varios sonidos, decide adentrarse en el hard rock y el heavy metal. El primer disco publicado por Gary que está orientado claramente hacia este sonido es Corridors Of Power, publicado en septiembre de 1982. El disco obtiene buenos resultados en las listas de ventas del Reino Unido, y además Gary consigue meterse por pimera vez con uno de sus discos en la lista Bilboard 200 de Estados Unidos. Unos meses después, concretamente entre octubre y noviembre de 1983, Gary se mete en el estudio de grabación para preparar su siguiente trabajo, Victims of the Future, el cual ve la luz en dicimbre de 1983. Con este disco continúa su paulatino ascenso y popularidad dentro del hard rock, consiguendo colocar el disco en el puesto número 12 de las listas del Reino Unido, y en el puesto número 172 de las lista Billboard Hot 200 de Estados Unidos.

Tras la publicación de Victims of the Future, Gary Moore realiza una gira de apoyo que le llevará a visitar además de las islas británicas, Europa y Japón, donde tiene un gran cartel ya, y Estados Unidos, siendo la primera vez que gira en solitario allí,  consiguiendo además muy buenos resultados en el país americano. Fruto de aquella gira de apoyo del disco, se publica su tercer álbum en directo, We Want Moore!, bajo el sello discográfico Virgin Records. El disco ve la luz en octubre de 1984 y contiene material grabado durante la extensa gira en lugares como Estados Unidos, Japón, Escocia e Inglaterra durante los meses de febrero y junio de 1984.



El personal que acompaña a Gary Moore en dicha gira está compuesto por Neil Carter (guitarra rítmica, teclados y coros), Ian Paice (batería) y Graig Gruber (bajo y coros) en los temas grabados en Escocia, Inglaterra y Japón, y los mismos menos Ian Paice, que es sustituido por Bobby Chouinard a la batería en los temas grabados en Estados Unidos. Cabe destacar la importancia de Neil Carter en esta etapa de la carrera de Gary, el cual empieza a trabajar con él en la grabación de Victims of the Futture. Y es que el bueno de Neil Carter además de tocar teclados y la guitarra rítmica, compone, coescribiendo varios temas juno al guitarrita irlandés. Pero además, el bueno de Carter posee un registro vocal muy parecido al de Gary, cosa que el irlandés agradece en los directos. Neil Carter permanecerá junto a Gary Moore hasta la publicación de su último trabajo dentro del hard rock y heavy metal, After the War, momento en el que se centra en su participación como músico clásico en varias orquestas, a la vez que inicia su carrera como profesor de música de conservatorio, especialmente de saxofón y clarinete. En 2010 volvería para colaborar con Gary Moore en las extensas giras que estuvo dando, y permaneció trabajando con él hasta la fecha de su muerte.

We Want Moore! consigue  posicionarse tres semanas consecutivas en los Uk Álbums Chart del Reino Unido, alcanzando el puesto número 32, y ayuda a consolidar la carrera de Gary Moore en el mercado americano, pues en Europa y Japón ya tiene el artel de estrella. 

Entramos en materia de este doble álbum en directo y nos econtramos abriendo la cara A del disco 1 Murder in The Skies, compuesta por Gary Moore y Neil Carter. Tema con alto contenido antibélico donde nos relata el ataque soviético contra el vuelo comercial de pasajeros 007 de Korean Air, donde dicho avión fue derribado el 1 de septiembre de 1983 por interceptores soviéticos cuando sobrevolaba suelo soviético restringido. Le sigue la brillante versión de Shapes of Things, el temazo del grupo inglés Yairdbirds que cuenta con unas letras en contra de la guerra y en defensa del medio ambiente. Cierra la cara A Victims of the Future, compuesta por Gary Moore, Neil Carter, Ian Paice y Neil Murray, y que al igual que los dos temas anteriores, es una crítica en toda regla contra la guerra, más concretamente contra la Guerra Fría. Estos tres primeros temas de la cara A pertenecen al álbum Victims of the Future y fueron grabados en el Harpo's de Detroit, Estados Unidos, el 23/6/1984. 



