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lunes, 29 de noviembre de 2021

0333: Soul Kitchen - The Doors

 

Soul Kitchen es una de las canciones más destacadas del homónimo álbum de debut de The Doors en 1967. A la sombra de temas como Break on through, Light my fire o The End tuvo menos recorrido mediático, pero este tema habría podido ser punta de lanza de cualquier otro LP de The Doors, además de estar lleno de matices y anécdotas que lo hacen todavía más interesante.

La letra de la canción se inspira en el restaurante Soul Olivia's en Venice Beach, California, en el que Jim Morrison solía quedarse hasta muy tarde, siendo habitual que el encargado del local o los camareros tuvieran que echarle para poder cerrar. De ahí viene que, en el estribillo, Morrison pida fervorosamente: "Déjame dormir toda la noche, en tu cocina del alma", o que en el tramo final haga referencia a que "los relojes dicen que es hora de cerrar, supongo que me tengo que ir ahora, pero realmente quiero quedarme aquí toda la noche".

Precisamente esa última frase convirtió a esta canción en icónica e imprescindible durante el final de los conciertos de The Doors. En una época en la que la policía de Los Ángeles ponía especial celo en que las actuaciones de los grupos de rock a los que consideraban problemáticos terminaran en el horario establecido, y mientras se desplegaban alrededor del escenario como medida disuasoria para que no se les ocurriera seguir tocando. En ese momento, y mientras el grupo estaba tocando Soul Kitchen, Morrison arengaba a las masas cambiando la frase por "Los policías dicen que es hora de cerrar, supongo que me tengo que ir ahora, pero realmente quiero quedarme aquí toda la noche".

domingo, 28 de noviembre de 2021

0332.- Light my fire - The Doors




Hace cincuenta años, The Doors lanzó un trabajo alucinante, en forma de su debut homónimo, que aún resiste la prueba del tiempo. Si intentas decirme que hay un álbum de rock hecho en los últimos veinte años que puede decir lo mismo, te diré que estás mintiendo. Olvídate de las tonterías. No dejes que ninguna escena reciente de jeans ajustados, promocionada por nadie te engañe. The Doors , fue y sigue siendo, un verdadero vudú azul.

En él encontramos tiempo y atemporalidad y quizás hay un sencillo en este álbum que conjugas ambas cosas ambas cosas a la perfección: "Light My Fire". Esta canción, publicada dos años después de "Like A Rolling Stone" de Dylan, se convirtió en uno de los éxitos pop más inesperados de su época. A diferencia de "Like a Rolling Stone", su longitud fue editada para adaptarse a algunos formatos de música pop como single. Aun así, fue la versión del álbum fue la que se convirtió en el gran pelotazo eterno que la mayoría recordamos en el rock clásico. Cuando se escucha en el contexto de este álbum completo, Light my fire fue un cóctel sonoro embriagador que mezclaba las fugas de órgano Bach de Ray con la guitarra estilo flamenco de Robby mientras Jim, el psicodélico Sinatra, cantaba y bramaba letras tan provocativas como “Tú sabes que Sería un mentiroso ". Break on through les puso en la picota, pero sin duda la canción que realmente llevó a The Doors a la estratosfera es, por supuesto, el exitoso sencillo Light My Fire. En retrospectiva, muchos ven la canción como la banda sonora perfecta para el verano del 67, cuando las cosas se estaban calentando en Estados Unidos en términos de los cambios sociales y políticos de finales de los 60. La popularidad se disparó y los llevó a presentarse a uno de los escenarios más apetecidos por los músicos, The Ed Sullivan Show. Los Angelinos tenían la canción más escuchada en EEUU, pero nuevamente surgieron dificultades, ya que debían eliminar la estrofa donde hacían alusión a lo erótico y las drogas: “If I was to say to you / Girl, we couldn’t get much higher” (“Si te dijera a ti / Chica, no podemos elevarnos mucho más”). La letra debía ser cambiada o no podrían salir a presentarse. El grupo aparentó aceptar y en plena cadena nacional Jim Morrison cantó tal cual lo que habían compuesto. ¿Consecuencias? No volvieron a pisar nunca más el escenario de Sullivan.

