jueves, 6 de febrero de 2020

Historia del rock and roll: 31.- Año 1964 parte 2


Puede ser el año más importante de la década de los 60 en el rock and roll, Inglaterra se ha puesto al mando del rock and roll, en América, the Motown comienza su reinado con The Supremes, pero la llegada de The Beatles a América iba a eclipsar los movimientos musicales de aquel país, ya que el grupo de Liverpool llegó acompañado de muchos otros de Inglaterra que coparon las listas de éxito y de ventas, vamos con la segunda parte del mismo.




The Beatles publican un EP con 4 canciones que no aparecieron en ningún disco ni single, la primera de las canciones fue “Long tally Sally” una versión del clásico de Little Richard, una canción que llevaban tocando desde la creación del grupo, la segunda canción fue “I call your name”, la única de las cuatro original de Lennon y McCartney, la tercera fue “Slow down”, un tema de Larry Williams y el último tema “Matchbox” un blues escrito y compuesto por Blind Lemmon Jefferson y que anteriormente había versionado Carl Perkins.

Un simple aperitivo para lo que iba a llegar, ya que el 10 de Julio de 1964 sale a la venta el tercer álbum de estudio de The Beatles que llevaría por título A Hard Day's Night, el primer disco con todas las canciones originales. El disco abre con “A Hard Day's Night”, fue la canción principal de la primera de las cinco películas de los Beatles y el título de la misma. “I Should Have Known Better”, canción compuesta para la película, se usó en una escena donde los Beatles se la cantan a un grupo de chicas, una de las cuales fue interpretada por una actriz llamada Pattie Boyd. Esta fue la primera vez que George Harrison la conoció: se enamoró de ella y se casó con ella unos años más tarde. “If I Fell” es un intento de balada en palabras de Lennon, fue utilizada en una escena de la película donde actúan ante un grupo de niños de escuela en un teatro los niños no tenían idea de que verían a The Beatles. Uno de los niños era Phil Collins, de 13 años, que al final no sale en la película. “I'm Happy Just to Dance with You” es una cancion compuesta para que la cantara George Harrison. Con “And I love her” entra en escena la guitarra española, es una de las pocas canciones de The Beatles con un solo vocalista, en esta ocasión es Paul McCartney. En cambio “Tell me why” esta cantada a tres voces, “Can't Buy Me Love” era una canción publicada ya como single. Con esta cerramos la cara A y las canciones que salían en la película. “Any Time at All” abre la cara B del disco, continua con “I'll Cry Instead” que fue descrita por Cynthia Lennon como un grito de ayuda, diciendo: «Refleja la frustración que John Lennon sentía en ese momento. Era el ídolo de millones, pero la libertad y la diversión de los primeros días se habían ido». “Things We Said Today”, McCartney la escribió mientras estaba de vacaciones en Las Bahamas y lejos de su novia. “When I get home” está escrita por Lennon y se nota la influencia de The Shirelles, la canción fue censurada en los países del Este de Europa. “You Can't Do That” fue la primera canción de los Beatles en la que George Harrison tocó una guitarra de 12 cuerdas. Cierra el álbum “I'll Be Back”, John Lennon creó esta canción en torno a los acordes de Runaway de Del Shannon aunque su intención era hacer un vals.

Bob Dylan

El 8 de Agosto Bob Dylan aparece el cuarto y último álbum acústico de Bob Dylan que lleva por título, Another Side of Bob Dylan, la canción que abre el álbum es “All I Really Want to Do” canción es una ruego para poder permanecer con una persona como amigos. La niña parece pensar que quiere ir mas alla, pero en la canción continuamente se le asegura que "Todo lo que realmente quiero hacer es ser tu amigo". Es probable que la canción este inspirada por la separación de Dylan de Suze Rotolo. En "Spanish Harlem Incident", tenemos a Bob Dylan "sin hogar" profesando un amor poéticamente irracional por una "chica gitana". Le está pidiendo que lea su palma y le diga su fortuna, incluido el papel que ella debe desempeñar en su vida. “Chimes of Freedom” es una canción típica de su período rebelde, está influenciado por la poesía simbolista de Arthur Rimbaud, el tema reflexiona sobre la injusticia del trato a las personas oprimidas, mientras cita como el trueno retumbante está llorando por ellos. Cierra la primera cara “To Ramona” Joan Baez dice que esta canción era sobre ella, según Báez, Dylan solía llamarla "Ramona", la canción está compuesta a ritmo de Vals. Con “My Back Pages” Dylan quiere desmarcarse de todos los movimientos protesta que han estado utilizando sus canciones como himnos, Dylan comenzó a dejar muy claro que no se veía a sí mismo como parte de ningún movimiento político, y afirmó que sus canciones nunca fueron políticas. Eran cosas más profundas, o al menos más antiguas, que el flujo y reflujo de la política. O a veces tal vez no se trataban de nada en absoluto. Cierra el álbum “It Ain't Me Babe” una canción dedicada a la que fue su novia Suze Rotolo.

