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miércoles, 7 de noviembre de 2018

El disco de la semana 64: Heroes del silencio - El espiritu del vino









Hoy vamos a reseñar el tercer álbum de uno de los grupos más importantes de la historia del rock en España, nos estamos refiriendo a Héroes del Silencio, el grupo comandado por Enrique Bunbury que años más tarde dejaría a la banda para iniciar una exitosa carrera en solitario. Héroes del Silencio nacieron en Zaragoza, en 1984, como tantos otros grupos debieron de labrarse una carrera, lejos de las discográficas y del éxito, mediante concursos y tocando en garitos hasta que en 1987 la discográfica EMI les ofreció la posibilidad de publicar un EP con 4 temas. El disco tuvo una magnífica acogida tanto en ventas como en crítica y resulto ser el espaldarazo definitivo para la publicación de su primer álbum, “El mar no cesa” un disco que no pasó desapercibido, y con el que comenzó la leyenda, el siguiente ya fue el espaldarazo total, Senderos de traición se convirtió en todo un éxito que les llevo directamente al éxito que nunca habían soñado, y después del éxito, llega consagrarse y para ello publicaron El espíritu del vino, el tercer disco de la banda y que vamos a reseñar.




Nada más comenzar el álbum rápidamente constatamos que se han vuelto más potentes, vamos a decir que más Heavys, las guitarras y la batería han tomado el protagonismo y serán las estrellas absolutas en muchos de los temas. Este primer corte, titulado “Nuestros nombres” es una muestra de ello, bajo la producción de Phil Manzanera, evolucionaban su sonido levemente hacia el hard-rock setentero, dando más presencia a los riffs y un poco menos a las atmósferas creadas a base de arpegios preciosistas, lo que queda claro es que la guitarra de Juan Valdivia ha llegado para hacerse con el mando. También me gustaría recomendar el video musical que fue grabado en Los Monegros. La mística y las armonías extrañas aparecen de nuevo con el tema “Tesoro” otra gran letra llena de metáforas extrañas, el romanticismo, con un gran componente gótico que me encanta, musicalmente Valdivia se ha echado a un lado y ahora es Pedro Andreu a la batería quien toma el camino de la canción, personalmente es una de mis favoritas, joya. Con “Los placeres de la pobreza” nos regalan un auténtico trallazo, una canción que no tiene un minuto de descanso y donde Enrique hace virguerías con la voz mientras los músicos le llevan a un ritmo infernal que él aguanta sin ningún problema, como “pura sangre desbocado”… la letra es absolutamente maravillosa, con puntas de genialidad suprema como esa…. “En el suministro de charas, Masturbación de interrogantes, Para sólo escuchar, Un susurro de hilo de plata….” es una pasada entregarse sin mirar hacia ningún lado a esta canción.. de nuevo JOYA. Y sigue el ritmo, nos va a volar la cabeza tanta buena canción porque ahora nos entregamos a “La herida”, el segundo single del disco y otra canción que te quita el hipo con sus dos partes la primera pausada, de ritmo cadencioso y perpetuo, con esa armónica que le da un tono de rock sureño, un tono de epopeya, de leyenda, de cuento ancestral que te envuelve poco a poco, para a partir del minuto 4:30 explotar violentamente en una orgia de velocidad y ritmo, la letra otra pasada una historia sobre la amistad.



Cuatro joyas llevamos y continuamos para repoker porque ahora se asoma a nuestros altavoces “La sirena varada”, canción que parece estar inspirada en la obra teatral homónima de Alejandro Casona, en esta obra teatral un grupo de personas decide vivir al margen de la sociedad en un mundo imaginario, allí aparece el personaje de Sirena que dará un vuelco drástico a los acontecimientos. Estamos ante una de las letras del grupo que más debate ha creado, extraña, surrealista, nada que no hayamos encontrado en otras ocasiones. Musicalmente es otro tema de una potencia grande, más melódica pero dando de nuevo protagonismo a la guitarra. Tiene uno de los videoclips más difundidos del grupo, otro temazo. Con “La apariencia no es sincera” nos da un respiro, eso sí de calidad, que no de duración, porque se marcan un tema de más de siete minutos que se hace excesivamente largo, sin dejar de ser un buen tema si se hace un poco monótono y cansino. Y para compensar, quizás malamente, la rareza “Z” una simple melodía de 52 segundos que no lleva a ningún sitio, quizás un capricho oculto del grupo. Para terminar “Culpable” otra canción que no salió redonda, pero que en ningún momento desentona, con un estribillo muy apetecible pero muy dentro de los cánones de lo comercial.

Arrancamos de nuevo con un tema con potentes guitarras, “El camino del exceso” de nuevo se acerca el hard rock durante muchos tramos de la canción, un gran trabajo vocal de Enrique Bunbury hace de este tema muy interesante, aparece William Blake en la cancion por el que el cantante siente cierta admiración y nos regala dentro del tema una frase del autor: “El camino del exceso lleva al palacio del saber”. Con “Flor de loto” nos regalan sonidos orientales, en una balada realmente buena, incluyen un sitar dentro de los instrumentos que acompañan la voz, tema muy personal ya que Enrique la escribió tras adoptar a una niña a través de la ONG ayuda en acción, en uno de sus viajes a Nepal, pero la canción también está repleta de mitología hindú, desde su titulo fruto de una leyenda que contaba que una Diosa huyó al bosque asustada y llegó a un lago llamado Loto, donde acabó hundiéndose. Aquella zona estaba destinada a fracasados y perdedores en la vida, una especie de cementerio de derrotados y causas perdidas. Cuentan que la diosa luchó durante un largo tiempo para escapar de aquel lugar hasta que lo consiguió, pero lo hizo convertida en una hermosa flor, de largos pétalos. De ahí la Flor de Loto. “El refugio interior” es otra curiosidad, un tema instrumental de minuto y medio donde la batería toma protagonismo, curiosas las voces y risas que se oyen, pero no pasa de eso, eso si es el preludio para el tema siguiente la magnifica “Burbujas de Sangre” termina la bateira y al comenzar con un grandioso riff hace una gran efecto, te sube todo y te entregas de forma mas plena a otra de las canciones cercanas al Hard rock que nos regala el disco, un tema abrupto, lleno de fuerza y de mala leche, un tema dedicado en exclusiva a aquellos que no pueden soportar el éxito del grupo



“Tumbas de sal” puede romper ligeramente la dinámica del disco, un comienzo que te recuerda al rock and roll de los años 50 choca con la voz distorsionada de Enrique Bunbury, un tema muy psicodélico que nos habla de drogas, como curiosidad es manejable, antes de la masterpiece del disco la curiosidad de “Bendecida 2” una canción a capella de 37 segundos que sirve de introducción para “Bendecida” un auténtico poema épico, donde la tristeza y el amor se dan de la mano, hay que cerrar los ojos y disfrutar del cuento al que nos traslada, plagado de detalles. Está dedicada a la expareja de Bunbury Bendetta Mazzini y los “Lagos de Phokara” que se mencionan en la letra es un lugar de Nepal donde fueron de viaje en una ocasión. Cierra el disco “La alacena” una canción muy emotiva con el piano como protagonista, un tema excelente melódicamente y una gran exhibición vocal de Enrique que te llega a conmover.