Abre la cara B del primer disco Cold Hearted, grabado el 29/2/1984 en el Nippon Budokan de Tokio, Japón. El tema está incluido en el disco Corridors of Power y la composición es de Gary, y con sus casi 11 minutos de duración es uno de los puntos álgidos del disco donde el irlandés no regala unos sólos épicos. Le sigue End of the World, grabado el 14/2/1984 en el Apollo Theatre de Glasgow, Escocia. Compuesto por Gary e ncluido también en Corridors of Power, la versión de estudio cuenta con la colaboración de Jack Bruce, y en la grabada este directo podemos comprobar la importancia de Neil Carter dando apoyo vocal constante a Gary Moore. Cierra la cara B de este primer disco Back on the Streets, grabado también en el Apollo Theatre de Glasgow. Incluido en su segundo álbum de estudio del mismo nombre, es en mi opinión otro de los grandes momentos del álbum, un temazo que Gary conservó en su repertorio en directo durante prácticamente toda su carrera. 

El segundo disco de este doble, en su edición en vinilo, la cual tengo y conservo como oro en paño desde hace muchos años, es en realiad un maxi-single que contiene dos temas por cada cara. En la cara A nos encontramos los dos primeros, grabados en el Apollo Theatre de Glasgow. El primero es So Far Away, que en realidad es un intro de gitarra de Gary del tema que viene a continuación, Empty Rooms, otro de los grandes temas de su carrera. Incluido en Victims of the Future y compuesto por Gary Moore y el bueno de Neil Carter. Sobre esta gran balada Neil carter solía bromear diciendo que era el tema que le había dado de comer y pagado las facturas. 

Abre la cara B del maxi-single Don't Take Me For A Loser, grabado en Detroit al igual que los primeros tres temas. El tema, un trallazo con un sonido muy pesado, está incluido en Corridors of Power y acreditado a Gary Moore. El tema que cierra la cara y el doble álbum es Rockin' and Rollin', grabado en el Hammersmith Odeon de Londres el 11/2/1984. Este rock and roll aceleradísimo fue compuesto por Gary Moore y el baterista y percusionista Mark Nauseef en 1980, e incluido en el álbum de nombre G-Force, del grupo G-Force y cuyo proyecto integraban los dos además del bajista Tony Newton y el vocalista Willie Dee. En el directo podemos disfrutar de la colaboración del cantante y productor Jimmy Nail a los coros.

We Want Moore! fue el resultado de una extensa gira que duró unos ocho meses, desde febrero hasta septiembre de 1984, y que sirvió para situar a Gary Moore entre los grandes nombres del hard rock y heavy metal, además de conseguir establecerse y asentarse con éxito en el mercado americano, el único que le faltaba por conquistar. 

domingo, 7 de febrero de 2021

Gary Moore - Live At The Marquee (Mes Gary Moore)

 

Live At The Marquee, Gary Moore


     

     El 21 de septiembre de 1983 se publica bajo la discográfica Jet Records el primer álbum en directo de Gary Moore, Live At The Marque, con material extraído de la actuación del guitarrista en el citado club de Londres los días 5 y 6 de noviembre de 1980. Para aquellas sesiones Gary cuenta con la colaboración del vocalista Kenny Driscoll, ex lider de la formación Lone Star, el bajista de The Kinks Any Pyle, el baterista Tommy Aldridge y el teclista y ex compañero de Moore en Closseum II Don Airey.



Los temas que conforman el directo provienen de material de su disco en solitario Back on the Streets (1978); de su fracasado proyecto llamado G-Force, un proyecto con título homónimo que contó en sus filas con Gary Moore, el vocalista Willie Dee, el bajista Tony Newton y el baterista Mark Nauseef; y del disco Dirty Fingers, cuyo material se graba en 1980 y es publicado por Jet Records en 1983 aprovechando el despegue y tirón que empieza a tener Gary. Este último disco fue publicado sin autorización del guitarrista, pues consideraba que la producción del mismo no era lo suficientemente buena como para ver la luz. De la producción de este directo se ocupó Chris Tsangarides, productor con el que Gary grabaría varios discos más. 

