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miércoles, 26 de abril de 2023

Binaural - #MesPearlJam



Pearl Jam comenzó el nuevo milenio con Binaural (2000), un sexto disco de estudio que resultó ser una propuesta arriesgada y difícil de digerir para sus fans de siempre, pero del que hay que valorar su apuesta por las nuevas tecnologías de grabación (el nombre del disco proviene de la técnica de grabación "binaural" con la que se registraron muchas de las canciones) y la creatividad de las iniciativas paralelas que lo acompañaron (es en la gira de promoción de este disco por Europa y Estados Unidos, cuando la banda publica las grabaciones de 72 de sus conciertos).

Musicalmente, y más allá de las avanzadas técnicas de grabación que se emplearon, la banda se lanzó a producir canciones y sonidos muy experimentales, incluyendo instrumentos poco habituales como el ukelele, la viola, el chelo, la armónica y la percusión (a cargo de Wendy Melvoin, la que fuera guitarrista de Prince & The Revolution), lo que culminó en la entrega de un álbum muy diferente a todo lo que habían hecho hasta entonces, y que fue injustamente repudiado (apenas llegó al millón de copias vendidas), porque la realidad es que la calidad de las canciones, y la curiosa técnica binaural que hace de la escucha una experiencia irrepetible con unos buenos auriculares, merecían mayor reconocimiento del que tuvieron.

Pearl Jam suenan engrasados y potentes en el arranque con "Breakerfall" y "God's dice", temas rotundos con múltiples capas de guitarra dándoles empaque. La experimentación comienza a ser más evidente en "Evacuation", que baja el pistón pero aún mantiene una luminosidad rockera que, según avanza el disco, tornará hacia propuestas más oscuras e introspectivas. En el tramo central, y una detrás de la otra sin dejar tregua, las dos canciones que se publicaron como singles justifican por sí solas la defensa de un disco injustamente denostado. Tanto el efectivo medio tiempo de "Light years" como el derroche de intensidad que es "Nothing as it seems" ocupan por mérito propio un lugar entre las grandes canciones de la banda de Seattle.

En la segunda parte del disco, y tras la poco memorable balada "Thin Air", aún encontramos temas intensos y reseñables como "Insignificance" o "Grievance", y alguna que otra curiosidad menor como el toque a country blues de "Of the girl" o la cancioncilla de ukelele "Soon forget", entre pistas de oscura experimentación como "Rival" o "Sleight of hand", y culminando con la tétrica "Parting ways" y el tema oculto "Writer's Block" al final de ésta. En conjunto, un disco más que reivindicable y una rareza exquisita dentro de la discografía de Pearl Jam, aunque no sea uno de sus discos top, y un encomiable esfuerzo de una banda que no quiso quedar atrapada en la autocomplacencia y la repetición de esquemas.

domingo, 9 de abril de 2023

Pearl Jam - VS (Mes Pearl Jam)



Si la vaca (Atom Heart Mother) y el cerdo (Animals) son animales musicalmente famosos gracias as Pink Floyd, la oveja más icónica es la de la portada de VS (1993). La actitud marcadamente agresiva con la que intenta morder la valla que la mantiene encerrada, y el nombre elegido para el disco (VS es la abreviatura de "versus", que se traduciría como "contra", usado habitualmente entre los nombres de dos contrincantes en un enfrentamiento o disputa, cómo, por ejemplo, en David vs Goliath) son la mejor tarjeta de presentación de lo que ofrece al oyente el segundo álbum de la banda de Eddie Vedder y compañía.

Ante el desafío de enfrentarse a un segundo disco, tras el masivo éxito del primero ("Ten", 1991), se decidieron por un sonido más áspero y, en ocasiones, mucho más agresivo, y como si quisieran huir de la excesiva repercusión mediática de su antecesor, decidieron no rodar ningún video promocional de los singles de "VS", lo que no impidió que el disco ostentara el récord de vender casi un millón de copias en su primera semana a la venta, y se mantuviera en el primer puesto del Billboard 200 durante cinco semanas. Eran tiempos sin Youtube ni redes sociales, y sin videos que reproducir en la MTV, el éxito de VS se debió principalmente a las emisoras de radio y los pocos bares de copas que, ya entonces, se enfrentaban a la dictadura de la música house, disco y techno, agrupadas todas ellas bajo el término más coloquial de "música chunda chunda".

El mejor ejemplo que puedo poner, de este particular método de difusión, es el de un solitario bar de rock en Torrevieja, durante unas vacaciones de verano con mis amigos. Lo encontramos de casualidad la primera tarde, y acudimos a él día tras día, a tomar tranquilamente las primeras cervezas, antes de cambiar de tercio y dirigirnos a los abarrotados bares cercanos al paseo marítimo, a los que las chicas acudían embaucadas por los ritmos de la noche, "El tiburón", "La Macarena" o la que en ese momento sonara de Ricky Martin.  Por la compañía femenina se sacrificaban nuestros tímpanos, pero no sin antes haber pasado por ese otro bar, en el que sonaban cosas de AC/DC, Hendrix, The Troggs y algunas generosas raciones de lo que, por entonces, era lo más nuevo de Pearl Jam.

Allí, escuchamos por primera vez "Go", el primer single y la canción con la que comienza el disco, y otros lanzamientos posteriores como "Daughter",  el segundo single y uno de los grandes pelotazos del disco, que en aquel tiempo se convertiría en un auténtico himno de la banda. No faltaba tampoco "Animal", el tercer single, que tenía una agresividad y un ritmo que a nosotros nos llevaba de calle. En orden de lanzamiento, no debería dejar sin mencionar a "Dissident", el cuarto y último single que se lanzó de "VS", pero a decir verdad no recuerdo haberla escuchado en aquel bar, mientras que, por el contrario, la que no faltaba nunca, y la que a la larga se ha convertido también en uno de los estandartes de la banda de Seattle, era la espectacular "Rearviewmirror", que aún hoy me sigue poniendo los pelos de punta cada vez que la escucho, y no puedo evitar las ganas de ponerme a pegar saltos y, si no fuera porque los vecinos me mirarían raro, incluso me atrevería a morder alguna que otra valla, si hiciera falta. Lo cual demuestra que, al final, la oveja le ganó al tiburón la partida, porque ha permanecido en el tiempo con la misma actitud y fiereza con la que enseñaba amenazante los dientes en el mítico disco "VS" de Pearl Jam.