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miércoles, 22 de diciembre de 2021

La música en historias: Wish you were here - Pink Floyd #MesPinkFloyd

 


Pink Floyd sobrevivió a la agitación de finales de los años sesenta y se fortaleció una vez más a principios de la nueva década. Habían lanzado una serie de álbumes que representaron un fuerte cambio artístico y un salto en la calidad de su período desigual, comenzando con Atom Heart Mother, continuando con el clásico Meddle, tomando un desvío con Obscured by Clouds y finalmente adquiriendo la fama y la fortuna que querían lo que habían deseado desde el principio con su obra maestra, The dark side of the moon. Lo habían conseguido, Pink Floyd ahora eran superestrellas y la pereza se instaló en ellos y las luchas…..Sin embargo, en Wish You Were Here encontramos a Pink Floyd como un grupo unificado, en sincronía entre sí a pesar de la tensión. Ante nosotros solo cinco canciones.


Shine on You Crazy Diamond es su carta de presentación, 13 minutos que se pueden dividir en cinco partes compuesta de espacio y dimensión cinematográfica poblada con ritmos de otro mundo. A diferencia de otra banda, la música de Floyd es un medio visual y cualquiera que la escuche puede explorar paisajes que ninguna banda puede interpretar del todo y te lleva a viajes que solo se puede decir que son alucinógenos espirituales. A) Comienza con una secuencia de sintetizador aireada interpretada por Richard Wright, esta secuencia dura tres minutos hasta el tercer minuto cuando entra David Gilmour con el primer solo de guitarra, Gilmour y Wright tocan sus instrumentos desde el principio con el alma y el corazón. Comienza la segunda parte de la construcción de la canción y se convierte en un crescendo de notas repetidas que tienen un tono casi desesperado, la batería de Nick Masons explota a los cinco minutos y la banda toca un solo que dura un minuto, que es la cosa más apasionada que cualquiera de ellos haya tocado. En el minuto cinco que te das cuenta de lo que es Gilmour en la guitarra, aunque no tan rápido o técnicamente adaptado como Hendrix o Page, Gilmour es capaz de hacer que sus acordes suenen como una voz humana su guitarra chilla con un dolor que no se sentía desde hace mucho, si tu corazón no se conmueve con esto, te sugiero que vayas al médico. Tercer viaje el órgano asume el control mostrando que el teclista era igualmente emotivo con su instrumento como su compañero de banda, antes de marcar el comienzo de la letra en el minuto siete. Cuarta fase, "Recuerda cuando eras joven", comienza Waters mientras comienza a cantar el tributo a su compañero perdido, es cariñoso y canta con pasión y devoción por su amigo, así que cuando comienza el coro de Shine on empiezas a cantar radiantemente con él, la canción se convierte en un bardo para los amigos perdidos y conocidos del pasado, la interpretación nunca pierde su intensidad y su emoción, si no estás llorando por lo que canta este hombre, no eres de carne y hueso. Quinta y última parte, esta vez la banda está acompañada por el saxofonista Dick Perry, quien demuestra ser un buen acompañante para Gilmour y Wright mientras los tres hombres se involucran en un duelo de emociones melancólicas.... Welcome to the machine, recuerdos nostálgicos del adolescente con el saxofón caen pulcramente en una pesadilla de fría maquinaria una cancion que puede asustar con su uso repetido del sintetizador y tonos amenazadores, es implacable en su intención de funcionalidad fría y representa el compromiso del artista como una mercancía en la industria, solo la suave afinación del trabajo de la guitarra acústica de Gilmour en el segundo minuto lo que proporciona alguna sensación de seguridad, pasados los años parece un presagio de como la música pop ha degenerado en nada más que monstruosidades plásticas sin alma.

 

 

 

Have a cigar es la típica canción de rock estándar, o la típica canción de rock que uno podría esperar de una banda que suena como Bach con tecnología. Gilmour decide bajar y hacer boogey al estilo muy blues cuando el músico invitado Roy Harper interviene para cantar, Pink Floyd usan el rock para ser una sátira sobre los males sociales, en este caso haciendo tratos con los gerentes interesados ​​en hacer dinero con su producto. Harper es fantástico, un cantante fantástico y realmente entiende la sátira de interpretar el personaje de los hombres de negocios repugnantes. La banda está haciendo una gigantesca declaración de Fuck you a la industria. Wish you were here, fue quizás lo que más unió a la banda, una llamada a Syd y desear que estuviera allí física y mentalmente, es un número conmovedor y agridulce. Después de un verso de apertura contemplativo, los tambores suenan, las guitarras no cambian, ni siquiera en volumen, pero la canción se ve realzada por el piano de Wright y el bajo de Waters. La voz de Gilmour es resonante y, sin embargo, también se resigna a la inevitabilidad. Después, hay un breve interludio en el que vuelve a entrar la guitarra principal. Wright ocasionalmente decora con el Minimoog, y Gilmour canta sobre sus pistas de guitarra y luego vuelve al redil principal de la canción. Las últimas líneas de la canción son algunas de las más hermosas jamás escritas. La interpretación de Gilmour y la letra de Waters se combinan para crear lo que probablemente sea la candidata a la mejor canción que la banda haya hecho, una oda por los amigos ausentes, con una interpretación realizada desde el mismo corazón. Y de regalo Shine On You Crazy Diamond continua, esta no tiene nada que ver con la primera mitad, sin embargo, sigue siendo estelar y todavía está a la altura de ser una obra maestra. Los últimos tres minutos de Wright están excepcionalmente subestimados, su poder y su impulso siguen siendo brillantes, cada vez que escuchas los momentos finales es como ser conducido a un funeral, los compases se cierran y la reproducción del sintetizador sube como una estrella en el cielo que irradia su última vida. Después de esto, Roger Waters tomaría el control completo de la producción de la banda, esta sería la última pieza que cualquier miembro de la banda escribiera sin su participación. Se erige como un final para Syd Barrett y de la banda como familia, después de esto se hundiría en un espectáculo de un solo hombre……el final de una era.