The Rolling Stones consiguen con su cuarto single el primer número uno de su carrera con “It´s all over now”, una canción escrita por Bobby Womack y Shirley Womack. Fue publicada por primera vez por el grupo The Valentinos, como curiosidad esta fue la primera canción que Bruce Springsteen aprendió a tocar en la guitarra. Five By Five, es el segundo EP de la banda de rock británico The Rolling Stones, publicado en 1964, abre el EP la cancion “If You Need Me” un tema original de Wilson Pickett. “2120 South Michigan Avenue” el hogar legendario de Chess Records donde The Rolling Stones grabaron muchas de sus primeras canciones. La ultima cancion es una versión de la cancion de Chuck Berry “Around and around”.

Llega el sexto Lp de The Beach Boys, la canción que da título al álbum es “All summer long” donde narra un maravilloso romance de verano, disfrutando del minigolf y navegando en el Hondas en las colinas con su chica. Roy Orbison edita una de sus canciones más famosas de sus discografía y en los 90 volvió a escena gracias a una película, nos estamos refiriendo a “Oh Pretty Woman”, grandiosa canción. Chuck Berry edita su tercer single después de su salida de la cárcel, “You never can tell” y no dejamos el cine, porque en este caso fue Tarantino el que rescato el tema en la película Pulp Fiction. Esta canción cuenta la historia de una pareja de adolescentes que se casan y permanecen juntos. James Brown 

The animals vuelven a la carga después de su éxito “The house of the rising sun” con una composición propia titulada “I’m crying”, y meses después editar su primer álbum que contendría canciones como “She said yeah” o “Boom, boom”. The High Numbers es ni más ni menos que el embrión de un grupo Ingles que pasaría a la historia con el nombre de The who, pero en esa época los managers tenían mucho poder y les impusieron el nombre. El primer tema editado por este grupo fue “Zoot Suit”. Manfred Mann, uno de los grupos más importantes e interesantes del Reino Unido de comienzos de los años 60, que supo combinar muy bien el estilo R&B y jazz (la verdadera pasión de la banda), con el pop más pegadizo, publican su clásico "Do Wah Diddy Diddy" original del grupo Exciters. Otro de los grandes temas del grupo fue “Smokestack Lightning”, gran versión del original de Howlin' Wolf. 


The kinks
The kinks no habían tenido aún éxito, y estaban al borde de su disolución hasta que publicaron, la canción que para muchos es el germen del Heavy o del Punk, “You really got me” tiene uno de los riffs más gloriosos de la década, Dave Davies consiguió el sonido sucio de la guitarra al cortar el cono del altavoz de su amplificador con una cuchilla de afeitar. La vibración de la tela produjo un efecto conocido como "fuzz", según Dave, el corte del amplificador ocurrió en su habitación en el norte de Londres cuando estaba furioso: había dejado embarazada a su novia, Sue Sheehan, y sus padres querían evitar que se casaran. En lugar de autolesionarse, usó la cuchilla del amplificador para canalizar su ira. Este éxito les llevo a la publicación de su primer EP con 6 canciones entre las que encontramos “Beautiful Dalilah” versión de un tema de Chuck Berry. Posteriormente publicaron uno de sus pelotazos, la canción lleva por titulo “All day and all of the night”, podemos intuir algunas similitudes entre esta canción y la canción de 1968 de los Doors "Hello, I Love You". Según Ray Davies, su editor quería demandar a The Doors, pero Ray se negó a emprender acciones legales. Them fue una banda norirlandesa de rock formada en Belfast en abril de 1964, y es conocida por ser la primera banda de Van Morrison, este año publicarían “Don´t start crying now”, a finales de año editarían “Baby, Please Don't Go”, canción que serviría de sintonía a un programa de televisión y que los lanzó a la fama, posteriormente ese éxito fue refrendado con “Gloria” un tema que solo justifica la existencia de un grupo.


The supremes consiguen su segundo número uno, con “Baby Love”, quizá una de sus canciones mas famosas, un tema sobre el inocente amor adolescente. El siguiente de sus números unos fue “Come see about me”The Drifters publican "Under the Boardwalk", la canción debía grabarse el 21 de mayo de 1964, pero el cantante principal de la banda, Rudy Lewis, murió de una sobredosis de heroína la noche anterior y la canción fue interpretada por Johnny Moore. Martha and the Vandellas fueron uno de los grupos de Motown más exitosos de The Motown, “Dancing in the streets” fue compuesta por Marvin Gaye, Ivy Jo Hunter y William "Mickey" Stevenson, fue escrita durante el apogeo del movimiento de derechos civiles en los Estados Unidos, y muchos afroamericanos la interpretaron como una llamada "manifestarse en las calles" de todas las ciudades que nombraba la canción. Joe Cocker ficha por el sello Decca y lanza una versión de una canción de The Beatles “I´ll cry instead”, no volvería a publicar nada en solitario hasta 1968.