Live at the Marquee es lanzado por primera vez en septiembre de 1883 para el mercado japonés junto al citado disco Dirty Fingers por la discográfica Jet Records que había comprado los derechos de autor de sendos trabajos. Dicho directo es un fiel reflejo de los estilos con los que andaba coqueteando Gary por entonces, hard rock, jazz rock, rock and roll ó incluso un estridente pop rock fruto de su proyecto G-Force. Otra de las cosas destacables de este disco es la formación que el guitarrista junta para la ocasión, todos músicos de primerísima línea, y es que Gary supo rodearse durante toda su carrera de músicos de primer nivel para sacar partido de su extenso material. El resultado no podía se otro que un excelente directo.

Abre el directo Back on the Streets, tema que da título a su segundo disco en solitario, Back on the Streets, un tema puro rock and roll y donde Gary y la banda despliegan todo el potencial que este tema tiene en vivo. Su chica le ha dejado en la calle, pero a él no le importa, pues las calles son un medio donde se desenvuelve con total naturalidad. Le sigue Run To Your Mama, tema publicado en Dirty Fingers, compuesto por Moore, un auténtico trallazo grabado en 1980 y donde ya empezaba a dar muestras del estilo que ocuparía sus siguientes años, el hard rock. Dancin, tema compuesto por el cuarteto de la aventura G-Force (Dee, Nauseef, Newton y Moore), un pegadizo tema que se mueve entre la delgada línea del pop y el rock. Cierra la cara A She's Got You, extraído también de G-Force, una magnífica balada donde Moore comparte tareas vocales con un soberbio Kenny Driscoll, quien dota al tema de un gran feeling, y donde Moore, Pyle, Aldridge y Airey están a la altura con su compenetración y desatan una locura instrumental durante la segunda parte del tema.



Abre la cara B Parisienne Walkways, una de las grandes joyas de la carrera de Gary,  compuesto por él y su amigo Phil Lynott e incluido en Back on the Streets. Para el que aquí escribe, es ésta la mejor interpretación en directo que jamás ha escuchado de este tema, la guitarra de Moore nos habla y en ocasiones hasta llora, brutal. La letra fue compuesta por Lynott, y para la melodía, Gary se basó en el tema de jazz Blue Bossa del trompetista Kenny Dorham. Un tema al que gran Lynott puso una letra con doble fondo, pues cuando cita la ciudad de París, también está haciendo referencia a la figura de su padre, Cecil Parris, al que conocería posteriormente, pues fue abandonado por éste. You, compuesta por Gary e incluida en G-Force, tema con un ritmo muy pegadizo y comercial donde vuelve a juguetear con un pop rock muy estridente. Nuclear Attack, incluido en Dirty Fingers y compuesto por Moore. Estamos ante otro de los grandes temas de Gary, buque insignia de su etapa con el hard rock y el heavy metal, un auténtico trallazo que mantuvo en su repertorio en vivo durante toda su etapa con este género. Cierra la cara B y este directo Dallas Warhead, compuesto por Moore y publicado por primera vez en éste directo. Este tema, es una auténtica maravilla de toque jazz rock, y donde durante casi 10 minutos la guitarra de Moore, la batería de Aldridge y los teclados de Airey nos regalan unos duelos y unos sólos épicos. 

Live at the Marquee es un excelente álbum donde Gary Moore, muy bien acompañado, nos demuestra con este directo lleno de fuerza, rabia, densidad y calidad desbordante, que era un animal en directo. 

martes, 2 de febrero de 2021

The Gary Moore Band - Grinding Stone (Mes Gary Moore)

Grinding Stone


 

     Nos situamos a finales de 1971, ese año Gary Moore graba con Skid Row su segundo álbum de estudio, 34 Hours, y realiza giras apoyando a grupos como The Allman Brothers band y Mountain entre otros. En ese periodo se da cuenta de las limitaciones que supone estar con Skid Row y decide dejar la banda entonces. Consigue un contrato con CBS Records y contrata músicos de apoyo, su idea: lanzar su carrera en solitario. Para ello forma su propia banda, denominada The Gary Moore Band, y contrata a  John Curtis (bajo) y Pearse Kelly (batería, percuión), Frank Boylan (bajo), Philip Donnelly (guitarra rítmica) y Jan Schelhaas (teclado), todos ellos experimentados músicos de sesión con los que se pone manos a la obra para grabar el material de su primer trabajo, un material grabado enteramente por él, y para la producción recurre al genio de Martin Birch.