Los autores de la canción fueron Robbie Krieger y Ray Manzarek y surgio la idea una noche de 1966, cuando en una de las muchas actuaciones que daba el grupo en el Whisky a Go-Go el grupo tuvo que salir al escenario sin Jim Morrison que se encontraba sumergido en otro de sus viajes atemporales causado por las drogas, ambos eran conscientes del estado en muchas ocasiones de Jim. Krieger pensó en hacer una canción con una letra donde Morrison pudiera captar la indirecta, resultado, más de siete minutos de duración, la pista original no solo contenía uno de los ganchos líricos más memorables de The Doors, sino que también fue el vehículo perfecto para el arremolinado trabajo de órgano de Ray Manzarek,. The Doors ya parece un grupo salvaje incapaces de ser domados. Si el puente y los solos de esta canción no son uno de los momentos más épicos en la historia del rock que paren el tren que me quiero bajar.


sábado, 27 de noviembre de 2021

0331 The End - The Doors


0331 The End - The Doors 

The End es una de las canciones más famosas en la historia de la música rock.
Es una canción del grupo estadounidense The Doors, cuyo líder Jim Morrison. 

La revista Rolling Stone la colocó en su lista de 'Las 500 mejores canciones de todos los tiempos', ubicándolo en el puesto 336. 

También esta reconocida como una de los canciones con un solo de guitarra dentro de las “100 mejores solos de guitarra de todos los tiempos”, donde en ese sentido lo ubicaron en el puesto 93.

No sólo en el mundo de la música esta reconocida esta canción, sino también fue utilizada en la cultura pop, sobre todo por Francis Ford Coppola en películas de guerra clásica. Apocalipsis Now (1979).

Hay otra versión de esta canción donde Jim Morrison concluye el último verso diciendo “I want to fuck you”. Esto alude a un concepto freudiano llamado 'El complejo de Edipo' , que influye en esta sección particular de la canción, donde un individuo odia a su padre y tiene deseos por su madre (o viceversa).

The Doors compuso 'The End' durante un período de meses mientras lo interpretaban en vivo en un bar de Los Ángeles llamado 'Whisky a Go Go'. Pero en última instancia, la canción resultó tan controvertida (específicamente en referencia a la frase I want to fuck you antes mencionada) esta frase de la canción provocó que los despidieran del concierto. Esto ocurrió el 21 de agosto de 1966, luego de que llevaran dando conciertos allí aproximadamente tres meses.

A los miembros de The Doors, Jim Morrison, Ray Manzarek, John Densmore y Robby Krieger, se les atribuye la escritura de esta canción. Y 'The End' fue producido por su colaborador habitual, Paul A. Rothchild.

Daniel 
Instagram storyboy 

viernes, 26 de noviembre de 2021

0330 Back Door Man - The Doors

 

Back Door Man, The Doors


     El 4 de enero de 1967 el mítico grupo estadounidense The Doors debuta con la publicación de su primer álbum de estudio de título homónimo, The Doors. El disco es grabado por Jim Morrison (voz), Robby Krieger (guitarra), Ray Manzarek (órgano, piano y bajo) y John Densmore (batería) entre agosto y septiembre de 1966 en los estudios Sunset Sound Recorders de Hollywood, bajo la poducción de paul A. Rothchild y publicado por el sello discográfico Elektra Records

El disco se convierte en uno de los más importantes para la evolución del rock psicodélico, siendo elegido por la revista Q en el puesto número 93 de los mejores discos de todos los tiempo, el canal musical VH1 lo situó en el puesto número 60 y la revista Rolling Stone en el puesto número 42 de los 500 mejores álbumes de la historia.

Incluido en este álbum debut se encuentra la versión que del clásico de blues Back Door Man hicieron The Doors. La canción fue escrita por Willie Dixon en 1960, y había sido versionada por bluesmans como Howlin 'Wolf y John Hammond Jr. The Doors se decidieron ha realizar una versión de la canción después de que elguitarrita Robby Krieger descubriera y escuchara la versión que del tema había hecho John hammond Jr. 

En cuanto a la temática del tema, Willie Dixon lo compuso hhaciendo referencia a la frase "Back Door Man" (hombre de la puerta trasera), que en la cultura sureña hacía referencia a cuando un hombre tenía una aventura amorosa con una mujer casada, siempre usaba la puerta trasera para escapar antes de que el marido de la mujer infiel regresara a casa. Una temática muy recurrente en el ámbito del blues de la época.

jueves, 25 de noviembre de 2021

0329: Break on Through (to the other side) - The Doors


Break on through (to the other side), en español "Ábrete paso hacia el otro lado" era el tema de arranque de The Doors (1967), el primer disco de la breve pero intensa carrera del grupo de Los Ángeles. La letra firmada por Jim Morrison es toda una invitación a romper con las reglas establecidas, y a atravesar más allá, hacia un espacio o realidad alternativos, donde veremos las cosas de manera muy diferente.

