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martes, 11 de octubre de 2022

Grandes éxitos y tropiezos: Siniestro total

 





Como ya sabéis, en la sección de Grandes éxitos y tropiezos solemos profundizar un poco más en el artista elegir, hablando de su obra y por qué discos empezar, algo que te puede venir muy bien si estás empezando a escuchar al artista de turno, y así tener una ayuda para saber por donde ir empezando. También hablamos sobre que discos dejar para el final, pues además de sus grandes trabajos, en 7dias7notas no somos ajenos a aquellos trabajos que no tuvieron el impacto deseado o simplemente no llegaron a estar a la altura del resto de su obra. El grupo que proponemos en esta ocasión es Siniestro total. En 1981, cuatro amigos -Julián Hernández, Alberto Torrado, Miguel Costas y Germán Coppini- deciden formar un grupo de música que años más tarde sería reconocido como uno de los pioneros del movimiento ‘punk’ en España, desde su primer álbum “¿Cuándo se come aquí?”, editado en 1982, la banda ha sufrido diversos cambios en su formación, hasta llegar a la formación actual. Además de sus ya decenas de álbumes oficiales publicados en España, Portugal, México, Argentina Chile, etc, Siniestro Total ha colaborado con Álex de la Iglesia en las bandas sonoras de las películas "El día de la bestia" y "800 balas". Siniestro total es la historia de una banda de currantes de la música con más de 30 años de exitosa carrera en el rock nacional.

 

Estás tardando en comprarlo: ¿Cuando se come aqui?

Estamos ante un disco magistral, a pesar de no ofrecer filosofía profunda ni desarrollar conceptos que hagan pensar, tiene algo por lo que muchos matarían: diversión sin límite y adicción desmedida. Porque, como también hay ratos en los que simplemente queremos pasarlo bien con la música, este disco reivindica su lugar en tu estantería. Se le puede achacar que es de mal gusto, irreverente, vulgar, absurdo... Sí ¿y no es maravilloso? Y lo es porque podemos disfrutar en nuestro idioma de los patrones del punk británico a cinco años de su irrupción. Por supuesto había que darle el toque hispano. ¿Panderetas, muñeiras?..... Nada de eso. Un humor muy sui generis, un cachondeo "descerebrado" que puede surgir del no tener qué contar. De acuerdo, pero también hace falta ingenio y mala leche para cantar cosas como "Matar jipis en las Cíes", "las tetas de mi novia tienen cáncer de mama", "los esqueletos no tienen pilila" o incluso tirarse por el post-punk más "oscuro" con "Nocilla, ¡qué merendilla!". versos que hoy son imposibles. Conservadurismo, mojigatismo, no lo sé. Dejando a un lado lo políticamente incorrecto de los temas (o no) hay que alabar el disco. Y es que ha habido pocos en este país tan punkarras y tan directos. Sin la ira antisistema de Eskorbuto, tampoco renuncian a la crítica política (a su manera) como en esa "Fuera las manos chinas del Vietnam socialista".

 

Si te queda pasta, llévate también: Bailare sobre tu tumba

Todo un clásico en la carrera de los vigueses, cuarto LP de su discografía, un álbum editado en el año 1985, primero con Xavier Soto a las guitarras, un disco donde continuaron virando, con muchas precauciones, eso sí, su sonido, a favor de un Hard Rock algo más denso en comparación con su Punk Rock ácido e hiper simple de sus dos primeros álbumes. Los gallegos continuaban incidiendo en sus letras y en sus mensajes transgresores, sin demasiado trasfondo, metiendo la directa en todos sus mensajes, eso sí, como decía anteriormente, con mayor madurez en sus postulados musicales, con las guitarras algo más protagonistas.  La cara A nos dejaba algunos de los grandes imprescindibles de su carrera, como el tan aclamado "Bailaré Sobre Tu Tumba", tema título, o los algo más escondidos "Demasiado Lejos" o "¿Qué Tal Homosexual?", mientras que en la cara B aparecían un puñado de versiones de temas míticos del Blues Rock británico, como "Can't Get Enough" de Bad Company o "Emilio Cao" de The Kinks, interpretados en vivo y siempre entendidos bajo la personal perspectiva de los gallegos. Punk/Rock desde Galicia que acabó marcando a una generación.

 

Vuelve a dejarlo en el expositor: Policlinico nacional

Con este disco confirman que el nuevo libro de ruta de la banda son el blues y el rhythm and blues. Lo cierto es que a pesar de momentos de lucidez como la delirante “España se droga” con unos brillantes arreglos de cuerda -“No señor está usted equivocado / no me inyecto hachís ni bebo caballo / nada con exceso rima con mesura / la droga dura, lo que dura, dura”- estamos ante un trabajo bastante irregular. En cortes como “Depende” se acercan al hard rock sin chispa y en otros como “Volanteiro cabrón” -en gallego- o “El regreso del hijo del zombie Paco” consiguen robarnos más de una sonrisa pero falta fuelle. Tras dejarnos claro que “Sólo los estúpidos tienen la conciencia tranquila” y que son “Jóvenes, vírgenes y castos” -pero les invaden “pensamientos puros y duros / como nuestra anatomía / y no puedo dejar de fornicar”- llegan los saxos de Jorge Beltrán y los aires sureños de “Doctor Juan”. Los pildorazos cargados de energía vienen después con “Y yo me callo” y “Respeten nuestro dolor”, y la melancolía y los guiños a Cangas de Narcea -Constante, el propietario del mítico bar Kwai de Madrid era oriundo de allí- con “Melancólico (¡miserere!)”.