El resultado es Grinding Stone, trabajo acreditado a The Gary Moore Band, aunque realmente podemos decir que es su primer disco en solitario. Un álbum donde Gary quizás todavía algo inseguro sobre que dirección de estilo tomar, decide regalarnos una ecléctica mezcla de blues, rock y jazz rock, si bien predomina durante todo el disco un sonido blues muy personal que Gary imprime. Este primer disco es el gran olvidado de Gary, pues con apenas 19 años nos demuestra dos cosas, su gran virtuosismo y que es capaz de componer y de tocar además varios estilos como blues, rock o jazz rock, los cuales le acompañarán a lo largo de su extensa carrera.



El disco se compone únicamente de 6 temas, siendo Grinding Stone el que abre la traca, un frenético rock instrumental con aires jazzisticos, donde deja claro que una de sus grandes influencias es la del genio Allan Holdsworth. Una pieza perfecta para interpretar en vivo y recrearse en improvisadas jam sesions, otra de las pasiones de Gary. Time to Hell, un potente tema con sabor a rithm & blues donde podemos escuchar la voz de Gary y donde vuelve a lucirse con su instrumento, la guitarra. Sail Across The Mountain, un medio tiempo donde Gary baja revoluciones y sorprende con una magnífica interpretación vocal. Según la revisión favorable que hizo de éste disco Billboard, consideró que éste era el mejor y más aprovechable tema del álbum, y con la que no puedo estar más en desacuerdo, pues siendo un buen tema, en mi opinión se ve ampliamente superado por Grinding Stone, Boogie My Way Back Home ó Spirit, las auténticas joyas de éste trabajo. The Energy Dance, tema donde curiosamente se luce el tecladista Jan Schelaas con unos teclados muy psicodélicos a la altura del sonido que imperaba en la época. Spirit, que con sus más de 17 minutos, es la auténtica joya del disco, y no llega a ser puramente instrumental pero casi. El tema comienza con una primera parte más jazzistica y psicodélica, y una segunda parte más progresiva con blues rock de alta calidad, y donde suenan unas percusiones y unos teclados con ritmos latinos al más puro estilo Santana. Este tema nos da pistas sobre la dirección que acabaría  tomando después de éste disco, uniéndose a la formación de jazz fusión y jazz rock Colosseum II. Cierra éste interesante disco Boogie My Way Back Home, un maravilloso blues rural tocado en formato semiacústio y que acaba desembocando en un frenético boogie rock, y donde nos demuestra que su amor con el blues no le vino de repente en los años 90, ya lo tenía dentro muchísimo antes. 

Grinding Stone es un disco muy recomendable, el gran olvidado de la carrera del guitarrista irlandés, prácticamente imposible de encasillar, pues Gary entremezcla sonidos como el blues, blues rock, rock, jazz ó boogie rock, estilos que manejaria a la perfección durante su extensa carrera, demostrando en aquél entonces además la enorme creativiad que atesoraba éste jovencito de 19 años.

lunes, 1 de febrero de 2021

La música en historias: Presentación Mes Gary Moore


 


     Se acabó enero y con él se marcha David Bowie, el genial artista que nos ha acompañado durante todo el mes y cuya compañía hemos disfrutado enormemente. Para el mes de febrero hemos elegido un artista que poco o nada que ver tiene con David Bowie, menos en una cosa, al igual que el Duque, éste artista, cual camaleón, siempre mostró inquietud por diferentes estilos musicales, sin importarle los resultados, pues unas veces estos le acompañaron y otras no tanto. Si a esto le sumamos que en este mes de febrero se cumple el décimo aniversario de su fallecimiento, teníamos claro en 7dias7notas que debía ser él quien ocupara nuestra sección mensual dedicada a desgranar la obra del artista de turno. Bienvenidos al mes dedicado a Gary Moore.