miércoles, 5 de febrero de 2020

Canciones que nos emocionan: Rockin' Into The Night, 38 Special

Rockin' Into The Night, 38 Special


     Jacksonville, año 1968, y Donnie, que cuenta por entonces con apenas 16 años realiza su primera incursión en el mundo de la música formando su primera banda, llamada Standard Production. El proyecto dura poco, pues Donnie quiere dar el salto y dedicarse de forma profesional, por lo que al año siguiente, en 1969, forma el que podríamos llamar su primer grupo profesional, Sweet Rooster. Para esta aventura se junta con el guitarrista Jeff Carlisi, el bajista Ken Lyons y el baterista Steve Brookins. Al año siguiente, Jeff Carlisi decide dejar el grupo, pues quiere dedicarse por entero a sus estudios, por lo que es reemplazado por Don Barnes, amigo del barrio de Donnie. El proyecto dura hasta 1973, cuando el baterista Brookins deja el grupo para trabajar de camionero.

     Deshecho el grupo, Donnie, Barnes y Lyons, compaginan sus trabajos diarios tocando en otros grupos, lo que no impiden que sigan juntándose los tres y componiendo temas en sus ratos libres. El año 1974 sería el punto de inflexión de la formación, ese año, Donnie, que trabaja en el Ferrocarril, estaba considerando dejar la música para dedicarse por entero a su trabajo y ascender, pero sería su hermano Ronnie Van Zant (sí, el vocalista de Lynyrd Skynyrd) el que convencería a su hermano para que persiguiera su sueño, pues había nacido para dedicarse a la música. Donnie decide entonces, junto a Barnes y Lyons quemar el último cartucho, ahora o nunca.

     Para esta última oportunidad la formación queda compuesta por Donnie Van Zant (vocalista), Don Barnes (guitarra y voz), Ken Lyons (bajo), Jeff Carlisi (guitarra), Steve Brookins (batería y percusión) y Jack Grondin (batería y percusión). El nombre: 38 Special. Dicho nombre deciden ponérselo a raíz de un incidente que estos chicos tuvieron. Se encontraban ensayando en un almacén perdido, para ello se habían colado, pero el ruido de la música alertó a los vecinos que vivían por la zona y decidieron llamar a la policía. Al llegar al lugar la policía se encontró con que aquél almacén se encontraba cerrado con un candado, y Donnie y los demás se encontraban dentro sin poder salir, así que para remediar aquello la policía abrió el candado disparando sobre éste con su arma reglamentaria, un 38 Special.

     El grupo se pasa dos años fogueándose por los escenarios de aquí y allá, y aquí es donde entra en acción Ronnie Van Zant, que considera que el grupo ya se ha fogueado y tiene el nivel suficiente y pone a 38 Special en contacto con el manager por entonces de Lynyrd Skynyrd, Peter Rudge. El grupo consigue telonear a artistas como peter Framptom, Foghat o Kiss entre otros, y coniguen fichar con la discográfica A & M Records.

     En 1977, el grupo publica su álbum debut, llamado 38 Special. A éste le seguirá Special Delivery, publicado en 1978. Y llegamos al año 1979, y bajo la mísma discográfica, A & M, el grupo publica en octubre su tercer álbum de estudio, Rockin' Into The Night. Dentro de este disco se encuentra otro de esos temas que a mí tanto me emocionan, precisamente el que da título al disco, Rockin' Into The Night, un tema que fue compuesto por Jim Peterik, Gary Smith y Frankie Sullivan, los tres miembros de Survivor por aquél entonces. Este tema supondría un gran espaldarazo para el grupo, pues alcanzaría el puesto número 43 en la famosa lista americana  Billboard Hot 100 durante nueve semanas. También significaría el principio de una fructífera colaboración entre el grupo y Jim Peterik, que acabaría escribiendo junto a 38 Special muchos más temas. Precisamente este tema y el disco supondría el punto de inflexión de 38 Special, que si bien en sus anteriores discos iban encaminados hacia el southern rock, este va orientado hacia el AOR (música orientada a adultos).

     Peterik, Sullivan y Smith, componentes de la banda Survivor, habían compuesto este tema para ser incluido en su disco debut, Survivor, que fue publicado en 1979, pero John Kalodner, el hombre de la discográfica A & R que estaba asignado a Survivor consideraba que este tema no le pegaba a su disco por ser de un estilo más blues y sureño que los demás temas. A John Kalodner se le ocurrió que ese tema le iría como un guante a 38 Special, grupo que también llevaba, y no se equivocó, de hecho fue el responsable que animó a Jim Peterik a seguir colaborando con 38 Special escibiendo canciones para ellos. En 2004 el grupo survivor lanzaría su propia versión de este tema, incluido en su disco recopilatorio Ultimate Survivor.