martes, 21 de diciembre de 2021

Grandes éxitos y tropiezos: Los miembros de Pink Floyd en solitario

 

Hoy las secciones se entremezclan en 7días7notas. En pleno #MesPinkFloyd ha resultado imposible escapar a la tentación de aprovechar este Grandes éxitos y tropiezos para profundizar un poco más en nuestro artista del mes o, para ser más exactos, en las carreras en solitario de cada uno de sus miembros. Todo aquel que descubre a un grupo que le entusiasma, y tras haber escuchado hasta la saciedad todos sus discos, intentará seguir buscando esa luz brillante y quizá ya perdida en los discos posteriores de sus integrantes. Imaginemos que ese grupo es Pink Floyd, y que esa ansiosa búsqueda tiene lugar en nuestra imaginaria y vieja tienda de discos de segunda mano ¿Qué discos de Waters, Gilmour, Barrett, Wright o Mason deberíamos comprar? ¿Cuáles deberíamos evitar? Bien podrían ser éstos:

Estás tardando en comprarlo:

Amused to Death (1992) es la obra maestra de Roger Waters en solitario. Un disco conceptual sobre la estupidez del ser humano, reflejada en su propensión a las guerras y al consumo desmedido, que está a la altura de sus mejores obras con Pink Floyd. De temática parecida es el reciente Is this the life we really want (2017), en la que un Waters más maduro e introspectivo que nunca nos vuelve a regalar una obra de peso.

On an Island (2006) es probablemente la mejor obra en solitario de David Gilmour. Una obra en la línea de The Division Bell, que a su vez es el mejor disco facturado por Pink Floyd tras la marcha de Roger Waters. Un Gilmour maduro y virtuoso nos regala atmosféricos pasajes y talentosos solos de melancólicas guitarras.

Si te queda pasta, llévate también:

Tras dejar Pink Floyd por sus problemas mentales, y aunque su desequilibrio iba cada vez más en aumento, llegó a grabar dos álbumes en solitario, The Madcap Laughs (1970) y Barrett (1970), en los que contó con la colaboración y ayuda de varios de sus ex compañeros. Ambos son obras de culto que suponen una clara continuación del sonido psicodélico de la primera etapa de Pink Floyd, pero son obras intimistas de aire inconexo y difícil escucha, que transmiten el caos y la inestabilidad mental que sufría su autor.

En 1984, en pleno proceso de separación de la banda, Roger Waters lanzó su primer álbum como solista: The Pros and Cons of Hitch Hiking, al que seguiría en 1987 el disco Radio K.A.O.S. Ambos son trabajos interesantes, que siguen la línea conceptual y estilística de discos como Animals o The Final Cut, pero alejados de sus mejores momentos con Pink Floyd.

En paralelo a su participación en Pink Floyd, David Gilmour lanzó dos interesantes discos en solitario. Su disco de debut David Gilmour (1978) y About Face (1984) merecen una revisión a pesar de que, en su momento, no tuvieron apenas seguimiento. El reciente Rattle that lock (2015) tampoco tiene desperdicio, aunque quede también lejos en cualquier comparativa con las grandes obras de la banda.

El último disco de Rick Wright, Broken China (1996), es un disco en la línea atmosférica y conceptual marca de la casa. Una interesante obra sobre la lucha contra la depresión, y una rareza que cuenta con la colaboración de Sinéad O’Connor en algunos temas. 

Vuelve a dejarlo en el expositor:

Nick Mason es el único miembro de Pink Floyd que se ha mantenido a lo largo de toda la trayectoria del grupo, por lo que no tiene discos en solitario, pero sí que firmó los discos Profiles (1985), Life Could Be a Dream (1986), White of the Eye (1987), Body Contact (1987) y Tank Malling (1989) a dúo con Rick Fenn, ex guitarrista de 10cc, pero ninguno de ellos merece ser rescatado en esta búsqueda. Misma suerte correría el disco Nick Mason’s Fictitious Sports, firmado junto a Carla Bley, aunque su labor en el mismo fue casi exclusivamente la de productor.

Un año antes de que Roger Waters le expulsara del grupo, Rick Wright lanzó su primer disco: Wet Dream (1978), un álbum melódico y pausado que se aleja del sonido conceptual de la era Waters, y se acerca a lo que sería Pink Floyd en la época Gilmour (que le repescaría y le devolvería su sitio en la banda). El propio Wright lo calificó de disco simple y poco sólido, así que lo dejaremos de nuevo en el expositor, junto al disco Identity (1984) que hizo junto a Dave Harris del grupo New Romantic.