El que fuera primer sencillo de la banda, tardo inicialmente en abrirse también paso hacia el otro lado, con un éxito discreto en las listas de ventas, pero que con el paso del tiempo se convirtió en uno de los temas más emblemáticos de la banda angelina. La rabiosa y a la vez psicodélica letra de Morrison, unida a la fuerza de la guitarra de Robbie Krieger y el solo de teclado de Ray Manzarek, se convierten en un artefacto explosivo y urgente, una atronadora salva con la que despertarnos del letargo en el que estamos sumidos, haciendo que abramos los ojos a lo que nos espera al otro lado de las puertas de la percepción, para comprobar al atravesarlas que "el día destruye a la noche, y la noche divide al día".

Break on through tuvo que resistir también los envites de la censura de la época, debido a la frase "She gets high" que se podía interpretar como "Ella tiene un subidón" desde su connotación de "colocarse" con el consumo de drogas. La versión del álbum original altera esta frase para que se escuche solamente "She gets" seguida de un soplido en el lugar donde debía ir "high", pero en las versiones en directo y en otras ediciones nadie pudo evitar que Morrison se abriera paso y llevara la canción hasta lo más alto de ese otro lado tan lisérgico y transgresivo.

martes, 23 de noviembre de 2021

Grandes éxitos y tropiezos: The Doors


 

En 7días7notas abrimos en esta ocasión las puertas de la sección de Grandes éxitos y tropiezos a The Doors. Es difícil equivocarse en la compra de un disco de Morrison & Cía, porque todos sus discos tienen cosas interesantes, y al atravesar las puertas de la percepción nunca se encontraron escalones en los que tropezar de manera ostentosa. Sin embargo, esas mismas puertas pueden también conduciros por caminos que, no teniendo la etiqueta de equivocados, si que pueden llevaros a lugares que no fueran los esperados. Así que, sin más demora, vamos de nuevo a la imaginaria y vieja tienda de discos de segunda mano en la que esta sección comenzó, a buscar discos de The Doors ¿Qué discos suyos deberíamos comprar? ¿Cuáles deberíamos evitar?:

Estás tardando en comprarlo:

Los seis discos de The Doors publicados en vida de Jim Morrison son realmente grandes discos, pero si hay uno que destaca por encima del resto es precisamente The Doors (1967), disco debut en el que estaban canciones de la talla de Break on Through (to the other side), Light my fire o The End, pero no nos quedaríamos tranquilos si no mencionáramos también aquí discos como Morrison Hotel (1970), un disco en el que apostaron por un sonido más pesado y rockero en temas de la talla de Roadhouse Blues, Peace Frog o Waiting for the sun, entre otras. No se queda atrás tampoco el brillante ejercicio de blues ebrio y taciturno del disco L.A Woman (1971), combinando la brillantez de piezas oscuras y decadentes (Cars hiss by my window, Hyacinth House) con algunos de los mejores temas de su carrera (L.A Woman, Riders on the storm)

Si te queda pasta, llévate también: 

Si os queda presupuesto, el siguiente disco al que tendríais que hincar el diente sería Waiting for the Sun (1968). La adicción al alcohol de Morrison avanzaba a marchas forzadas, al tiempo que aumentaba también el número de seguidores de la banda, gracias a temas tan rotundos como Hello, I love you o The Unknown Soldier. También incluye la canción Not to Touch the Earth, en realidad un extracto de una larga pieza conceptual llamada The Celebration of the Lizard, disponible en alguna de las últimas reediciones especiales del disco, y en el directo Absolutely Live. Y si el dinero sobrante os deja aún más margen, entonces sería el momento adecuado para incluir en el pack el disco Strange Days (1968), el siempre difícil segundo disco, que contiene joyas de la talla de People are strange, Moonlight Mile o, especialmente, When the music is over. 