Gary Moore se interesó pronto por la guitarra, y gran parte de culpa de ello la tuvo el salón de baile que regentaba su padre, Bobby Moore, donde estuvo en contacto permanente con la música desde bien pequeño. Con 10 años obtiene su primera guitarra, una guitarra acústica marca Framus usada, y con 14 su primera guitarra eléctrica, una Rosetti modelo Lucky Squire, de la cuál siempre decía que era muy mala, hasta el punto que en una actuación se le rompió la parte de atrás mientras tocaba. Con 16 años se marcha de casa y se establece en Dublín, hecho que marcaría su futuro.

Es en Dublín donde gracias a su talento con la guitarra se une a un proyecto, desconocido por la mayoría de la gente, llamado Granny's Intentions, con el que debuta grabando Honest Injun, interesante álbum de blues rock con tintes folk y psicodélicos. Esta banda graba tres pistas del disco antes de que dos de sus miembros, John Hockedy (guitarrista) y Noel Bridgeman (batería) decidan abandonar. El resto de la banda regresa a Irlanda y deciden fichar a Gary Moore para completar el disco, el cual es acabado de grabar en los estudios Decca Records de Londres, y lanzado por Deram Records en 1970. Éste proyecto contó, además de con los mencionados Hockedy y Bridgeman, con Johnny Duhan (voz), Peter Cummins (bajo, fluta), John Ryan (piano, órgano, teclados), Pat Nash (batería) y Gary Moore (guitarra). Sin embargo, el proyecto estaba como quién dice, muerto antes de empezar. 

Después de la fallida aventura de los Granny's Intentions, Gary se une a un grupo llamado Skid Row, junto a Noel Bridgeman (batería), Brendan Shields (bajo) y Phil Lynott (voz). con Lynott mantendrá una amistad que durará hasta la muerte de éste y con el que escribirá grandes páginas de la historia del rock irlandes. Con Skid Row, Gary se adentra en los sonidos del rock psicodélico y permanece en la banda hasta 1972, fecha en la que consigue publicar su primer álbum en solitario bajo el nombre de The Gary Moore Band. En 1974 se muda a Inglaterra, donde vuelve a coincidir con Phil Lynott y sustituye en la banda de éste, Thin Lizzy, al guitarrista Eric Bell durante algunas actuaciones en vivo tras la marcha de éste. 

Pero Gary es culo inquieto, y se marcha de Thin Lizzy para embarcarse en el proyecto de la banda Colosseum II, la banda de John Hiseman, una gran banda de jazz rock y jazz fusión y donde permanece hasta 1977. A mediados de 1977 es llamado otra vez por Lynott para suplir al guitarrista Brian Robertson de su banda Thin Lizzy, con la cuál participa en una gira por Estados Unidos teloneando a Queen, y al año siguiente participa en la composición y grabación de Black Rose, uno de los mejores álbumes de Thin Lizzy y del rock irlandés de la historia. 

Es en 1978 cuando decide lanzar su carrera en solitario y con ayuda de amigos de Colsseum II y Thin Lizzy publica su segundo disco de estudio, Back On The Streets. Se  daba el pistoletazo de salida a una carrera donde Moore siempre investigó y jugó con otros sonidos, pues además del rock psicodélico, rock y jazz rock, también tocó hard rock, heavy metal, blues, blues rock y hasta coqueteó con la música electrónica. Si bien la discografía de Gary Moore es muy extensa, durante éste mes vamos a centrarnos en su carrera en solitario, y viajaremos a través de su discografía por los diferentes estilos musicales por los que se interesó. Quienes le conocían decían de él que era una persona ciertamente gruñona e irritable, y que era difícil trabajar con él, en parte atribuido a su exigente perfeccionismo, pues no dejaba nada al azar y consideraba que si él salía cada noche a darlo todo por el público que había ido a verle y pagaba por sus discos, no esperaba menos de los demás que le acompañaban y tocaban con él.