Si buscas canciones sueltas: Hay muchas y muy buenas, y la lista depende totalmente de cuál sea vuestro músico preferido. Aquí van cinco temas imprescindibles para ir abriendo boca, y ya completaréis vuestra playlist vosotros con el resto:

1. What God Wants (Roger Waters)

2. On an Island (David Gilmour)

3. Perfect Sense (Roger Waters)

4. David Gilmour (Castellorizon)

5. Terrapin (Syd Barrett)

lunes, 20 de diciembre de 2021

La música en historias: Animals, la fábula del #MesPinkFloyd


La Inglaterra de 1976 estaba sumida en un clima de violencia social, inflación y desempleo, que actuaron como caldo de cultivo de nuevos movimientos musicales de carácter nihilista y contestatario como el punk, que no solo rechazó las normativas impuestas por la política y la sociedad, sino que renegó también de los estilos musicales anteriores. Con este panorama, Pink Floyd se convirtió para ellos en el símbolo de un decadente pasado, en un dinosaurio que no encajaba en la nueva escena underground, algo parecido a lo que le ocurría a la vieja central eléctrica de Battersea, que tras haber sido durante décadas uno de los edificios más relevantes de la ciudad, empezaba a estar en desuso y su tamaño y tipo de construcción, con aquellas enormes chimeneas, no encajaban del todo en el nuevo skyline londinense.

Pink Floyd no pasaba además por su mejor momento financiero durante la gestación de Animals. Acababan de estrenar su propio estudio de grabación (Britannia Row), y para reducir los costes en los que habían incurrido recurrieron a equipos de grabación de menor calidad que los que habían tenido en EMI. Eso repercutió en el sonido más áspero y rudo de Animals respecto a los discos anteriores. Al estudio llegaron con bastante material nuevo, que combinaron con dos descartes de Wish you were here, Raving and drooling (que tras muchos cambios acabaría convirtiéndose en Sheep) y You've got to be crazy (germen de lo que finalmente sería Dogs).

Roger Waters aprovechó un momento en el que sentía que la banda se estaba aburguesando, con sus compañeros más ocupados en disfrutar de los placeres de los nuevos ricos (coches deportivos, aviones privados, veleros) y escribió un disco que atacaba todas aquellas contradicciones, vistas desde la ideología proletaria y progresista en la que le había educado su familia. Basándose en el libro Rebelión en la Granja (1945) de George Orwell, creó una fábula protagonizada por perros, cerdos y ovejas representando a las tres clases sociales más representativas de la Inglaterra de aquel momento.

El disco comienza con el único tema suave y acústico que encontraremos en Animals. Dividido en dos breves partes que actúan como intro y final, Pigs on the wind (Cerdos en el viento) es un remanso de calma previa a la tormenta que se desatará en los temas posteriores. Su título engancha con la mítica portada del álbum, en la que un globo con forma de cerdo al que llamaron Algie, sobrevuela la Battersea Power Station en una fotografía tomada en un día nublado. La consecución de la fotografía para la portada está llena de anécdotas, como que el globo se escapó y como medida de seguridad hubo que desviar varios vuelos del aeropuerto de Londres. Varios cazas intentaron localizarlo sin éxito, pues los radares no detectaban el plástico con el que estaba hecho el globo. Algie apareció finalmente en una granja de las afueras, después de, paradójicamente, haber asustado al rebaño de vacas de la granja.

Dogs es uno de los temas centrales del disco, diecisiete minutos de oscuridad y cinismo, denunciando a la clase formada por los perros, rabiosos guardianes del sistema y su opresión despiadada. La alternancia vocal entre Gilmour y Waters contribuye a la atmósfera de división del tema, y los solos de Gilmour potencian la intensidad y la crudeza de esta distópica y brillante pieza.

Los perros están al servicio de los cerdos, la clase dominante de este ácido y oscuro cuento. En Pigs (Three different ones) se describen tres subclases bien diferenciadas: Las grandes corporaciones, cerdos que controlan realmente al país en la sombra, los políticos que les sirven a sus oscuros propósitos, y los adinerados moralistas y las figuras religiosas que, en posesión de la verdad, esparcen la doctrina de los cerdos y lavan el cerebro de las sometidas ovejas. Impulsada de nuevo por los solos de Gilmour, y los apocalípticos salmos de la voz de Waters distorsionada por el vocoder, es el segundo momento álgido del álbum.

Sheep es la canción en la que se ofrece al oyente el gris retrato de la vida de la clase trabajadora, las ovejas de este alegato musical y proletario. Pese a trabajar sin descanso, ven como el dinero solo les alcanza para lo justo, mientras los cerdos se enriquecen a su costa, y los perros abortan violentamente cualquier intento de las ovejas por levantarse en contra del sistema establecido. Lo más crudo de este tema es que acaba sin ofrecernos una luz al final del túnel.

La melancolía del segundo tramo de Pigs on the wind, con el que se cierra el disco, parece reafirmar que todo ha vuelto al principio. El cerdo a contar los billetes, el perro a morder a quién se atreva a salirse de la fila, y la oveja a su rutina y su triste vida gris de cada día, al tiempo que Waters, Gilmour y compañía volvieron a sus contradicciones y sus coches, sus aviones y sus veleros. Cuando, en 2016, pasé una temporada viviendo y trabajando en Londres, la Battersea Power Station seguía irguiéndose majestuosa a la orilla del Támesis, y aunque nunca llegó a ser un lugar de referencia y de visita a la altura del mundialmente conocido Abbey Road, yo no falté a mi obligada cita con la vieja central, para intentar replicar la foto del disco.

