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miércoles, 27 de octubre de 2021

La música en historias: On the Night - #MesDireStraits


On the Night - Dire Straits #mesDireStraits 

Amigos en este mes de Dire Straits, vamos a recordar un álbum de esta banda británica, que será su segundo disco en vivo, estamos hablando de On the Night, que fue lanzado en el año 1993.

La banda en un principio los diseño para que se lanzará en un disco doble, pero a fin de cuentas la idea fue descartada y se publicó solo un disco, el motivo de porque no fuera así era para que no compitiera con el disco Alchemy, su primer álbum en vivo grabado. 

Este disco en vivo On the Night incluirá los éxitos más notables de la última época del grupo, incluyendo "Walk of Life" y "Money for Nothing", no se sabría  entonces, pero ese año de 1993 fue el año en la que Dire Straits entraría en la lista de éxitos del Reino Unido con un nuevo álbum por última vez. 

El disco On The Night, era un recuerdo de la enorme gira de 216 fechas de 1991-92 en apoyo de lo que resultó ser su último lanzamiento de estudio, On Every Street.

La gira comenzó en Dublín en agosto de 1991, al principio de una etapa europea que se prolongó hasta mediados de octubre. El itinerario era tan grande que Dire Straits volvió a Europa para una segunda gira inmensa, desde la primavera de 1992 hasta la conclusión de la gira en octubre. Entre medias, realizaron extensas giras en Australia y Nueva Zelanda, y luego en Norteamérica.

On The Night constaba de dos compromisos, uno de cada etapa europea, el primero fue el de tres noches en el Ahoy Stadium de Rotterdam, Holanda, y el segundo un trío de actuaciones en Les Arènes en Nimes, Francia.

Llegando nueve años después de su primer álbum en vivo, Alchemy, el nuevo disco reflejaba la elevación de Dire Straits en el ínterin a la realeza del rock de estadios y arenas, por mucho que Mark Knopfler estuviera, a estas alturas, desilusionado con las expectativas de los incesantes conciertos a tan inmensa escala.

On The Night presentaba dos de las canciones que habían formado parte de su aparición, y del conjunto Alchemy, "Romeo and Juliet" y "Private Investigations". También ofreció versiones en directo de nada menos que cuatro piezas del multimillonario álbum Brothers In Arms. Apareció un cuarteto de canciones de On Every Street, incluyendo los singles "Calling Elvis" y "Heavy Fuel".

El álbum entró en la lista de éxitos del Reino Unido en su posición más alta, el número 4. Su trayectoria, sorprendentemente corta, sólo incluyó una semana más en el Top 20 y cinco en total en el Top 40. Su carrera en EE.UU., que comenzó una semana más tarde, también se limitó a cinco semanas y a un número 116. Pero On The Night alcanzó el Top 5 en Suiza y Nueva Zelanda y llegó al Nº 1 en uno de los países en los que se grabó, Holanda.

Daniel
Instagram Storyboy

lunes, 25 de octubre de 2021

La música en historias: On Every Street #MesDireStraits


"Tiene que haber un registro tuyo en algún lugar. Tienes que estar en los libros de alguien. La verdad, una foto de tu rostro, tu mirada herida. Lo sagrado y lo profano, el placer y el dolor. En algún lugar, tus huellas dactilares siguen siendo concretas. Y es tu cara la que busco en cada calle"

Analizando la letra de On every street, la canción que daba título al que sería último disco de la banda liderada por Mark Knopfler, es imposible preguntarse por lo que verdaderamente andaba buscando el genial guitarrista de la cinta en el pelo. ¿Era una mujer o, por el contrario, era su propio rostro el que estaba buscando, en una crisis de identidad que le llevó a plantearse buscar otros caminos en solitario?  

Knopfler ya había dado inquietantes muestras de andar explorando otros caminos por separado, como su disco con The Notting Hillbillies, o el trabajo a dúo con Chet Atkins, o su cada vez más habitual firma en bandas sonoras como La princesa prometida o Last exit to Brooklyn, pero todo se desencadenó cuando, tras una extenuante gira mundial y con el alto listón de reconocimiento y ventas de discos anteriores, la apuesta por el entonces nuevo disco de Dire Straits no terminó de convencer a los críticos especializados y a sus seguidores más fieles.

Y eso que hablamos de un gran disco, que vendió también lo suyo, y fue nº 1 en varios países europeos (incluyendo España) y que contiene piezas tan exultantes en instrumentación y oficio como Calling Elvis, todo un curso avanzado del mejor rock en el arranque del álbum, y el primer single con el que intentaron llegar a cada calle y oídos del mundo. Todo un homenaje a Elvis Presley, que en directo alargaban hasta los diez minutos con toda la banda luciéndose en largos solos. 

El disco continúa con On every street, la canción titular, que habría lucido más como portentoso cierre del disco. Un tema portentoso que va creciendo desde una primera parte de balada lenta de piano y voz, con arreglos de clarinete y guitarra, hasta llegar al desarrollo final en el que la banda coge ritmo y la guitarra de Knopfler despega hacia el cielo cual dron recorriendo todas las calles de la ciudad. La paleta de colores y estilos del disco refleja también la inquietud existencial y musical en la que Knopfler se estaba moviendo, y el sofisticado y elegante country rock de When it comes to you es el siguiente ejemplo, con tramos que recuerdan a grandes momentos de sus primeros discos.