sábado, 10 de noviembre de 2018

El disco de la semana 72: Gary Moore - Back on the streets

Back on the Streets, Gary Moore




     Gary saliendo guitarra en mano de la prisión Wormwood Scrubs, situada en el municipio londinense de Hammersmith Y Fullham, toda una declaración de intenciones. Así es la portada del segundo disco de estudio del guitarrista irlandés, Back On The Streets. En 1973, Gary, contando 21 años, y bajo la producción del genial Martin Birch ya había publicado su primer disco en solitario, Grinding Stone. Gary, en este segundo disco tiene 26 años, y una larga y variada trayectoria musical a sus espaldas, tocando variados estilos musicales, pues aunque parezca que en su larga trayectoria musical sólo ha tocado hard rock y blues, Gary se atrevió durante su carrera con estilos tan dispares como el rock psicodélico, jazz rock, jazz fusión, rock, blues, blues rock, hard rock, llegando a experimentar hasta con la música electrónica. Pero eso es otra historia.

     Antes de llegar a este año, Gary ya se ha fogueado con el rock psicodélico con una de sus primeras formaciones, Skid Row, después vendría la aventura en distintas etapas con la formación de su amigo Phil Lynott Thin Lizzy, y ha adquirido una gran experiencia tocando jazz rock (no en vano uno de sus guitarristas preferidos y que tanto le influenciaron es Allan Holdsworth), una de sus pasiones, con la formación Colosseum II.


     Para grabar este disco, Gary se mete en los Morgan Studios de Londres y se pone en manos de un joven ingeniero de sonido, Chris Tsangarides, al que Gary da la alternativa en la producción, pues ya ha trabajado con el en su etapa en Colosseum II. Gary ha dejado la formación Colosseum II y ha fichado por Thin Lizzy para sustituir al problemático Brian Robertson que se había roto una mano en una pelea en un bar. Con la formación irlandesa se encuentra grabando , y como mantiene buenas relaciones con ambos grupos, cuenta con al ayuda de Phil Lynott (bajo y voz), que en agradecimiento por su ayuda se implica en el proyecto de Moore, y Brian Downey (batería), ambos de Thin Lizzy, y John Mole (bajo) y Don Airey (teclados) de Colosseum II, y con el magnífico baterista Simon Phillips
   
     Mención especial a Donna Campbell, que aparece acreditada junto con Gary Moore en cinco temas del disco, aunque al parecer fueron escritos únicamente por Gary. Donna está considerada como una de las mujeres del rock de la escena londinense de la década de los 70 y los 80. Donna contaba con unos 15 años cuando conoce a Gary Moore tocando en un concierto de su primera formación Skid Row. Poco después Donna se mudaría a vivir a Londres con 16 años, y allí empezaría una relación sentimental con Gary, que duraría unos cinco años.

     Empieza el álbum con Back On The Streets, uno de los temas más emblemáticos de Gary, y que mantuvo en su repertorio prácticamente durante toda su carrera. Acreditada a Gary Moore y Donna campbell, Gary se encarga de la guitarra, el bajo y de la parte vocal, Simon Phillips lo hace de la batería, Don Airey al mando de los teclados, y Phil Lynott que junto con Gary se encargan de las palmas y los coros. Uno de los temas más rocanroleros del disco, tema básico, directo y enérgico. Su amor le ha dejado en la calle, pero ciertamente no le importa, pues no es la primera vez y conoce perfectamente las calles donde se desenvuelve con soltura.


     Don't Believe A Word, tema compuesto por Phil Lynott y que aparece publicado en el disco de Thin Lizzy Johnny The Fox. Tema grabado con el trío Gary Moore (guitarra y voz), Brian Downey (batería) y Phil Lynott (bajo y voz), donde queda demostrado el feeling que Moore y Lynott tenían juntos, pues las voces encastran y se compenetran perfectamente. El tema es una balada, pero al final el tema se acaba acelerando. Tema con la temática del amor, donde un hombre le canta a su ser querido que no crea en sus palabras, ya que no se puede confiar en él.