Para mi sorpresa, no fue posible obtener esa preciada instantánea en las mejores condiciones, porque todo el edificio estaba en remodelación y los andamios rodeaban las vetustas chimeneas como una hiedra venenosa. Hoy en día, está previsto que albergue apartamentos de lujo, pero el viejo edificio de ladrillo rojo espera paciente y en silencio a que, un buen día, el cerdo Algie aparezca y la sobrevuele de nuevo, denunciando desde el aire que la eterna rebelión sigue aún pendiente.

miércoles, 15 de diciembre de 2021

La música en historias: Meddle - Pink Floyd #MesPinkFloyd

 

Meddle, Pink Floyd


     El sexto álbum de estudio de Pink Floyd, Meddle, sería el que confirmaría el cambio de dirección del grupo hacia los designios del rock progresivo. David Gilmour, Roger Waters, Richard Wright y Nick Mason dejan de lado los sonidos orquestales que tanto protagonismo habían tenido en Atom Heart Mother para dar paso a las improvisaciones y la experimentación en el estudio.

Así nace Meddle, grabado entre enero y agosto de 1971 en varios estudios de grabción de londres, entre los que se encuentran los Abbey Road Studios. En cuanto a composición del material, este disco muestra un esfuerzo de todo el grupo a la hora de aportar, si bien en posteriores discos sería Roger Waters el que asumiría la mayoría de la responsabilidad a la hora de escribir las letras. El disco fue publicado, bajo el sello discográfico Harvest el 31 de octubre de 1971 en Estados Unidos, y el 13 de noviembre de 1971 en Reino Unido. Para concebir Meddle, el grupo no tenía ningún tema central en el que apoyarse para el proyecto, por lo que decidieron usar varios experimentos en un intento de estimular el proceso creativo. El disco se grabó a ratos entre las multiples obligaciones de la banda, por lo cual la produción delmismo se alargó mucho. A pesar de las buenas reseñas por parte de la crítica musical del momento y de conseguir muy buenas cifras en Reino Unido, la pésima publicidad por parte de la distribuidora en Estados Unidos condenó al fracaso de este excelente álbum en dicho país. 



El resultado: un trabajo bastante más cohesionado que su anterior álbum, Atom Heart Mother, que comienza con el intstrumental One of These Days, tema que abre la cara A. Acreditado a los 4 componentes, se construyó alrededor de un riff de bajo que Roger Waters tocó en una unidad de eco. En aquel tiempo el grupo se había interesado por los compositores minimalistas que estaban experimentando con patrones electrónicos, lo cual aplicaron en este tema. La única voz que se escucha en el tema: "One of these days i'm gonna cut you up into little pieces" (Uno de estos días te cortare en pedacitos), fue grabada por el baterista Nick Mason y se deformó digitalmente para darle un sonido más maligno. Pocos segundos antes de esta única frase se puede escuchar de fondo la melodía de cabecera de la famosa serie británica Doctor Who. Según el propio David Gilmour esta fue una de las canciones donde más colaboraron y participaron todos los componentes del grupo. Le sigue A Pillow of Winds, una de las pocas canciones lentas de amor y acústicas que tiene el grupo en toda su discografía. Acreditada a Gilmour y Waters, el nombre proviene del juego del Mahjong, al cual la banda se había enganchado durante las giras. La canción trata sobre la paz y la tranquilidad, y más concretamente del amor, detallando las 3 partes del sueño, donde la primera es el proceso de irse a la cama, el segundo es el proceso de soñar, y el tercero el despertar por la mañana. Fearless, acreditada a Gilmour y Waters, tema lento y acústico con el sonido de una guitarra afinada a la española. En la canción podemos escuchar el mítico I'll Never Walk Alone, compuesto por Rodgers y Hammerstein, grabado a pie de campo por los aficionados durante un partido de fútbol, concretamente los del Liverpool, quienes usan este tema como himno de su equipo. San Tropez, escrito por Roger Waters, quien una vez acabado lo llevó al estudio, siendo el único de este disco donde el  resto del grupo no colaboró en la concepción del mismo. La naturaleza tranquila y pacífica del tema se basó en un viaje de la banda con sus parejas  la isla de San Tropez, donde pudieron disfrutar de dicha paz y tranquilidad. Cierra a cara A Seamus, acreditado a los 4 componentes, hace referencia al nombre de un perro, concretamente el de Steve Marriot, voalista de Humble Pie y Small Faces, y que David Gilmour estaba cuidando en ese momento. Seamus cada vez que escuchaba música o escuchaba el sonido de una guitarra se ponía a ladra y aullar. De ahí que en la canción podamos escuchar entremezclados la voz de Gilmour con los aullidos del perro de Marriot.