Vuelve a dejarlo en el expositor:

Pensando en la estructura de este artículo, el disco elegido para la tarjeta roja era The Soft Parade (1969), pero estaríamos siendo unos árbitros demasiado rigurosos, porque aunque palidece en la comparación con sus otros cinco hermanos, no deja de ser un buen disco al que, siendo justos, dejaríamos seguir jugando con una amonestación verbal o una tarjeta amarilla. Si lo dejáis de nuevo en el expositor, os estaríais perdiendo canciones como Touch me, Shaman`s Blues o, sobre todo, el tema que le da título, un auténtico desfile de color y larga duración en el que manejan con maestría los cambios de ritmo, la psicodelia y la bohemia descarada en la que vivía inmerso su carismático cantante. Y como, al perdonar a este disco, dejaríamos huérfana esta sección, mencionaremos en su lugar dos de los tres álbumes que los miembros restantes de The Doors sacaron tras la muerte de Jim Morrison.  Decíamos, al principio, que algunas puertas llevaban a caminos inesperados, y tanto Other Voices como el posterior Full Circle dejan la sensación de haber dejado pasar la parada en la que los miembros supervivientes deberían haberse bajado del autobús, haciendo caso al compañero caído, cuando cantaba aquello de "Esto es el final".

Si lo que buscas son canciones sueltas:

Estas son las cinco canciones top que no pueden faltar en tu colección o en tu playlist:

1- Break on through

2- Light my fire

3- Riders on the storm

4- L.A Woman

5- The End

viernes, 5 de febrero de 2021

El disco de la semana 211: The Doors - Waiting for the sun

THE DOORS se había formado en 1965 y llevaban apenas dos años antes de publicar esa joya titulada "Light My Fire" y a la vez convertirse en una de las bandas psicodélicas más exitosas de los 60. Los cuatro fabulosos de Estados Unidos, eran el siempre controvertido cantante y poeta extraordinario Jim Morrison, el teclista Ray Manzarek, el guitarrista Robby Krieger y el batería John Densmore, tuvieron una exitosa carrera de dos años con los primeros dos álbumes "The Doors" y "Strange Days" utilizando material que Morrison había traído propio transformándolo en una infusión psicodélica salvaje. El sonido único de THE DOORS se debió al hecho de que los miembros tenían antecedentes tocando distintos géneros de jazz, rock, blues y folk complementados por la contribución poética de Morrison. En los dos primeros álbumes se unieron de manera espontánea y cohesiva casi por arte de magia, WAITING FOR THE SUN fue un esfuerzo mucho más exigente. Los miembros de la banda no solo estaban agotados por la vorágine de los conciertos en vivo y las presiones de la fama instantánea, sino que el comportamiento errático de Morrison hizo que la grabación y el proceso creativo fueran casi imposibles.

 

Inicia el álbum con uno de sus grandes clásicos, Hello, I Love You, quizás uno de los éxitos más comerciales que haya grabado la banda, fue una de sus primeras composiciones y no entiendo cómo no se publicó en cualquiera de sus dos primeros álbumes, es un gran trabajo, empezando por el riff de apertura hasta la voz de Jim Morrison. Sumémosle que la melodía fue lo suficientemente pegadiza para que tuviera una gran difusión en la radio, cuando se lanzó como single, alcanzó la posición número uno en los Estados Unidos, disfruto mucho con esta especie de pop psicodélico suave. The Kinks demandó el tema aduciendo que era similar a All Day y All of The Night , pero al final la demanda no llegó a ninguna parte. Love Street es otra canción bastante ligera, aunque me parece superior a Hello, I love you. Detenerse a escuchar ese tambor estilo jazz que acompañados del órgano y el piano logran transportan a un lugar relajante y bonito. Las voces y la letra también son realmente geniales, estamos ante la canción más dulce que jamás hayan hecho los Doors, y eso no tiene por qué ser malo. Como curiosidad detrás de la canción existe una historia real. Pamela, la entonces novia de Jim, se compró una pequeña boutique de moda en esa misma calle, en un principio era una distracción para mantenerla fuera de las giras, pero terminó cerrándola por quiebra y dejando para la posteridad una excusa para este tema. Not to Touch the Earth podría catalogarse como la pista más inquietante de este álbum, la letra está plagada de imaginación apocalíptica aumentada por un órgano y una guitarra realmente inquietantes, como acompañamiento a los gritos de Jim en el medio y al final de la canción, un caos y creo que así es como querían que sonara. El tema fue escrito junto con Nico durante el romance que tuvo con Jim Morrison. Summer's Almost Gone es una de las pistas más subestimadas de The Doors, contiene una letra genial con algo de guitarra blues, órganos y batería de jazz, parece una brisa pasajera al principio, con una melodía simple y directa. La típica canción que no te das cuenta de que te gusta hasta que descubres las veces que te han pillado cantándola o tarareándola.


