Aquella primeriza demo fue clave en la grabación del "Dreamer" de Supertramp tal y como lo conocemos, porque el grupo se basó en ella y trató de reproducir la frescura y la sencillez de la toma casera. El resultado final fue una memorable canción pop, con un gran trabajo vocal, una efectiva melodía y unos teclados extraordinariamente pegadizos.
Publicada como single, "Dreamer" alcanzó el puesto 13 de las listas de ventas británicas, y obtuvo buenos resultados también en Norteamérica, aunque el mérito allí no fue solo suyo, y curiosamente la cara B "Bloody Well Right" (escrita por Rick Davies) fue más popular que "Dreamer" en Estados Unidos y Canadá. Esto nunca le quitó el sueño al peculiar "soñador" de la canción, que volvió a saborear las mieles del éxito cuando la versión en directo incluida en el disco "París" (1980) alcanzó como single el primer puesto de las listas canadienses.