La cara B está cubierta por un único tema, Echoes, una obra maestra de 23 minutos de duración, descrita por Waters como un "poema sónico". El tema pone de manifiesto el talento de Gilmour a la guitarra, de Mason a la Batería y de Wright con el órgano Hammond. Está considerado como la composición más ambiciosa de la banda, pues incluye largos pasajes instrumentales, efectos de sonido e improvisaciones, siendo además, con sus 23:30 minutos de duración, el tercer tema más largo de la banda tras Shine on You Crazy Diamond (26:11) y Atom Heart Mother (23:44) . Acreditada a Wright, Mason, Gilmour y Waters, la canción se gestó a partir de los shows en vivo de la banda. Pink Floyd presentó una nueva pieza musical en la fiesta en el Crystal Palace Garden de Londres, titulada Return of the Sun of Nothing. La canción era según la banda una parodia sobre los comics y sobre Godzilla. Esta canción acabaría conviriténdose seis meses despues en Echoes, siendo además un homenaje al compositor minimalista Terry Riley. Sobre la temática de la canción, Waters afirmó al escibir la letra que estaba tratando de captar y describir el potencial que tienen los seres humanos para reconocer la humanidad de los demás y responder a ella con empatía en lugar de antipatía. En cuanto a la música, la banda tuvo la idea cuando Wright tocó una sola nota en su teclado y a Roger Waters se le ocurrió grabarla en un micrófono conectado a un altavoz Leslie, lo que creó un efecto de remolino.

domingo, 12 de diciembre de 2021

La música en historias: Atom Heart Mother - Pink Floyd #MesPinkFloyd

 

Atom Heart Mother, Pink Floyd

 

Atom Heart Mother es el quinto álbum de estudio de la banda británica, compuesta en ese momento por Roger Waters (bajo), David Gilmour (guitarra), Richard Wright (órgano, piano, teclados), y Nick Mason (batería). Es el primer disco que la banda graba con una orquesta, colaborando para tal fin la Abbey Road Session Pops Orchestra, y está considerado como un trabajo de transición, ya que la formación empieza a alejarse del rock psicodélico para ir adentrándose en los sonidos del rock sinfónico y progresivo. El grupo también contó con la colaboración del músico, multi-instrumentista y compositor Ron Geesin, quien se encargó de las partes de orquestación.

El álbum es grabado entre marzo y agosto de 1970 en lo estudios Abbey Road, producido por el propio grupo y con Peter Bown como ingeniero de sonido, el cual es asistido por Alan Parsons. La portada del disco surgió como un trabajo casi improvisado, el fotógrafo declaró que a causa de la falta de tiempo no le quedó otra que irse al campo a tomar una foto de lo primero que vió, una vaca. De hecho, este álbum es comúnmente conocido como "El disco de la vaca". El disco es publicado el 2 de octubre de 1970 bajo el sello discográfico Harvest, y alcanzó el puesto número 1 en las listas de ventas de Reino Unido y el puesto 55 en las listas de Estados Unidos. A pesar del éxito de Atom Heart Mother, éste fue repudiado por David Gilmour, quien declaró que el disco era "un montón de basura", y también por Roger Waters, quien decía que no le importaría nada que "lo tiraran a la basura y que nadie volviera a escucharlo".  



Entramos en materia y nos encontramos que la cara A está ocupada por un único tema, el cual además da título al disco, Atom Heart Mother, con una duración de algo más de 23 minutos. El tema se iba a llamar originalmente The Amazing Pudding, pero el título no convenía a nadie, por lo que Ron Geesin sugirió a la banda que leyeran algún periódico a ver si así se inspiraban en algún titular del mismo. Así es como Roger Waters, al ojear una edición del Evening Standard, encontró una noticia acerca de una mujer embarazada que había sido sometida a una operación de corazón y le habían puesto un marcapasos atómico. de ahí Atom Heart Mother, que además serviría para rebautizar el tema y dar título al álbum. La canción no iba a ser con orquesta originalmente, siendo después asignada a Ron Geesin para que dirigiera dicha orquestación, pero tuvo muchos problemas y roces con la banda y abandonó el proyecto sin acabar, siendo finalizado por el maestro de coro y director de orquesta John Alldis. El tema es una suite que contine seis partes: Father's Shout (el grito del padre), el principio de la canción que comienza con el sonido de un motor al que siguen el sonido de unas trompetas y un violín, para después empezar la batería de Nick Mason. A partir de ahí el tema va creciendo con el sonido de una sección de bronces que va subiendo el volumen gradualmente hasta llegar a un explosivo estribillo de la batería. Posteriormente llega una sección de cuerdas más tranquila, seguida por una parte de órgano que se fusiona con un interludio de guitarra. El tema finaliza con un solo de guitarra al que se unen los bronces para ir ascendiendo hasta terminar esta parte. En Breast Milky (Pecho lechoso), el órgano, el bajo y la batería hacen una apertura muy bluesera, a la que se une la guitarra, y el tema sigue en esa línea durante algo más de cuatro minutos, hasta que se unen las voces y la batería se marca unos redobles para volver al estribillo posteriormente. Mother Fore (la madre antes), comienza con un coro donde una voz más aguda acompañada de un coro más grave por detrás improvisan sobre  los acordes de la canción. Las voces van subiendo gradualmente hasta que se les une la batería, hasta que esta termina y las voes se desvanecen un par de segundos antes de finalizar esta parte. Funky Dung (Estiércol funky), marcado por el cambio de tono del tema de Mi menor a Sol menor.  Esta parte presenta una sencilla improvisación del grupo, y contiene el segundo solo de guitarra, siendo este más blusero. El tema acaba cambiando a una sección donde el coro canta, y vuelve al tono en Mi menor. Mind Your Throats Please (Cuidado con vuestras gargantas, por favor), sección subdividida en dos partes, una primera compuesta por unos ruidos extraños, y cerca del final se escucha un hombre anunciando algo por un megáfono, y poco antes de finalizar se unen las demás partes de la canción; y una segunda parte donde continúan los ruidos del comienzo, pero con un solo de guitarra en el fondo y una sección de bronces. Este tramo de canción termina con el bajo precediendo a la última parte de la suite, Remergence (Resurgimiento), que comienza con la sección de cuerdas y el teclado arpegiando sobre las notas principales. Luego el tema se vuelve más tranquilo, uniéndose un solo de guitarra que repite la melodía de Breast Milky, para acabar desembocando en un estribillo de voces. Cuando queda menos de un minuto para acabar la sección y el tema, se baja el ritmo, y a quince segundos del final se produce la gran explosión de casi todos los instrumentos. Durante los casi 24 minutos que dura la canción, esta no tiene más letra que los sonidos de fondo que se escuchan alrededor del minuto 19:06: "¡Silencio en el estudio!" y en el 17:25: "Aquí hay un fuerte anuncio".

