Publicada en 1974 como sencillo promocional del que sería su
tercer y último álbum, con el mismo nombre, pronto se convirtió en uno de los
temas más reconocibles y reconocidos de la artista madrileña, su mayor éxito
cuando fue lanzado, impulsando decisivamente las ventas del disco del que
formaba parte. El fallecimiento de Cecilia aumentó la popularidad de este tema,
compuesto e interpretado exclusivamente por ella misma y en el que suenan
piano, guitarra española, cuerdas y un acordeón.
Un ramito de violetas surgió tras escribir un cuento corto
al estilo de James Joyce, uno sus autores favoritos, después de leer el relato
que escribió quedó insatisfecha con el resultado y cuentan que lo rompió, para
más tarde convertirlo en un poema que daría lugar a la canción. “Canción
profundamente triste pero de argumento con final agridulce, y estructurada al
modo narrativo clásico, con presentación, nudo y desenlace. La letra es
conmovedora y “más allá de interpretaciones simplistas (la mujer doblegada a
vivir sus pasiones en silencio, y Cecilia no iba por ahí en su cancionero), da
lugar a distintas lecturas: la principal es la incomunicación de una pareja
cuya existencia transcurre en la monotonía y falta de pasión, en la que el
marido es incapaz de expresar sus sentimientos y lo hace mediante poemas
anónimos, consciente de las ilusiones y felicidad que despierta en ella el
saberse querida por un admirador anónimo. Otra, más retorcida, sería el casi
buñueliano fetichismo de él al saber que ella vive una pasión amorosa
imaginaria e imposible”. Escuchamos la cancion de Cecilia y existe un
dramatismo espléndido que adquiere un toque trágico en la voz pausada, melódica
pero firme de Cecilia. Podemos sentir el aliento de lo que en un principio fue
un cuento, que luego se transformó en poema para finalmente quedar fijado en
canción. En cuatro estrofas, Cecilia, te cuenta una novela, te da el argumento
de una película al más puro neorrealismo de un Berlanga, Azcona o el mismísimo
Visconti. Cada verso de ese poema encierra un dolor, una sensibilidad y una
comprensión que sólo un artista al límite de su sensibilidad creadora puede
escribir, componer. ¿Quien no ha sentido empatía en algún momento con los
protagonistas de la historia, de su crueldad en su emotividad, de su grandeza y
miseria humana? «Un Ramito De Violetas» es su Yesterday, su novena sinfonía, su
Don Quijote, pero como todos y cada uno de los grandes creadores para llegar
hasta ahí hay un largo y profundo proceso, un recorrido en el que nada se
produce por casualidad.
Pese a las dudas iniciales, la madrileña acabó por sentirse
cómoda con el tema. “Me gustaría mucho recibir ese ramito de violetas de
alguien que me quiere sin yo saberlo", llegó a declarar. La composición se
mantuvo durante semanas en la lista de éxitos patria, convirtiéndose así en su
mayor 'hit comercial y en uno de los temas emblema de la que siempre ha sido
una de las artistas más aclamados de la música española pese a su corta
carrera. A raíz del fenómeno producido por la historia de ese matrimonio sumido
en la rutina del ramito de violetas, TVE le ofreció representar a España en el
Festival de las Televisiones Iberoamericanas (OTI), a celebrar en Puerto Rico,
con la canción de Juan Carlos Calderón, “Amor De Medianoche”. Ella era poco
partidaria de los festivales y tras muchas presiones y cambios en la letra
aceptó la oferta y logrando finalmente el segundo puesto.