Oh Rockin'

Oh Yeah
Cruising down the motorway

Got my girl by my side

We're both a little anxious

Ooo, we got love on our mind

Waiting, anticipating
For the fireworks in the night
Well I swear we were doing eighty
When we saw those motel lights
And we were rockin' into the night

Rockin' into the night

Ooo hoo, rockin'

Rockin' into the night

Rockin' into the night
Out on the back street

Taking love where I can

I found a sweet madonna

Ooo, with a bible in her hand

She's waiting, anticipating
Well, for someone to save her soul
Well, I ain't no new messiah
But I'm close enough for rock and roll
And we were rockin' into the night

Rockin' into the night

Ooo hoo, rockin'

Rockin' into the night

Rockin' into the night
And I'm slowin' down, and she's pullin' in
Waiting, anticipating

For the fireworks in the night

Well, I swear we were doing eighty

When we saw those motel lights
We were Rockin',

Rockin' into the night

Ooo yeah

Rockin', rockin' into the night

Rockin', rockin' into the night
Rockin', rockin' into the night
Rockin' into the night, rockin' into the night

Rockin' into the night, rockin' into the night

Rockin' into the night, rockin' into the night

Rockin' into the night, rockin' into the night



lunes, 3 de febrero de 2020

Canciones que no soporto: Gett Off, Prince

Diamonds & Pearls


Voy a hablar de otro de esos temas que no soporto, lo que no significa en absoluto que el tema esté exento de calidad, que la tiene y de sobra. En esta ocasión se me planteaba un problema, pues el artista del que voy a hablar es uno de los grandes fetiches de nuestro querido Nevermind, y hablo con conocimiento de causa, pues como ya he comentado alguna vez, Nevermind, Chema y yo hemos crecido juntos, por lo que se lo que este artista significa para él. Hay artistas y grupos de los que Nevermind sabe y mucho, pero si hay uno del que lo sabe prácticamente todo es Prince, el artista que pongo hoy en el tintero.

Lo primero que hice fue llamar a Nevermind para comunicarle que su gran artista fetiche, Prince, iba a ser protagonista de esta implacable sección. No sabía cómo se lo tomaría, pero tenía que agarrar el toro por los cuernos y afrontar la primera oposición y crítica que me iba a encontrar, y además jugando en casa. Lejos de tomárselo mal, encajó el hecho con mucha entereza, y aún con más deportividad se tomó que le pidiera referencias y datos sobre el tema en cuestión, pues para que iba yo a indagar aquí y allá en los libros y las redes, si ya le tenía a él para hablarme y contarme curiosidades sobre esta canción.

Gett Off forma parte del décimo tercer álbum de estudio de Prince, titulado Diamonds & Pearls. Fue este disco el primero que Prince publicó junto al acompañamiento de la New Power Generation. Publicado en octubre de 1991 por las discográficas Paysley Park Records y Warner Bros. Records, Gett Off fue el sencillo de adelanto para la promoción del disco, alcanzando el puesto número 21 en Estados Unidos en el Billboard Hot 100, el puesto número 6 en el Billboard Hot R&B y el puesto número 1 en el Billboard Dance Club.

El tema, compuesto por Prince basándose en una estructura muy cercana a las composiciones de rap, recitando la letra de la canción en lugar de cantarla, e introduciendo una curiosa combinación de guitarra y flauta en el riff de la canción, tuvo muy buena acogida por parte del público. Es precisamente ese coqueteo con el rap, lo que a mí personalmente nunca me acabó de entrar.

Como curiosidad, la canción tuvo también su lado misterioso, a través de un mensaje oculto que parecía apuntar a una disputa amorosa. La interpretación más extendida en su lanzamiento era que por aquel entonces Prince y Lenny Kravitz andaban ambos cortejando a Vanessa Paradis. Vanessa finalmente escogió a Lenny, algo que Prince no se tomó muy bien, y parte de ello acabó plasmando en Gett Off, que podría traducirse como "que te pires" o "que te den", y que contiene mensajes supuestamente dirigidos a Vanessa, del tipo "tú te lo pierdes, yo hago 23 posturas en una sola noche" ("Twenty three positions in a one night stand..."), "déjame mostrarte que soy un chico talentoso" ("Let me show you baby i'm a talented boy..) y en definitiva, "si quieres aquí estoy" ("If you want to baby here i am..")

Quiero dar las gracias a Nevermind por su buen encajar y su "deportividad" al aportarme todas las referencias y datos necesarios, en lugar de responderme "¡Gett off!" tras leer mi artículo, pues creo que es mejor consultarle, en lo que a Prince se refiere, antes que hacerlo en los libros o en los artículos disponibles en internet.

domingo, 2 de febrero de 2020

Coque Malla - Revolución (Mes Coque Malla)



¿Todavía crees en la revolución? ¿Todavía sueñas con cambiar las cosas?

Así empieza ¿Revolución?, el sexto disco de estudio de Coque Malla (si consideramos "Mujeres" un recopilatorio y no contamos rarezas interesantes como "Transformer" o el disco de canciones de Rubén Blades). O no exactamente, porque el disco y el tema que le da título arrancan realmente con una breve introducción basada en tambores militares y sonidos que parecen sacados de un viejo reloj y una caja de música.