     Abre la cara B la canción If, una canción autorreferencial escrita por Roger Waters. Un tema con un toque folk y pastoral donde Waters se realiza así mismo un auto-análisis. Pink Floyd únicamente la interpretó una sola vez en vivo, en una sesión con John Peel el 16 de julio de 1970 en el París Theatre de la BBC. Sin embargo el músico si la interpretaría posteriormente en numerosas ocasiones durante sus giras en solitario. Summer 68, escrita por Richard Wright. Un tema con una extraña orquestación y un final muy suave donde nos realiza una crítica del estilo de vida de los músicos de rock a travé de la historia de uno que suele pasar una única noche con una mujer hasta el día siguiente, donde vuelve con la rutina habitual de la gira, y así hasta la siguiente. Fat Old sun, una melódica balada con tintes folk y blues escrita por David Gilmour. David Gilmour además de cantar toca todos los instrumentos del tema excepto los teclados, que fueron tocados por Richard Wright. Se encarga de cerrar la cara B y el disco Alan's Psychedelic Breakfast, una canción de corte psicodélico escrita por lo cuatro componentes, y que nos relata precisamente eso, un desayuno de uno de los técnicos de la banda, Alan Styles. El técnico nos relata no sólo el desayuno que se está preparando, también nos habla de otros que se ha preparado en el pasado. En algunas partes de la canción únicamente se escuchan los movimientos de Alan preparando el desayuno. Gran parte del relato del ingeniero está disperso y hecho eco. El tema está compuesto por tres partes: Rise and Shine (Levántate y brilla), pieza que consta de piano, órgano hammond, guitarra de metal y guitarra eléctrica alimentados a través de un altavoz Leslie para crear sonidos especiales; Sunny Side Up (Huevo frito), parte compuesta y tocada entéramente por Gilmour con dos guitarras acústicas y una eléctrica; y Morning Glory (Hermosa mañana), interpretada por toda la banda excepto Roger Waters. Sección donde predomina el el piano de Richard Wright, que fue sobregrabado en tres canales diferentes (en el izquierdo, en el central y en el derecho). Esta sección también cuenta con un bajo muy marcado, guitarra eléctrica, órgano Hammond y batería (doblada dos veces por Nick Mason).

miércoles, 8 de diciembre de 2021

La música en historias: Ummagumma - Pink Floyd #MesPinkFloyd


La música en historias: Ummagumma - Pink Floyd #MesPinkFloyd

Hoy hablaremos de otro gran álbum, nos referimos a Ummagumma es uno de los álbumes de Pink Floyd más personales de la carrera del grupo originario de Londres, esto es porque es el cuarto álbum del grupo donde cada miembro del grupo tiene la posibilidad de componer una canción dándole cada uno su toque personal.

Después de la salida de Syd Barrett del grupo, la banda toma un nuevo sonido, pero primero vayámonos a 1969, donde el grupo venía de publicar Music from the Film More y después de este lo que vendría era un disco en vivo eso era lo planificado, entonces apareció Ummagumma que fue el nombre escogido para este el disco doble. 

Una de las grabaciones más osadas de finales de los años 60, es Ummagumma, el cuarto álbum de Pink Floyd. El extraño nombre del álbum es extraído del dialecto de los estudiantes de la Universidad de Cambridge y significa tener sexo.

Este disco representar un punto cumbre en la banda, que por aquellos días conformaban el guitarrista y vocalista David Gilmour, el teclista Richard Wright, el baterista Nick Mason y el bajista y vocalista Roger Waters, parecía tener una gran ambición.

La imagen original de este álbum doble, nos muestra a la banda en una serie de fotografías que se repiten con una variante, causando un efecto que en las artes se conoce como efecto Droset.

Algo así como las Mamushka rusas pero en fotografía. La distintiva imagen es obra de Hipgnosis y sería la última vez que los miembros de Pink Floyd aparecerían en la portada de sus álbumes.

