Carlos Alberto García Moreno mas conocido por Charly Garcia es
sin duda uno de los más reconocidos intérpretes y compositores de rock y de rock
progresivo de Argentina y no ha sido fácil, su entrada en el mundo musical fue
a la temprana edad de cuatro años, edad con la que ya tocaba el piano con gran
habilidad hasta el punto que a los doce recibió el diploma de concertista de
música clásica. Con catorce años formó su primer grupo, To Walk Spanish, en
donde interpretaba versiones de The Beatles y The Rolling Stones, más tarde
formó Sui Generis, junto a Nito Mestre y Carlos Piegari y editó su primer
disco, Vida, que salió a la venta en 1972, pero en 1975 el grupo se disolvió. Poco
después formó PorSuiGieco, grupo de efímera vida que no llegó a editar ningún
disco. Y más tarde, en ese mismo año de 1975, lo intentó con otra nueva banda,
La máquina de hacer pájaros, grupo que lanzó al mercado dos discos: La máquina
de hacer pájaros y Películas, en los años 1976 y 1977, respectivamente. En 1978
Charly formó otra banda, Serú Girán; aunque no obtuvo con ella gran
popularidad, grabó cinco discos hasta el año 1982, año en que este grupo dejó
de existir y nuestro protagonista enfilo su carrera en solitario, busco a unos músicos
solventes, esta vez con Andrés Calamaro a los teclados y obtuvo por fin el
reconocimiento popular, sobre todo a raíz de la edición de su primer álbum en
el que nos vamos a detener: Yendo de la cama al living, acababa de cumplir 30
años y no se imaginaba lo que le esperaba.
El disco comienza con el tema que da titulo al álbum, Yendo de la cama al living y fue un clásico
instanteneo, a pesar que de primeras puede parecer un tema claustrofóbico,
aislante y muy hipnotizante. Todos conocemos este himno. La carrera solista de
Charly García empieza con un desperezamiento, una especie de gemido estirado
sobre unas notas de bajo y una percusión programada en una máquina de ritmos
Roland TR-808. En plena transición del rock progresivo hacia la new wave (de
Genesis a Talking Heads), García encontró la horma de su zapato: un desafío
artístico, alteró su metodología habitual, diseñó una línea de bajo y las dos
notas complementarias para cerrar los acordes esenciales: SOLm7, Do7, RE7. El
ritmo constante y aletargado del track destilaba el clima de asfixia y paranoia
que se había vivido en Buenos Aires, pero tenía un origen doméstico. Charly
había encontrado a su hijo Migue escuchando una y otra vez el comienzo de una
canción de Serú Girán. Cuando cambiaba el ritmo, la rebobinaba y volvía a
escuchar esa parte. “Me acerqué a preguntarle si la parte que venía no le
gustaba, y me dijo que para él los temas tenían que tener sólo una parte”. Superhéroes es un tema que con reminiscencias
a la música brasileña la melodía no es tan llamativa pero no decepciona esencia
nostálgica sostenida por un ritmo azucarado de samba -disparado por una caja de
ritmos, la prosa de García incita al movimiento en medio de un paisaje militar
en plena decadencia. El tema tiene su origen a mediados de los años '70, cuando
Charly formaba parte del supergrupo La Máquina de Hacer Pájaros. No bombardeen Buenos Aires, compuesto
en pleno conflicto bélico entre Argentina e Inglaterra. Son 4 minutos y 3
segundos en los que, además de la letra llena de ironía y cinismo que millones
de argentinos y argentinas se saben de punta a punta y un groove irresistible
que invita a mover los pies (¡una canción sobre la guerra para bailar!), se
escuchan tantas referencias históricas, mediáticas, políticas y culturales que
sería imposible enumerarlas sin aburrir: desde escondidos chistes sobre drogas
(“fumate un joint, fumate un joint, fumate un joint, mamá”) y gritos
desesperados en primer plano (“¡Tengo hambre! ¡Tengo miedo! ¡Déjenme dormir!”)
a menciones más o menos sutiles a la censura, a “Margarita” Thatcher y a la
afición de Galtieri por la bebida; todo montado sobre infinitos riffs de
teclados y fills de batería como ametralladoras a cargo de Willy Iturri, el
único músico convocado por Charly para grabar con él. Tarea para el hogar:
escuchar el tema con auriculares y a volumen alto. El ejercicio es fascinante. Vos también estabas verde es un hermoso
tema de Charly altamente evocativo. Debería citar la letra entera para hacerle
justicia pero os dejo que la es. Punto altísimo del LP. Injustamente pasado por
alto por los oyentes casuales de García, misterio y soledad como elementos para
otra fuga hacia delante de García colocado y un poco herido, fijaros como va
aumentando la tensión y bajando hasta que explota por un momento.
Yo no quiero volverme
tan loco iba a formar parte del quinto disco de estudio de Serú Girán, la
versión original estaba más cerca de la velocidad eléctrica de
"Popotitos" que como la publicó en este disco, con el ritmo desacelerado
pero sin perder intensidad. Nació como un adrenalínico rock New Wave bajo el
título “Pena en mi corazón”. Grito de rebeldía juvenil de Charly ante una
sociedad pacata, contiene una frase genial que se volvió eslogan popular: “La
alegría no es sólo brasilera”.
Canción
de dos por tres. Es un tema injustamente olvidado. "No tengo nada que
hacer, no tengo nada que dar, tiene un solo de guitarra a cargo del más grande:
Luis Alberto Spinetta, una de las piezas mas tenues y melancólicas de Yendo de
la cama al living, explora temas de desilusión, nostalgia y la complejidad de
las relaciones humanas. Las letras hablan de los sentimientos de vacío y
insatisfacción del narrador, expresando una sensación de desorientación y falta
de propósito.
Peluca telefónica parece
ser una crítica humorística y satírica de la comunicación moderna y las normas
sociales. Las letras utilizan imágenes absurdas y sin sentido para transmitir
una sensación de frustración y descontento con el estado de las cosas. En los
versos, los artistas mencionan su desapego de las compañías de
telecomunicaciones tradicionales y su falta de obligaciones hacia ellas. Esto
podría simbolizar un deseo de libertad de las expectativas y limitaciones
sociales.
Inconsciente colectivo es
un clásico del rock en español, una letra hermosísima y esperanzadora, una
canción desfasada de su sonido primordial, melodía y letra disueltos en un
estado de ánimo que conjuga el miedo y los sueños de libertad de una época. Al
escuchar “Nace una flor, todos los días sale el sol”, lo primero que resuena en
la mayoría es Mercedes Sosa, esa especie de voz en off de la conciencia musical
argentina. La letra habla sobre el nacimiento de una flor y el sol que se
eleva, y cómo de vez en cuando escuchamos una voz llena de alegría. Esta voz es
como el sonido de las cigarras que residen en los aleros de nuestras mentes.
Sin embargo, la canción continúa diciendo que también hay un transformador que destruye
lo mejor de nosotros y pide más y más hasta que llegamos a un punto en el que
no podemos soportarlo más.
En comparación con su obra previa, el Charly solista
ostentaba un sonido “más racional, no tan cargado de cosas, donde los silencios
funcionaban también como notas musicales”, este gran comienzo de discografía va
a tener una trilogía de discos que son de los mejores que escuche (Yendo de la
cama, Clics y Piano Bar). Es un álbum que todos deberíamos escuchar por lo
menos una vez y apreciarlo. Una portada representativa y el comienzo del mito
Charly Garcia, lo recomendaría a todo el mundo.