La primera vez que escuché esos tambores, los relacioné inconscientemente con una escena de un programa infantil de televisión que, no sabría explicar por qué, se me quedó para siempre grabada en mi cabeza. La escena era un desfile de un batallón de soldados napoleónicos por las calles de un decorado que se suponía era París. Todos los soldados desfilaban coordinados y al unísono salvo uno, que se incorporaba tarde a la marcha en la última fila, intentando abotonarse a toda prisa la casaca. Aquel soldado parecía sobrepasado por las circunstancias, y no se le auguraba un gran futuro como militar, pero una bella dama en la hilera de espectadores de uno de los lados de la calle le dedicaba una cálida sonrisa a aquel soldado que se salía de la monotonía del conjunto.



Ya que hablamos de los tambores de la ¿Revolución?, ese abrumado soldado bien podría ser el Coque Malla que acababa de separarse de Los Ronaldos, intentando encontrar su sitio y no perder la marcha de su carrera como músico, durante los difíciles finales de los 90. Momentos de dudas y sinsabores, de patearse pequeños locales y tocar ante reducidas audiencias con el único acompañamiento de su fiel guitarrista, pero con la firme determinación y el talento de un compositor diferente e inquieto. Era cuestión de tiempo que la bella dama de la crítica musical pusiera sus ojos en él y le dedicara su exclusiva sonrisa. Él nunca dejó de creer que era posible cambiar las cosas, y las fue cambiando y mejorando disco a disco, hasta llegar hasta este ¿Revolución? que, tras los tambores, arranca con un teclado desnudo y la voz de Coque, para ir creciendo en intensidad hasta rozar la épica con el respaldo de la Orquesta Sinfónica de Bratislava.


"Todo lo que fuimos desapareció, sólo queda una canción... Sólo queda música". Dicen que hay dos fechas importantes en la vida. La primera es la del día en que nacemos, y la segunda la del día en el que descubrimos para qué hemos nacido. Si como en el caso de Coque, estás predestinado para dedicarte a la música, no debe ser tan grave que sólo quede música. Todo lo contrario, quizá sea esa la razón por la que este tema es uno de los más alegres y vitalistas de sus últimos discos. De corte más electrónico y desprovisto de los arreglos orquestales del anterior tema, pero con una frescura y energía que hacen imposible escucharla sentado. Si ¿Revolución? era una mirada al pasado, Sólo queda música es una apuesta optimista por el presente y el futuro.

El kaleidoscopio de sonidos y estilos que salen del baúl revolucionario de Coque no ha hecho más que comenzar, y en un nuevo y brillante bandazo nos traslada con "Un lazo rojo, un agujero" a la pista de baile y bola de cristal en el techo, vistiendo a un típico hit marca de la casa con un traje sonoro heredero de la Motown y del sonido Philadephia de los 70. Nada sobra en el exquisito tratamiento del conjunto, guinda incluida en forma de rap intermedio en colaboración con Kase O, en la que es la primera de las colaboraciones del disco.


Versatilidad y chispa ya demostradas en estos dos últimos temas, toca de nuevo abrumarnos con la segunda pieza sinfónica del álbum, América, en la que la aparentemente sencilla letra esconde el desencanto del momento en que descubrimos la cruda realidad detrás de los idealizados sueños. Imposible no cerrar los ojos e imaginar escenas de West Side Story, de grandes barcos de emigrantes llegando a Nueva York, y de personas sintiéndose insignificantes ante la primera visión de la gigantesca ciudad de metal. Todo ello contado al ritmo de una gran epopeya musical, con la grandiosa orquesta regalándonos otro momento excelso.


Extraterrestre vuelve a la senda directa y accesible de "Sólo queda música", pero con "buen humor, swing e ironía". Cuenta Arancha Moreno en el libro sobre Coque "Sueños, Gigantes y Astronautas" que "Este es el momento" fue la segunda canción que presentó para la película "Campeones", y que la primera (cuyo título no se menciona en el libro) se la guardó para este disco cuando fue descartada. Podría equivocarme pero, si tengo que apostar, diría que esa canción era "Extraterrestre". Si estoy en lo cierto, aquella negativa le ha permitido al disco subir varios enteros con el aporte extra de una canción brillante, con un ritmo pegadizo y un tramo final de inquietante mensaje coral aderezado con breves ramalazos industriales que recuerdan al peculiar sonido del disco "Earthling" de David Bowie.


En 7días7notas nos gusta pensar "en vinilo", por lo que me referiré a la siguiente canción como la primera de la "Cara B". "Un Ángel Caído" arranca con un pegadizo teclado marcando el ritmo, y la batería y el bajo acompañando. Arreglos de cuerda para acompañar la relajada voz de Coque, un tema tranquilo pero muy equilibrado.