En este doble álbum original, Pink Floyd nos ofrece un primer disco con canciones de su dos primeros álbumes que inician con el ahora clásico Astronomy Domain de The Piper At The Gates Of Dawn de 1967, disco donde lidera la banda, Syd Barrett. Esta canción está llena de diversos colores y texturas, el tema nos lleva a los intensos días de la psicodelia. A lo largo de sus ocho minutos, la banda nos va hipnotizando hasta gradualmente sumergirnos en su trance.

Luego, con el divertido título de Careful with that Axe, Eugene, la banda nos hace levitar con el órgano de Wright y la estable rítmica de Mason y Waters. Esta canción incluye una vocalización a modo de canto de sirenas que nos cautiva desde el inicio de la composición, luego es el aterrador grito de Waters que nos despierta abruptamente.

El lado B está conformado por las canciones Set the Controls for the Heart of the Sun y A Saucerful of Secrets, ambos del segundo álbum de la banda editado en 1968 y titulado A Saucerful Of Secrets. En éste podemos oír diversas sonidos con amplios espacios y una batería dejada al azar. La guitarra también abre anchos ambientes que nos recuerdan las series de televisión espaciales de esos días.

Hacia el final, una voz rítmicamente acoplada repite el titulo de la canción. Luego es el bajo de Waters quien inicia el segundo tema donde una vez más Wright y los platillos de Mason van abriendo caminos,  igualmente la guitarra de Gilmour.

En el segundo disco encontramos doce canciones de los cuales tres están dispuestas como si se tratara de una suite. El primero de ellos es Sysyphus I de tan sólo poco más de un minuto, ese intro de carácter fúnebre se une con Sysyphus II, una canción que es esencialmente piano y que es un reflejo de la influencia de la música clásica en Richard Wright.

La dulce melodía pronto se transforma en una serie de frases inconexas en apariencia en la mejor tradición del free jazz. La tercera parte casi logra alcanzar los dos minutos en una continuación de sonidos aleatorios rico en colores, texturas y formas.

La cuarta parte es un mellotron y unos pajarillos que en uno de sus cantos se asemeja a Cirrus Minor, tema del soundtrack del film More (1969) y cuya música es de Pink Floyd. Esta primera sección es más ensoñadora pero hacia el punto medio Rick nos aturde con un acorde sostenido en el órgano y a partir de allí todo es una cacofonía controlada.

Grantchester Meadows continua el álbum con unos pajarillos (sonido electrónicos) y la guitarra acústica. Las voz de Waters relata: “Vete, nocturno gélido viento, no es este tu dominio, en el cielo se deja escuchar el canto de un pájaro, susurros de nublada mañana, y sonidos gentiles, silencio mortal que yace todo entorno”.

Le sigue a esta canción una composición de arte sonora bajo el rutilante título de Varias especies de peludos animalitos juntados en una cueva y bailando con una foto donde pueden apreciarse varias voces y que parecieran sugerir entidades extraterrestres. El collage vocal es bastante interesante, sin duda influyente en, por ejemplo, el tema Wahn de Tangerine Dream o el excelente disco Circle Songs (1997) del gran vocalista Bobby McFerrin.

Luego de esa interesante experiencia Pink Floyd nos ofrece la segunda de las suites, The Narrow Way compuesta por Gilmour y conformada por tres partes con una primera donde destaca la guitarra acústica. Llena de calidez, la canción se resume en poco más de tres minutos.

En su segunda parte de casi tres minutos Pink Floyd se torna pesado con un riff lúgubre y un eco que sugiere algún motivo del espacio exterior que momentáneamente nos aturde. La última parte nos sorprende con un sonido metálico y oscilante que se abre paso a una dulce melodía cantada para así cerrar la suite. Hay un cierto tono Beatles en este tema.

Culmina el álbum con otra suite de tres partes llamada The Grand Vizier’s Garden Party compuesta por Nick Mason. Iniciando con una dulce melodía de flauta, la banda pronto nos sorprende con un redoblante como si de una ejecución se tratara esta Entrada. Como es de suponerse, la percusión es la protagonista de esta suite que en su segunda parte se titula Entretenimiento donde Mason emplea diversos sonidos que van de lo industrial a lo primitivo a lo largo de poco más de siete minutos. La tercera, Salida, nos sugiere que habíamos estado atrapados. Una bucólica imagen nos viene a la mente con esta breve y melodiosa flauta.

Ummagumma ciertamente es un punto de inflexión, una obra que rompió los parámetros de lo que debe ser la música, por ello es un materia obligada de ser escuchado. 

Daniel
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domingo, 5 de diciembre de 2021

The Piper at the Gates of Dawn - Pink Floyd #MesPinkFloyd




The Piper at the Gates of Dawn - Pink Floyd #MesPinkFloyd

Diciembre un nuevo mes, y con el una nueva banda al cual queremos reconocer y dedicar este mes, en este caso a una banda británica que se inicio en año 1965, la cual estaba integrada por Syd Barrett, Roger Waters, Nick Mason y posteriormente se sumaria David Gilmour, esta banda con el tiempo se ha convertido en una banda de culto con más de medio siglo de éxitos a logrado un sin fin de canciones y álbumes que queremos reconocer.