     Fanatical Fascist, Compuesta por Lynott y grabada por Gary (guitarra y voz), Brian Downey (batería), Lynott (bajo y guitarra acústica) y Gary y Lynott encargándose de los coros. Junto con Back On The Streets, es el otro tema más rockero del disco, moviéndose entre el rock más básico y el punk. La temática del tema queda clara con letras como "Fanatical fascists with italian mustaches / Fascistas fanáticos con mostachos italianos".

     Y llegamos al último corte de la cara A del disco, donde Gary da un giro radical en el sonido del disco con Flight Of The Snow Moose, pieza de estilo Jazz fusión y acreditada a Gary Moore y Donna Campbell. Y aquí Gary se encarga de grabar todas las guitarras, y tira de sus amigos en Colosseum II john Mole (bajo) y Don Airey (teclados) y de Simon Phillips (batería). Es además el primer instrumental del disco, con una bonita introducción de guitarras acústicas y teclado, para ir realizando un ejercicio progresivo donde Gary y Airey nos regalan un duelo fantástico durante todo el tema. Mole y Phillips están magíficos al compañamiento.


     Hemos cambiado de tercio al jazz fusión, y el primer tema de la cara B sigue en esa línea con Hurricane, instrumental acreditada a Gary Moore y Donna Campbell. Gary repite la fórmula del anterior tema, con John Mole, Don Airey y Simon Phillips. Este tema se convirtió en uno de los favoritos de Moore, no obstante lo mantuvo en su repertorio hasta bien avanzada la década de los 80, cuando se encontraba ya inmerso en el hard rock. Un temazo donde Gary está soberbio a la guitarra, y Airey, Mole y Phillips demuestran toda su clase y compenetración.

     Song for Donna, tema acreditado a Gary Moore y Donna Campbell, es una magnífica balada que Gary escribió para la que era por entonces su novia, Donna Campbell. Gary se encarga de la parte vocal y la guitarra, John Mole del bajo, Don Airey de los teclados y Simon Phillips de la batería.

     What Would You Rather Bee Or A Wasp, tema acreditado a Gary Moore y Donna Campbell. Instrumental, y como todos los temas de corte jazz fusión, grabado por Gary, Mole, Airey y Phillips. Tema con una inicio muy funky donde la batería de Simon Phillips marca la pauta y el ritmo del tema. Gary está magnífico perfectamente escoltado por Airey a los teclados, y Phillips está sencillamente espectacular en este tema.

     Y llegamos al que se podría considerar como el tema buque insignia de Gary Moore, Parisienne Walkways, un tema que Gary mantuvo en su repertorio durante toda su carrera. Si bien en el disco la composición aparece acreditada a Phil Lynott, es un tema que compusieron juntos, haciendose cargo de la letra Lynott. Grabado por Gary, Lynott y Downey. Para la melodía del tema Gary se basó en el tema de jazz (una de sus pasiones) Blue Bossa del trompetista Kenny Dorham. Si escuchamos la letra, apreciamos que trata de la ciudad de París, pero el tema tiene un doble fondo, demostrando Lynott la maestría que atesoraba en sus composiciones. La partitura original del tema contenía la frase "Recuerdo París en el otoño esta noche", sin embargo en el disco cantaba "Recuerdo París en el 49", y es que Lynott nació en 1949, hijo ilegítimo de un adolescente católico irlandés llamado Cecil Parris. A mediados de los 70 Phil Lynott mantuvo un par de enuentros con su padre, al que conocería al fín, si bien aquellos encuentros acabaron suponiendo una amarga decepción para él.

     Back On The Streets puede parecer un disco poco homogéneo, de hecho lo es, pero es un gran disco para el que escribe, fundamental para entender un poco mejor a Gary Moore, pues lo que hizo fue rodearse de grandes músicos, y aunar dos de sus grandes pasiones, el jazz fusión y el rock. Un disco que contiene joyas como las conocidas Parisienne Walkways o Back On The Streets, y otras quizás no tan conocidas como Hurricane y What Would You Rather Bee Or A Wasp.