Mantras En La Oscuridad’ comparte ese aire de canción para bailar tranquilo, con una copa de vino en la mano para brindar "por la libertad", con un estribillo tan calmado como irresistible. Al contrario que en la anterior, aquí el ritmo lo consigue con el sonido de las guitarras de fondo el sonido de guitarras y los metales sustituyen a las cuerdas en el acompañamiento. Dos maneras diferentes de alcanzar el mismo resultado brillante. El sonido de guitarras de "El Árbol" recuerda al de temas anteriores como "Lo hago por ti" de "El último hombre en la Tierra" pero dónde aquella se quedaba ésta continúa y crece con los brillantes juegos de los coros respondiendo a la voz principal: "Seré como un árbol, resistiré cien años"... "El águila que vuela será tu compañera". Tras este anticipo, y uno de los pocos espacios que en el disco se dejan a un solo de guitarra, los coros toman el control de la canción para elevarla a lo más alto.


A estas alturas ya podría despedirse de cualquier manera, y no evitaría que nos rindiéramos ante la evidencia de estar ante un disco enorme, pero todo artista tiene que guardar para el último momento el truco final, el espectacular cierre que haga que la gente se vaya a casa con el sabor de boca de haber visto o escuchado algo realmente mágico. Eso es en este disco "Polvo Cósmico", apoteósica despedida bañada de brillantes arreglos orquestales y armonías de metales. El propio Coque dice "Adiós" como si ésta fuera realmente una despedida, para dar paso al recitado de Jaime Urrutia, colaboración de grandes quilates para terminar de dar empaque a una de las joyas del disco. Los versos de Laura Gómez Palma suenan incandescentes en la grave voz de Urrutia en esta segunda colaboración del disco.


Y tras el adiós, dice el manual de los buenos artistas del circo que hay que salir a saludar y guardarse un buen bis, antes de iniciar realmente "El Gran Viaje A Ninguna Parte". Guinda o broche, este medio tiempo tiene un sonido más cercano a "Sueños" o a "La hora de los gigantes" pero no desentona con el conjunto y deja un buen sabor de boca en la auténtica despedida del disco, con los coros actuando de nuevo como gospelianos cómplices que responden, cuál conciencia, a la voz cantante.
¿Cómplices de una Revolución? Depende de si "crees todavía en la revolución" y de si "sueñas todavía con cambiar las cosas..."




sábado, 1 de febrero de 2020

Coque Malla - Mujeres (Mes Coque Malla)

En 7dias7notas hemos tomado la decisión de hacer un poco mas monográfico el blog, para lograr ese objetivo dedicaremos varios artículos durante un mes a un artista, desde reseñas de sus discos, curiosidades, canciones que nos emocionan, otros trabajos artísticos o su implicación en el mundo del cine al ser arte muy asociados. Este mes de Febrero el protagonista sera Coque Malla.

Con este primer articulo, damos la bienvenida al grupo de críticos de cine pertenecientes a Habladecine que desde 2012 nos ilustran sobre el mundo del séptimo arte desde el blog www.habladecine.com y a los que escuchamos desde mayo de 2017 a través de Radio Marca Zaragoza o en Ivoox con su programa semanal sobre los estrenos de cine y sus recuerdos a películas clásicas. En esta ocasión contamos con la colaboración de Jose Miguel Merino @jmerino11 que nos ha dejado un texto sobre el documental "Mujeres", dirigido por Coque Malla y estrenado en Enero de 2019. A fecha de hoy podemos disfrutarlo a través de la plataforma de Prime Video de Amazon.




Hace más de 6 años que Coque Malla, el ex-integrante y líder de la banda de pop-rock de gran éxito de finales de los 80 y 90 en España, «Los Ronaldos», decidió hacer un disco acompañado por 10 mujeres que de un modo u otro significaban algo en la vida de Coque Malla, como él dice en la película, al menos de los últimos 15 años. Aparecen desde su madre, la actriz Amparo Valle, que lamentable no podrá ver acabado este documental ya que falleció en 2016, a otras de gran nivel artístico como Leonor Watling, Rebeca Jiménez, Angela Molina, Anni B Sweet, Jeanette….

El documental sigue un esquema en el que se sigue a Coque Malla durante unas semanas en las que va pasando entre ensayos con cada una de las mujeres del disco, con las que siempre mantiene unos interesantes diálogos sobre su pasado, su presente y su futuro con las mujeres, desde todos los puntos de vista, el amor, el dolor, las novias, su mujer, el sexo, la naturaleza de las relaciones entre hombres y mujeres, y con una protagonista muy especial, su hija Cayena, que nació en Octubre de 2012, y que seguro como dice él en algunas de sus conversaciones con el productor Antonio Dyaz durante el recorrido del documental, no le cambió la vida de golpe, si no poco a poco.



Durante los 85-90 minutos del documental, Coque, Antonio y las mujeres que aparecen ensayando van planteando preguntas, e intentando contestarlas, como: ¿Qué queremos el uno del otro en una relación?, ¿Hablamos idiomas distintos?, ¿Cómo cambia la vida del hombre cuando empieza a relacionarse con la mujer, y con la hija?, ¿Cómo sabes que una mujer es la definitiva?…ó una pregunta ¿Qué será de nosotros cuando las chicas dejen de bailar? parte de una canción que forma parte del álbum debut en solitario de 1999 de Coque Malla, «Soy un astronauta más».