 

 

Wintertime Love, es realmente extraña y corta, ni siquiera parece una canción de The Doors. Un tema pop, hecha al estilo de un vals de trance, pero a diferencia de "Hello, I Love You", pero sin ese toque The Doors que todos amamos. The Unknown Soldier fue el primer sencillo lanzado a pesar de que es una de las pistas que suenan menos comerciales del álbum, la canción tiene un ambiente dominado por el teclado antes de irrumpir una marcha de tambores militar y algunos disparos de rifle. Fue una canción muy difícil de tocar en vivo durante los años de la Guerra de Vietnam y se convirtió en una de las favoritas entre los fans, no es raro ya que estamos ante una de las mejores pistas de The Doors. Para mí es muy grande publicar así una canción contra la guerra criticando a los millones que solo dan a la guerra un momento fugaz de su tiempo mientras desayunan. La frase de "No nacidos vivos, muertos vivientes" puede ser una crítica de la existencia mundana de muchas personas. La canción concluye en ambiente de celebración con el anuncio "La guerra ha terminado". Para muchos es la cima del álbum. Una gran canción dramática, que muestra los sentimientos de Jim sobre las fuerzas armadas, con la que su familia tenía mucho que ver y en teoría a lo que estaba destinado, así que aprovechó cada oportunidad para patear las tradiciones familiares en público


Spanish Caravan destaca por su atrevida intro de guitarra flamenca dejando uno de los momentos más virtuosos de Krieger. La canción se basa en la famosa pieza clásica de Isaac Albéniz “Asturias (Leyenda)” y demuestra las influencias flamencas de la banda en general. Tras la guitarra, la canción avanza hacia un órgano conducido por la oscuridad, convirtiéndose en una jam de rock progresivo. Una canción estructurada en dos partes: una sección romántica donde predomina la guitarra flamenca y una parte más áspera, con teclado y guitarra eléctrica. Cada una por separado es magnífica, las combinas y tienes una canción realmente fascinante y cautivadora con un sello muy particular. My Wild Love para mí es una de las canciones más extraña, un tema que solo contó con la voz principal de Morrison, los coros de los otros miembros de la banda, algunos aplausos de apoyo y algunos efectos sonoros acompañado de una letra muy inquietante. We Could Be So Good Together, es la otra pista creada con Nico, una canción con un gran riff de órgano junto con algunos rellenos de guitarra decentes de Krieger, pero se queda bastante mediocre dentro del tono del álbum. Yes, the River Knows, una de las pistas más hermosas de The Doors en general. La letra es muy buena y el piano un lujo al alcance de pocos. Para mí, es una de las canciones de The Doors más subestimadas que existen, poesía de Morrison con música delicada y cantada con el tono del mejor barítono romántico de Jim y ciertos ramalazos a The Beatles. Five to One que con sus 4:22 minutos es la canción más larga del álbum, un auténtico blues rock. Jugada muy interesante de Jim, una bravuconería, en tu cara, que mostraba a Jim como el bluesman con barba en el que se estaba convirtiendo. Una canción fuera de lugar en cuanto al sonido, pero un buen final para el álbum.

 


WAITING FOR THE SUN a pesar de estar un poco por debajo de los dos primeros álbumes es imprescindible, aunque muestre una versión más comercial de THE DOORS dejándose llevar por las fuerzas que los habían colocado en lugares altos, plagado de fuertes ganchos melódicos respaldados por los sonidos instrumentales únicos que acompañaban la idiosincrasia única de Morrison.

jueves, 14 de mayo de 2020

Canciones que nos emocionan: Light My Fire, The Doors

Light My Fire, The Doors


      Entre agosto y septiembre de 1966 Jim Morrison (voz), Rob Krieger (gitarra), Ray Manzarek (órgano, piano y bajo) y John Densmore (batería), o lo que es lo mismo The Doors, grababan en los estudios Sunset Sound Recorders de Hollywood, California (Estados Unidos) los temas que compondrían su primer álbum de título homónimo, The Doors.

     El 4 de enero de 1967 saldría publicado ese álbum debut de la banda, que a la postre sería considerado por la crítica como uno de sus mejores trabajos. Este disco ha vendido durante su historia la nada desdeñable cantidad de más de 20 millones de copias en todo el mundo, siendo incluido además en el Salón de la Fama, un salón cuya labor es honrar las grabaciones musicales por su historia e importancia. Para la grabación del álbum se utilizó una máquina de cinta de cuatro pistas, si bien se usaron principalmente tres pistas, una para bajo y batería, otra para guitarra y órgano y la tercera para la voz de Morrison.