La cosa no queda ahí, porque en Fade to black la banda pisa el freno y se adentra en terrenos jazzísticos, y hasta el registro vocal de Knopfler cambia de manera tan brillante como sorprendente. A continuación, llega el ritmo alegre y juguetón de The Bug, inevitable single por su ritmo rockabilly y su poderoso estribillo. Un tema 100% Dire Straits y a la altura de sus mejores temas de antaño, que habría merecido un lugar más destacado dentro de la secuenciación del álbum, en lugar de quedar algo perdido en el final de la primera cara, como antesala de You and your friend, una balada correcta con la que cierran la primera parte del disco, y que tiene como parte más destacable un buen duelo de guitarras entrelazadas.

La cara B abre con Heavy fuel, de intensidad rockera y, de nuevo, certero estribillo marca de la casa, y un ritmo que recuerda al Money for nothing del aclamado Brothers in Arms. Le sigue la sombría Iron hand, con su ritmo de dobro y sus reflexiones sobre lo absurdo de las guerras y los enfrentamientos en los que siempre acaba cayendo el ser humano. El disco cambia, una vez más, de estilo en Ticket to heaven, una sorprendente canción con ritmo de baile de salón, en la que vuelve a destacar la elaborada instrumentación, a base de brillantes partes de piano y arreglos de cuerda a cargo de, ni más ni menos, George Martin.

La última parte del disco la completan la satírica My parties, sobre el lujo y el vacío de las fiestas de la jet set, que a punto estuvo de convertirse en un descarte; Planet of New Orleans, un viejo tema sobre la mítica Bourbon Street que fue regrabado para el álbum) y How long, un alegre tema country cuya ligereza me reafirma en que el mejor cierre habría sido simple y llanamente, On every street. Si Knopfler ya barruntaba el final de la aventura con Dire Straits, que mejor final para su nave nodriza que el que hacía referencia a "Una sinfonía de tres acordes que se estrella en el espacio".

La letra va aún más allá, anticipando la sensación de abandono y sin sentido que nos dejó la marcha al limbo de Dire Straits: "La luna esta colgando boca abajo, no sé por qué sigo en el caso". Así nos quedamos desde entonces, patidifusos, colgando boca abajo. El mundo al revés, Knopfler sin Dire Straits. "Me parece un desperdicio, y cada victoria tiene un sabor agridulce. Y es tu cara la que busco en cada calle". Yo aún la sigo buscando, desde aquel ya lejano On Every Street.

miércoles, 20 de octubre de 2021

La música en historias: Love over gold -Dire Straits #MesDireStraits

 



Cuando Dire Straits publica su cuarto álbum, había experimentado ese raro lujo de ahora de tener tiempo para crecer y desarrollarse, las cinco pistas de Love Over Gold son largas pero que no os asuste, son brutalmente atractivas, son un acto lleno de calor, centrado en la forma asombrosamente fluida de tocar la guitarra de Mark Knopfler (y una habilidad colectiva asombrosamente apretada y comprensiva como grupo), a veces tenían la tendencia en sus primeros tres álbumes a volcarse en lo efímero, pero había señales de la grandeza que estaba por venir, sobre todo en la floreciente capacidad de escribir canciones de Knopfler (Romeo y Julieta de Making Movies fueron su primer éxito rotundo, una creación ligera y danzante templada por una combinación de street suss y cínica alegría digna de Paul Simon). Love Over Gold supuso un cambio de sonido (abandonaron al productor y permitieron que Knopfler produjera por su cuenta) y un salto hacia la madurez. Si bien hay un olor inquebrantable de los ochenta en todo el proyecto, las raíces de Love Over Gold en realidad se encuentran en esos tropos de rock gemelo que dominó las dos décadas precedentes: la expansividad floydiana y el mordisco lírico dylanesco. De hecho, seamos directos: Love Over Gold es Wish You Were Here y Highway 61 Revisited. Los cinco cortes siguen el plano de Wish You Were Here casi a la perfección, con dos pistas largas cargadas de fatalidad llenando el lado uno, y el lado dos que comprende un rockero, una balada y más doom para cerrar.


Telegraph Road es muy ambiciosa y realmente brilla a una gran altura, creo que se podría comparar con Bruce Springsteen ya que personalmente encuentro muchas similitudes con Thunder Road y Born to Run en esta pista, para empezaren una canción donde se percibe cierto enfado e inquietud que se ira reflejando durante todo el álbum, y aunque la canción es casi un cuarto de hora, de ninguna manera se hace larga. Private Investigation es más una canción íntima, y ​​aunque también es larga, hace un buen uso del silencio y de los sonidos más pequeños una canción muy cinematográfica. La mayor parte de la canción pasa como una balada acústica bastante extraña y con una parte de marimba de jazz que agrega textura y suena genial, pero luego, poco después de que Knopfler lanza un solo de guitarra acústica de primer nivel, la parte principal de la canción rompe y como surgida de la anda la canción despega en una dirección completamente diferente pero aún interesante. ¡Excelente canción! 

