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martes, 14 de enero de 2025

1475.- Somebody to Love - Queen



"Somebody to Love" fue escrita por Freddie Mercury al piano, y grabada después junto al resto de integrantes de Queen para el disco "A Day at the Races" (1976). Está considerada como una canción emparentada con la célebre "Bohemian Rhapsody", con la que habían logrado un gran éxito solo un año antes, por la utilización de arreglos clásicos, complejas armonías y cambios de ritmo e impactantes solos de guitarra.

Como en "Bohemian Rhapsody", Freddie Mercury buscó también que "Somebody to Love" se sustentara en una melodía compleja y un nuevo despliegue de superposición de pistas vocales, pero mientras que "Bohemian Rhapsody" viraba claramente hacia lo operístico, en "Somebody to Love" el objetivo principal fue recrear un coro góspel de más de cien voces (duplicando su voz y las de Brian May y Roger Taylor hasta llegar a lograr ese multitudinario efecto), con el que rendir un sentido homenaje musical a su admirada Aretha Franklin.

"Somebody to Love" fue el primer single de "A Day at the Races", y la fórmula de canción grandiosa y cambiante volvió a funcionar una vez más, logrando alcanzar el nº 2 en las listas de ventas del Reino Unido y el puesto 13 en el Billboard Hot 100 de Estados Unidos, y muchos años después experimentó un nuevo resurgir cuando, en el concierto tributo a Freddie Mercury en el estadio londinense de Wembley, fue interpretada por el resto de componentes de Queen con George Michael, que realizó una impresionante interpretación vocal de la canción, lo que motivó que la grabación de la misma se relanzara en 1993 como tema principal de un EP llamado "Five Live", que fue nº 1 en el Reino Unido.

lunes, 19 de agosto de 2024

1327.- Bohemian Rhapsody - Queen



"Bohemian Rhapsody" fue compuesta por Freddie Mercury para el álbum "A Night at the Opera" (1975) de la banda británica de rock Queen, y pese a su compleja y poco convencional estructura, más cercana a una rapsodia clásica que a las estructuras típicas de la música pop que marcaban las radiofórmulas, fue publicada también como sencillo, convirtiéndose en un gran éxito comercial que se mantuvo en lo más alto de las listas británicas durante nueve semanas, en un primer puesto que volvería a ocupar en 1991 tras el fallecimiento de Freddie Mercury, convirtiéndose en el tercer sencillo más vendido en la historia del Reino Unido. El éxito de la canción fue todo un hito y una gran sorpresa para muchos, considerando que "Bohemian Rhapsody" carece de estribillo y es una canción de larga duración compuesta de varias partes: una introducción al piano, un tramo de balada, un solo de guitarra, una sección operística, un tramo rockero y finalmente una coda que recupera el ritmo y tono de la introducción.

En contra del proceso habitual de composición de las canciones del grupo, que solían trabajarse e ir creciendo en el estudio, Mercury compuso "Bohemian Rhapsody" casi en su totalidad en su domicilio de Londres. La canción y sus diferentes tramos estaba en su cabeza, y el resto de miembros de Queen se esforzaron por convertir sus ideas y sus letras en una realidad, lo cual supuso una tarea extremadamente compleja que llevó más de tres semanas en el estudio, porque Mercury pretendía romper con las convenciones del rock y seguir un enfoque operístico totalmente innovador. Para lograrlo, Freddie Mercury, Brian May y Roger Taylor dedicaron hasta doce horas diarias a grabar las voces y coros, utilizando 180 grabaciones distintas que se sobregrabaron y mezclaron para crear la grandiosidad vocal que puede escucharse en "Bohemian Rhapsody".