El hilo que va uniendo todas estas canciones, ensayos y conversaciones es el día a día de Coque Malla, en el que nos muestra varias facetas de su vida, como los ensayos y preparación para un concierto, momentos posteriores a una gala con unos fans, o otros más rutinarios como ir a hacer la compra, a comer con un amigo, a dar de comer a Cayena, o hacer la comida con su mujer Macarena, lo que hace del documental algo más que un reportaje sobre su disco.

Si tengo que quedarme con dos momentos en la película son sin dudar con las 2 canciones que más me gustan de las 11 que componen el disco, y que además están interpretadas por dos voces de lujo; la primera sería el «No puedo vivir sin ti», en una maravillosa versión con la cantautora Anni B. Sweet.


Pero si hay una que sobresale es «Berlín», canción escrita por Coque Malla en 2009, para su disco «La hora de los gigantes» y que encuentra un dueto hipnotizador con Leonor Watling. La conversación con Leonor es de las más interesantes, y durante la misma llegan a comparar la vida de Coque con la de Marcello Mastroiani en la obra maestra de Fellini, 8 y medio, al hacer este repaso de su vida a través de las mujeres que le marcaron, tanto las que tuvo como las que no pudo tener.

El documental está dirigido bien por Gonzalo Visedo, y producido por Antonio Dyaz y Corleone Films, y debió tener muchas dificultades para ser lanzado, ya que ya se anunciaba en 2013 junto con el lanzamiento del disco, pero ha tardado casi 6 años en ser distribuida, en este caso por la distribuidora Con un Pack.




LO MEJOR: Lo fácil que se ve y «Berlín».

LO PEOR: Que si no te gusta su música, seguro que te parece un rollo, pero hay que darle una oportunidad.

viernes, 31 de enero de 2020

El disco de la semana 163: Lenny Kravitz - Lenny



Vi hace poco un artículo sobre Lenny Kravitz titulado “Cuando Lenny Kravitz molaba”, y me llamó la atención la carga de contenido crítico que tenía el título. Es cierto que hace tiempo que no nos sorprenden sus propuestas, y que sus últimos discos tienden al riesgo mínimo y a la repetición de patrones musicales encaminados al “canta conmigo” de los estadios, pero la pregunta que me vino a la cabeza fue… ¿En qué punto exacto del camino Lenny Kravitz dejó de molar?

Para responder a esa pregunta hay que hacerse primero otra. ¿Qué es lo que hace que un disco mole? Sus primeros discos tenían varios singles brillantes que transmitían la frescura y la arrogancia de un joven y talentoso multi-instrumentista, que aspiraba a la corona que ostentaban totems como Michael Jackson o Prince, pero en conjunto resultaban discos demasiado inconexos, lastrados por temas lentos o de relleno, que hacían difícil la escucha completa.

¿Es eso suficiente para que mole un disco, o lo que hace que un disco sea bueno es el sabor que nos deja el conjunto? Si la respuesta correcta es ésta última, el disco que más mola de Lenny es, precisamente, “Lenny” (2001). Un disco en el que, sin himnos rutilantes que destaquen sobre el resto, consigue una estructura de sonido homogénea y reconocible en casi todos los temas, manteniendo un buen nivel de calidad a lo largo de todo el disco que hace improbable un abandono prematuro de la escucha. Y además fue el último molón, al menos para mí, ya que a los discos posteriores les aplica la etiqueta de "riesgo mínimo" que comentaba al principio. Así que, sin más, recordemos el último momento en el que Lenny "moló".


LENNY

Hablar del disco "Lenny" es hablar de otro momento muy concreto de mi vida, y de un monstruo de las ondas radiofónicas que nos dejó hace ya mucho tiempo. Un domingo cualquiera de aquel ya lejano 2001, acompañé a mi pareja a la sede de la empresa que había formado junto a otras socias. La pequeña oficina estaba situada en el piso bajo de un bonito edificio antiguo en la zona de Atocha, muy próximo al parque del Retiro, y el plan en principio no parecía muy divertido, ella tenía que trabajar un rato en su despacho y yo, básicamente, esperaría a que terminara sentado ante la mesa de un despacho contiguo. Lo que no sabía era que mi suerte iba a cambiar, y que la felicidad de un momento depende a veces de cosas muy simples, como un viejo transistor de radio, un refresco de cola y una bolsa de esos adictivos gusanitos naranjas. Esos son los tres objetos con los que, tras una inspección rápida del lugar, contaba para sobrevivir a aquella tarde.



Encendí la radio y fui buscando con la rueda del dial, hasta que en M80 Radio encontré un programa que llamó poderosamente mi atención. El locutor estaba haciendo la entradilla, y hablaba de embarcarse con él en un vuelo a través de la música. Era el Vuelo 605 y estaba a punto de despegar. Así que abrí la lata del refresco y la bolsa de gusanitos naranjas, y me abroché el cinturón ante el inminente despegue. El comandante Ángel Álvarez anunció por megafonía que el recorrido del vuelo de aquel día sería a través del nuevo disco de Lenny Kravitz, titulado simplemente "Lenny" y de inminente publicación.