Por ello para comenzar iniciaremos redescubriendo uno de sus primeros álbumes, The Piper at the Gates of Dawn que fue el álbum debut de esta mítica banda británica Pink Floyd que comenzó su carrera con este álbum en 1967 con un sonido de rock psicodélico.
 
El álbum fue grabado entre febrero y mayo de ese año en los estudios Abbey Road y publicado en agosto de 1967. Esta reconocido como uno de los álbumes más influyentes en el rock psicodélico por su gran impacto e innovación de sonidos.

El álbum fue creado durante un contexto de ebullición social, revueltas hippies y pacifistas y mas que nada en el mejor año de la música contemporánea para mi noble opinión donde hubo una gran revolución musical por parte de demasiados artistas, a pesar de todo esto, el disco dio de que hablar y con críticas positivas sobre todo.

El titulo del álbum es un capitulo de un libro de cuentos que leía Syd Barrett cuando era niño. La imaginación de Syd Barrett en primer lugar por la mayoría de las letras, Waters, Wright y Mason hicieron volar la mente de los adolescentes británicos en aquellos años con letras que tratan del espacio pasando por cuentos de hadas, bicicletas y hasta un gato.

Este álbum comienza con Astronomy Domine una canción particular, quizás una de las primeras del subgénero space rock que empieza con una especie de interferencia radial lo que en realidad es la voz distorsionada de su mánager Peter Jenner nombrando un par de estrellas, seguido de lucifer sam la hsitoria de un inquietante gato acompaño de acordes un tanto psicodélicos alimentados con ecos. Le sigue Matilda Mother producida por Norman Smith con acorde de fa sostenido en el órgano por parte del tecladista y miembro de la banda Richard Wright. 

El cuarto tema, Flaming siguiendo la temática infantil y psicodélica del álbum nombra la situación de dos jóvenes en la neblina en un contexto fantasioso hasta en donde se nombra a un unicornio. Pow R Toc H y Take Up Thy Stethoscope And Walk son las canciones que cierran la primera mitad del álbum teniendo como intervalo en la mitad a Interestellar Overdrive, esta canción es el mero reflejo de la primera etapa de Pink Floyd, una extensa composición con rasgos de improvisaciones psicodélicas que se harían muy comunes en años posteriores por parte de bandas que tocaban rock psicodélico, al incluir esta pieza, Pink Floyd demostró algo en el mundo de la música que no había grabado nadie antes, en mi opinión es una pieza fundamental de la banda. 

El álbum sigue con The Gnome, propiamente la historia de un hombre pequeño de fantasía, Chapter 24 en alusión al Hexagrama 24 de I Ching y The scarecrow la historia de un espantapájaros, terminando con Bike mostrando el lado mas psicodélico de la banda.

En resumen, lo que hicieron Syd Barrett, Roger Waters, Nick Mason y Richard Wright fue una maravilla psicodélica que como muchos críticos la alabaron iba en sentido contrario a todas las bandas de aquel reconocido Verano del Amor, situándose entre los mejores álbumes de la historia y con muy buena recepción.

Daniel
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sábado, 4 de diciembre de 2021

La música en historias: Another brick in the wall, el comienzo del #MesPinkFloyd

 

Que difícil resumir y concentrar, a lo largo de sólo un mes de artículos, la carrera de una de las mejores y más influyentes bandas de la historia del rock, todo un icono cultural para varias generaciones. Y, al mimo tiempo, que apasionante el reto de desgranar su trayectoria, que atravesó etapas muy diferenciadas desde su formación en 1965, hasta prácticamente la actualidad, a lo largo de las cuales pasaron de la música psicodélica y espacial de discos underground como The Piper at the Gates of Dawn o A Saucerful of Secrets, al rock sinfónico de Atom Heart Mother o el rock progresivo de Meddle, siendo al tiempo pioneros de la experimentación electrónica y de sorprendentes innovaciones técnicas y sonoras en icónicos discos conceptuales como Dark Side of the Moon (1973), Wish you were here (1975), Animals (1977) o, por supuesto, The Wall (1979).

Nos detendremos en cada una de las diferentes etapas del grupo, marcadas por relevantes ausencias en su formación a lo largo de su extensa carrera. Presenciaremos la incorporación de David Gilmour, y la marcha posterior de Syd Barrett, aquejado de graves problemas psicológicos. Viviremos las luchas internas entre David Gilmour y Roger Waters para hacerse con el control creativo de la compleja nave nodriza, y la expulsión de Rick Wright, que tras la marcha de Roger Waters volvería como músico de sesión y asalariado durante las giras de un último Pink Floyd en el que ya solo quedaba David Gilmour a los mandos y Nick Mason a la batería, a la postre el único miembro que se mantuvo a lo largo de toda la trayectoria de un grupo histórico.

Recorrer esa trayectoria supone enfrentarnos a un grueso y elevado muro, que iremos desgranando golpe a golpe, y disco a disco, con la constancia y la avidez del que se muere por conocer las anécdotas y los detalles que se encuentran detrás de canciones como Atom Heart Mother, Echoes, Money, Eclipse, Shine on your crazy diamond, Wish you were here, Confortably numb, Another brick in the wall y tantas otras. Rompemos hoy la primera piedra, o mejor dicho, abrimos la primera grieta de ese impresionante muro de grandes momentos hechos sonido y canción, dando comienzo al #MesPinkFloyd.