     Incluido en este magnífico álbum debut de la formación se encuentra el tema Light My Fire, otro de esos temas que a mí tanto me emocionan. El tema aparece acreditado a todo el grupo, si bien en realidad fue compuesto y escrito en su mayoría por el gruitarrista Rob Krieger, siendo éste además el primero que compuso para el grupo. El single de este tema obtuvo la certificación de oro de la industria musical por haber vendido hasta la fecha más de un millón de copias. El tema es una pieza de rock psicodélico cimentado sobre una base de blues.

     Para la grabación del tema, Morrison le pidió a Rob que le ayudase, ya que la mayoría de los temas los había compuesto él y llevaba una gran carga de trabajo encima, entonces Rob preguntó a Morrison sobre que debía escribir, y este le respondió que lo hiciera sobre algo universal y que no desapareciera con el paso del tiempo. Fue así como a Rob se le ocurrió la idea de escribir sobre los cuatro elementos, tierra, fuego, aire y agua, después de escuchar el tema Play With Fire de los Rolling Stones, un tema que le había encantado. Rob compuso la melodía del tema y la mayoría de las letras, unas letras que tratan sobre deshinibirse y dejarse llevar por las llamas de la pasión.

You know that it would be untrue
You know that I would be a liar
If I was to say to you
Girl, we couldn't get much higher

Come on baby, light my fire
Come on baby, light my fire
Try to set the night on fire

The time to hesitate is through
No time to wallow in the mire
Try now we can only lose
And our love become a funeral pyre

Come on baby, light my fire
Come on baby, light my fire
Try to set the night on fire, yeah

The time to hesitate is through
No time to wallow in the mire
Try now we can only lose
And our love become a funeral pyre

Come on baby, light my fire
Come on baby, light my fire
Try to set the night on fire, yeah

You know that it would be untrue
You know that I would be a liar
If I was to say to you
Girl, we couldn't get much higher

Come on baby, light my fire
Come on baby, light my fire
Try to set the night on fire
Try to set the night on fire

Try to set the night on fire
Try to set the night on fire

lunes, 4 de noviembre de 2019

Canciones que nos emocionan: Las 5 canciones de The Doors



En los primeros años de relación con mi entonces novia y actual pareja, decidimos que, en materia de ocio, seríamos democráticos y equitativos. Si una semana íbamos al cine a ver una película que yo quería ver, la semana siguiente la película era exclusivamente de su gusto y elección. Este acuerdo democrático se extendió a los viajes que hicimos en aquella época, y entre ellos hubo una escapada de unos días a la romántica París. Los preparativos del viaje incluyeron, por tanto, una conversación para asegurar que los sitios preferidos de ambos estuvieran incluidos de manera equitativa en la hoja de ruta del viaje.


De su lado, surgieron citas que consideraba ineludibles como la Torre Eiffel, Notre-Dame o el Louvre, a las que por supuesto no puse la menor objeción. Pero cuando me preguntó por lo que yo quería ver en aquel viaje, no esperaba que mi rotunda y segura respuesta fuera: "El cementerio de Pere-Lachaise". Sorprendida y extrañada, me preguntó por qué, de todas las cosas bonitas que tenía la ciudad del amor, yo quería ir a ver un cementerio. La respuesta fue igualmente rotunda: "Porque allí está la tumba de Jim Morrison.

Ella nunca ha llegado a entenderlo completamente, pero a regañadientes me acompañó hasta el cementerio, y así fue como visitamos uno de los santuarios del rock, a la altura de otras visitas icónicas de mitos caídos que han tenido un hueco en la agenda de mis viajes, como la del edificio Dakota de John Lennon en Nueva York, o el más reciente David Bowie Memorial (mural pintado en la salida de la estación de metro de Brixton (Londres).


Tampoco ayudó a que ella lo entendiera cuando le expliqué que, en realidad, el malogrado cantante y poeta no estaba realmente enterrado allí, lo cuál nunca evitó que en torno a su lápida siempre haya flores y mensajes, e incluso gente cantando en voz baja sus canciones, con sus suaves cánticos entremezclándose con la brisa que sopla y juguetea entre los grandes árboles. En la quietud de aquel plácido lugar para el descanso eterno, casi con toda seguridad habrá sonado alguna de las 5 canciones que de los Doors habéis elegido:


LAS 5 CANCIONES DE LOS DOORS



En el nº 5, Roadhouse Blues, del disco Morrison's Hotel (1970), toda una declaración de intenciones y un decálogo de modo de vida al más puro estilo Morrison. "Cuando me levanto cada mañana, me sirvo una cerveza, el futuro es incierto el final está siempre cerca, enróllate, cariño, enróllate toda la noche". Uno de los temas más redondos e inspirados del grupo, que no siempre conseguían el mismo resultado al trasladar las poesías y textos de Morrison al formato de canciones rock. En esta ocasión el resultado es excelente, cómo demuestra que por ponerla en este quinto puesto habéis dejado fuera temas de la talla de Light my fire o When the music is over, grandes himnos del grupo californiano.