Puedo decir sin exagerar que, aquel día, nació el germen de lo que hoy es 7días7notas, al menos en mi caso. La manera en la que Ángel Álvarez fue presentando cada tema antes de ponerlo, salpicando la narración de anécdotas sobre la grabación, comentarios sobre el sonido de los instrumentos, y datos sobre la trayectoria del músico estadounidense y su momento vital, es la que he intentado aprender y trasladar a mis reseñas sobre los discos, y el placer de estar sentado escuchando y descubriendo un disco nuevo con todo lujo de detalles, es el que siento ahora cuando me siento a escuchar un disco al mismo tiempo que me documento en Internet para poder después contarlo en este blog.

Ya desde el momento del despegue quedaron claras las intenciones de Lenny Kravitz con este disco. La rockera Battlefield of love destila la energía y el particular zumbido característico que el sonido de las guitarras tenía en muchos de los temas, y que le iba a dar al disco la sensación de unidad que "Lenny" tiene. Encontró ese sonido en el estudio de grabación casero de su casa de Las Bahamas, dónde registro la mayor parte de los temas, tocando la práctica totalidad de los instrumentos, a excepción de mínimas colaboraciones y de los puntuales arreglos orquestales de algunos temas. De hecho, tras la canción de arranque y el brillante single que posteriormente sería If I could fall in love, hay que esperar hasta el tercer tema, Yesterday is gone (My dear Kay), para escuchar un instrumento que no fuera interpretado por Lenny. Hablamos del solo de guitarra y el órgano Hammond interpretados por Craig Ross, su fiel guitarrista de acompañamiento en directo y en otros discos, que aparece en esta canción dedicada a Jay Kay, vocalista y líder de Jamiroquai, en la que Lenny le recomienda abandonar la nostalgia de las grabaciones analógicas y subirse al tren del progreso digital. "El ayer se ha ido, mi querido Kay".


El nivel del disco sigue volando a miles de pies de altura con Stillness of heart, otra de las canciones que saldrían como single destacado de esta colección de buenos temas. Craig Ross repite a los mandos del solo de guitarra y, salvo los arreglos orquestales, de nuevo Lenny asume la totalidad de la instrumentación y las voces. Tras el paréntesis que supone Believe in me, pieza de corte más electrónico y ambiental en la que Lenny procesa su propia voz para crear el ritmo de la canción, el disco retoma la senda de su sonido característico con Pay to Play, que destila un ritmo "afro" en el que se combinan los efectos de mezclas en la batería y el bajo con la omnipresente guitarra rockera de Kravitz.

Que el disco mole no implica que durante el vuelo no experimentemos algunas turbulencias, y quizá A million miles away sea uno de los momentos más bajos del disco, la concesión de Lenny en forma de balada para los fans más sentimentales. Sin ser un mal tema, se convierte en el momento más pausado del viaje, el único en el que aparece la tentación de saltar al siguiente tema. No existía esa posibilidad en un programa de radio de 2001 así que aproveché el momento para ir al otro despacho y preguntar a mi chica si le quedaba mucho. Y la verdad, mis deseos habían dado un giro de 180 grados. Quería que le quedara mucho, para poder escuchar el programa del Vuelo 605 completo.

"Me queda un rato todavía" fue su respuesta, así que con una disimulada sonrisa en los labios, volví a mi asiento y me abroché de nuevo el cinturón para escuchar God Gave us all con su rotunda combinación de guitarra, bajo y batería y sus coros de tinte gospel. Pero fue con Dig in con la que las señales luminosas del cinturón de seguridad se apagaron, y no pude evitar levantarme y sacar de la funda mi "air guitar" para mover las manos al rotundo ritmo de esta breve pero intensa canción, uno de los momentos más brillantes del disco.

La recta final incluye You were in my heart, una nueva recreación de Kravitz en terrenos más electrónicos, lo que no impide que la canción sea brillante e intensa y la electrónica esté utilizada en su justa medida, sin desentonar en el conjunto. Aquí encontramos el tercer instrumento no interpretado por Kravitz, ya que incluye unos sintetizadores a cargo de un músico llamado David Baron. En realidad sólo está distrayéndonos con ritmos más pausados para crear el contraste y la sorpresa con el arranque de Bank Robber Man, el tema más rotundo en términos de sonido e intensidad rock, en el que Kravitz y Ross se sueltan al máximo y lo dan todo con sus guitarras.

Tras este subidón de adrenalina, toca iniciar el descenso del Vuelo 605 e ir reduciendo velocidad en los motores, para lo cuál funciona muy bien un tema cómo Let´s get high, más lento y melódico pero igualmente acertado. El Vuelo 605 había llegado a su destino. Ella terminó su trabajo y yo conté las horas y los días hasta que el disco estuvo disponible en las tiendas. Gracias Ángel Álvarez, como echamos de menos aquellos programas, y aquellos discos de Lenny Kravitz que molaban lo suficiente como para que los desmenuzaras con tu habitual maestría a bordo del Vuelo 605.