La canción comienza con un canto a capela, y aunque en el video de la canción se vea a los cuatro integrantes de Queen cantando, esa parte se creó superponiendo cuatro cintas con la voz de Freddie Mercury.​ La letra cuestiona si la vida es "real" o "sólo fantasía", antes de concluir que "no hay escape de la realidad", antes de que haga su entrada el piano de cola de Mercury y comience el espectacular despliegue de música y voces de la canción. Con la entrada del bajo de John Deacon, da comienzo el tramo de balada en tono desesperado, marcada por el ritmo y del piano de Freddie Mercury. El narrador explica a su madre que acaba de matar a un hombre con "una pistola contra su cabeza", y que con ello ha arruinado su propia vida.​ La batería de Taylor se incorpora a la canción, mientras el narrador pide perdón a la madre por sus acciones y por haberla hecho llorar, despidiéndose a continuación del mundo y preparándose para "enfrentarse la verdad".

El mítico solo de guitarra de esta canción llega al tiempo que Mercury canta "I sometimes wish I'd never been born at all" ("A veces desearía nunca haber nacido"), momento en el que la banda sube la intensidad de la interpretación y Brian May ejecuta el que está considerado el vigésimo mejor de la historia en el Reino Unido. Con las pastillas del mástil y central desfasadas, May logró eliminar gran parte de las frecuencias graves, obteniendo un timbre tan agudo que parecía que la guitarra estuviera gritando, creando un dramático puente sonoro para el tránsito del narrador hacia un extraño mundo, un descenso a los infiernos representado por el tramo operístico, en el que se desplegaron la mayor parte de los efectos y de las múltiples grabaciones superpuestas. En este punto, Queen crea un auténtico muro de sonido a través de voces que van magistralmente de lo grave a lo agudo, mientras la letra hace referencia a Scaramouche, Galileo, Fígaro Magnífico (refiriéndose al Magnificat de Bach) y Bismillah, personajes que luchan por el alma del narrador, hasta concluir con un gran coro cantando el verso "Beelzebub has a devil put aside for me" ("Belcebú tiene un demonio reservado para mí").

Esa frase da entrada al tramo de música rock en el que la guitarra de Brian May predomina sobre el resto, y Freddie Mercury canta de manera rabiosa sobre la traición y el engaño que el narrador siente haber recibido por parte del diablo, que le ha empujado a la situación en la que se encuentra, antes de que la canción desemboque en una coda en la que regresa al tiempo y la forma de la introducción y la balada, con Mercury cantando de nuevo "nothing really matters" ("nada realmente importa") en un intenso momento de resignación o de libertad final en la que, después de todo lo pasado, ya nada realmente puede afectarle, lo cual puede apreciarse en la frase final "Anyway the wind blows" ("de todos modos, el viento sopla").​ Es un final sobresaliente para una canción de la que se han hecho numerosas lecturas sobre el significado de su fatalista letra. Las más repetidas hablan del momento personal que atravesaba Mercury, que tras una relación con Mary Austin durante siete años, estaba afrontando sus primeras experiencias homosexuales, y se debatía entre sentimientos encontrados de deseo y de culpa, emociones que se entremezclan y se filtran a raudales en los versos de "Bohemian Rhapsody", su auténtica obra maestra.

sábado, 9 de marzo de 2024

1164.- Seven Seas of Rhye - Queen



"Seven Seas of Rhye" del grupo británico Queen es una canción de la que existen dos versiones, una primera versión preliminar e instrumental que vio la luz como tema de cierre del disco debut "Queen" (1973), y una segunda versión definitiva y con letra que fue incluida en el siguiente álbum, Queen II (1974), y que es la que incluimos en esta compilación de canciones para la historia de la música.

Con una letra inspirada en el mundo de fantasía que Freddie Mercury y su hermana se inventaron de pequeños, esta segunda versión ya acabada y perfeccionada de "Seven Seas of Rhye" fue el tercer single de la banda, y se convirtió además en su primer sencillo de éxito tras interpretarla en una actuación en el célebre programa de la BBC "Top of the Pops", llegando hasta el puesto 10 de las listas de ventas británicas.

Curiosamente, este enérgico e intenso tema de heavy rock con reminiscencias "zeppelianas" está también misteriosamente "presente" en el comienzo del siguiente álbum de la banda, creando un nuevo nexo entre las tres obras, porque durante los primeros segundos de "Brighton Rock", el tema con el que arranca "Sheer Heart Attack" (1974), suena en un silbido la melodía de "Seven Seas of Rhye".