En el nº4, Break on through, del disco "The Doors" (1967), el que probablemente contiene el mayor número de temas icónicos de la banda. Estamos ante otro momento sublime, en el que los textos de Morrison se convierten en una canción tan urgente como eterna, la canción que nos abrió los ojos y nos hizo mirar a las puertas de la percepción, en la que Morrison nos mostró que "el día destruye a la noche, la noche divide al día" y nos gritó que intentáramos correr, y escondernos, y abrirnos paso hacia el otro lado.



 En el nº 3, L.A Woman, del disco del mismo nombre publicado en 1971, es un icónico retrato de las dificultades y vivencias de la "mujer de Los Ángeles" y el duro camino para abrirse paso en la ciudad. "¿Eres una pequeña señorita afortunada en la ciudad de la luz, o sólo otro ángel perdido...?" Aquí podríamos encontrar algunas similitudes temáticas con la posterior "Welcome to the Jungle" de los también californianos Guns and Roses, ambos describen una ciudad corrupta y peligrosa, de la que Morrison acabó cansado, marchándose a París en la que a la postre sería su última parada, su final.


En el nº 2, The End, del disco "The Doors" (1967), el final premonitorio al que hizo mención en muchas de sus composiciones, y que acabaría encontrando en la bañera de un hotel de París. The End es una larga oda lisérgica, un gran viaje psicodélico hacia ese final, temido y atrayente a partes iguales, al que menciona como un "amigo maravilloso, mi único amigo, el final". La complejidad de su temática y mensaje va más allá de la propia canción, y aparece en canciones posteriores como si de segundas partes se tratara. Especialmente inquietantes y premonitorios son los versos de "Hyacinth House":

"Veo que el baño está libre
Como si alguien estuviera cerca
Estoy seguro de que alguien me sigue

¿Por que tiraste la Sota de Corazones?
Era la única carta de la baraja
Que me quedaba por jugar

Y lo diré otra vez, necesito un nuevo amigo: El final"
 



La segunda conexión posterior la encontramos en el tramo final de la canción, en la parte más famosa y polémica en la que Morrison recita sobre un asesino que mata a sus padres en mitad de la noche:
"El asesino se levantó antes del amanecer, se puso las botas, y caminó por el pasillo..." No será la única ocasión en la que "el asesino" aparezca en una canción de The Doors, ya que volvió a hacer de las suyas en la que para vosotros es su mejor canción:


En el nº 1, Riders on the Storm, del disco "L.A Woman" (1971). Uno de los típicos temas largos y épicos de los angelinos, con la particularidad de que, así como en "Light my Fire" es Ray Manzarek el que lleva el peso y se corona vencedor a los teclados, en "Riders on the Storm" es la guitarra de Robbie Krieger la que predomina y sale vencedora. La letra es la representación de un miedo recurrente de Morrison, que en un viaje en coche con sus padres, atravesando el desierto, vió otro coche tirado en la cuneta tras un accidente. Personificó el impacto de aquella escena en la figura del asesino, que en esta ocasión hacía autostop en la carretera:

"Hay un asesino en la carretera
Su cerebro se retuerce como un sapo
Tomad unas largas vacaciones
Que vuestros hijos jueguen,
Si le recogéis para llevarle
vuestra familia morirá"

Perdí aquellas fotos que hice en el cementerio de Pere-Lachaise, eran tiempos de revelado analógico en las que las fotos eran "físicas" y no se guardaban en móviles, ordenadores o discos duros portátiles, así que me gustaría volver de nuevo, en alguna ocasión, y por absurdo que parezca, a visitar una tumba vacía en la que no está enterrada una gran estrella del rock, que atravesó a su manera la tormenta por la que todos pasamos desde que nacemos, desde que "en este mundo hemos sido arrojados, como un perro sin hueso o un actor fuera de papel, como Jinetes en la tormenta".


Otras canciones de la votación:

6. Light my fire 63
7. People are Strange 59
8. Love me two times 34
9. The Crystal Ship 21
10. Love her madly 2
11. Strange Days 20
12. The Soft Parade y When the music is over 18
13. Peace Frog y Soul Kitchen 14
14. Touch me 12
15. Hyacinth House y Love Street 10
16. Alabama Song (Whiskey Bar) 9
17. Hello, I love you 8
18. Moonlight Drive 7
19. Back Door Man, Spanish Caravan, The Changeling 6

20. Ghost Song, Indian Summer, Cars hiss by my window 5
21. Crawling King Snake, Not to touch the Earth, Queen of the Highway, Take it as it comes, Unknown Soldier, Waiting for the Sun, Wishful Sinful 3
22. Easy Ride, I'll never be untrue, Shaman's blues, Tell all the People 2
23. Five to One, Maggie McGill, You make me real 1

domingo, 11 de noviembre de 2018

El disco de la semana 74: The Doors - The Doors





Hoy, para hablar del primer disco de The Doors (1967) voy a saltarme algunas reglas. Y qué mejor grupo para hacerlo que el que en Break on through nos invitaba a romper con ellas, y a atravesar más allá, hacia el otro lado de "las puertas" de la percepción. Mi primera transgresión quizá no lo sea tanto, porque habitualmente menciono a amigos y personas con las que he vivido experiencias asociadas a las canciones que comento. Pero hoy, voy a dedicar estas líneas a un compañero de 7días7notas, y sobre todo un amigo de toda la vida. 



Creo que, volviendo la vista atrás, y aparte del momento actual en 7días7notas, uno de los momentos en los que más cerca de él me he sentido y en el que más química hemos tenido, fue el momento en que conocimos la música de Jim Morrison y The Doors. El descubrimiento se produjo, precisamente, con este disco, con el que ahora voy a cometer la segunda transgresión, ya que es posible que no mencione todas las canciones, o que no profundice demasiado en sus bondades musicales.

Break on through sonaba asiduamente en los bares y, siendo sólo unos adolescentes, escuchamos The End resonando de fondo en una gastada cinta de VHS de Apocalypse Now. Pero, probablemente, la primera canción que nos voló la mente en aquella época fue Light my fire. Ver a Jim Morrison (o a Val Kilmer haciendo de Jim Morrison en "The Doors" de Oliver Stone), con los ojos cerrados como si estuviera en trance, mientras mezclaba imágenes mentales de piras funerarias y referencias sexuales, fue la puerta de entrada a una búsqueda enfermiza de todo el material editado por el grupo.

En una época en la que no había aún Internet, fuimos consiguiendo cada uno de sus discos y las recopilaciones de conciertos y actuaciones que estuvieran disponibles en vídeo. La guinda al pastel fue un libro con las letras de todas sus canciones, que fue furtivamente pirateado en una fotocopiadora del barrio. Tras leer las letras en castellano, canciones como The Crystal Ship o End of the Night entraban en una dimensión totalmente diferente. Lo mismo podría decir de Soul Kitchen, una canción que ha ido creciendo cada vez más, con los años, entre mis favoritas de la banda. Me extendería un poco más en detallar la distribución de la cocina del alma, "pero los relojes dicen que ya es hora de marchar, supongo que me tengo que marchar ya... pero realmente me gustaría quedarme toda la noche" y seguir hablando de The Doors.

Así que, como si de un bis se tratase, mi última transgresión será hablar de una canción que no es de este disco, sino que daba título al segundo disco de la formación. No están siendo fáciles estos días para nadie, y nadie como el amigo con el que descubrí a The Doors para entender que, en estos "Extraños días" de confinamiento e incertidumbre (*), la letra de "Strange days" hoy alcanza una clarividencia que, en aquel momento, cuando la leíamos en aquel libro fotocopiado, no sabríamos que tendría. Jim Morrison ya lo decía entonces, aferrado al micro y con los ojos cerrados en un sueño alucinógeno. Superaremos esto, y seguiremos jugando.


Extraños días nos han encontrado.

Días extraños nos han rastreado.

Van a destruir nuestras alegrías casuales.

Seguiremos jugando,

o encontraremos una nueva ciudad (...)




(*) El post está escrito en Abril de 2020, durante el confinamiento en casa por el Covid-19, aunque por un tema de garantizar el orden de los discos en el blog, la fecha de publicación que aparezca será mucho anterior)