El tercer corte, Industrial Disease, corta un poco el buen rollo, es raro que la eligieran como single, la canción viene con una melodía pop, y con un órgano fuerte, que imprime un ritmo rápido con el que realmente te da ganas de bailar, aunque la canción hable de la opresión y la alienación causadas por lo que Knopfler llama 'enfermedad industrial' y se ocupa de las luchas de la clase trabajadora que conducen, bueno, a la locura, la privación. Tiene cierto aire a Bowie, pero no importa, es una melodía muy divertida. Love Over Gold, se parece mucho a Private Investigations sin la parte rockera, suave, muy pegadiza, con unas grandes guitarras eléctrica y acústica suave con el acompañamiento de un piano, también introduce un suave xilófono de fondo que pone fin a la canción, cuando la guitarra se detiene y el sonido de los teclados se desvanece. It Never Rains es una gran canción que, sí, contiene ecos líricos directos de Dylan (no de 'Mobile', sino de la canción 'I Want You', y quizás también de 'Wild Billy' de Springsteen), termina con un solo pirotécnico extendido de Knopfler. Comienzo suave, y retoma el mismo sonido de piano tintineante de la pista anterior, pero pronto se hace evidente una intención más profunda, la deuda con Like a Rolling Stone es obvia (el narrador le da un sermón a una protagonista central, probablemente femenina, que ha atravesado tiempos difíciles, con la vaga sugerencia de recurrir a la prostitución), pero el jubiloso sentido de redención y renacimiento de Dylan (Cuando no tienes nada, no tienes nada que perder ) se transforma en un absoluto infierno en la visión más sombría del mundo de Knopfler (Te lleva a Vaudeville Valley con la mano en alto sofocando tus gritos, y te fo*** en Tin Pan Alley en el ciudad de los mil millones de sueños). Es desesperante que esta sea la última pista de este álbum


domingo, 17 de octubre de 2021

La música en historias: Alchemy: Dire Straits Live #MesDireStraits

 

Alchemy, Dire Straits


     Hace tiempo ya, en uno de los espacios dedicados a Deep Purple, contaba como cayó en mis manos por primera vez el directo Made in Japan en mi adolescencia. Era el primer disco que escuchaba en mi vida del grupo británico, y aquella primera escucha me pareció insufrible. Además de Deep Purple, por aquella época cayó en mis manos otro directo, un tal Alchemy: Dire Straits Live. Está claro que por aquel entonces no había química alguna entre los discos en directo y yo, pues tampoco supe apreciar lo que había caído en mis manos. Rectificar es de sabios y con el tiempo, el que aquí escribe, pudo redimirse y apreciar, saborear y valorar esta obra como se merece.

En enero de 1983, Dire Straits había lanzado un EP de cuatro canciones titulado ExtendancEPlay mientras el álbum anterior, Love Over Gold, se batía el cobre en las listas de éxitos. Uno de los sencillos del EP, Twisting By the Pool, alcanza el Top 20 en las listas del Reino Unido y Canadá. El grupo se embarca en una gira llamada Love Over Gold que dura unos ocho meses, la cual termina con dos conciertos que agotan las entradas en Londres, en el Hammersmith Odeon, los días 22 y 23 de julio de 1983. Se acababa de plantar el embrión que daría lugar al mítico Alchemy: Dire Straits Live.

Alchemy: Dire Straits Live es un doble álbum y el primero en vivo editado de la banda británica. El material del disco está extraído de los conciertos en el Hammersmith Odeon de Londres, los días 22 y 23 de julio de 1983, bajo la producción de Mark Knopfler, y publicado el 16 de marzo de 1984 bajo el sello discográfico Vertigo Records internacionalmente y el sello Warner Bros. Records en Estados Unidos. El disco contiene material de sus primeros cuatro álbumes de estudio, el EP ExtendedcEPLay y la banda sonora de la película Local Hero, realizada por Mark Knopfler. La portada del disco fue una adaptación de una pintura realizada por el artista australiano Brett Whitley, titulada Alchemy 1974

El disco, al parecer fue lanzado sin sobregrabaciones, lo que otorga más mérito al mismo. Un discazo que abre Once Upon a Time in the West, unas de las joyas del álbum Communiqué, alargada hasta los 13 minutos, y que además de mostrarnos ya de primeras el potencial del grupo en directo, contiene uno de esos grandes solos de Mark Knopfler para ir abriendo boca y que nos deja con ganas de más. Romeo and Juliet, otra de sus grandes joyas, basada en el romance que Mark tuvo con la líder del grupo Holly And The Italians, Holly Vincent. En la canción, una pareja, la cual está enamorada, se acaba separando porque no es el momento adecuado para esa relación, y el hombre nunca dejara de querer a la mujer. 



La cara B del primer disco es abierta por Expresso Love, otro tema de amor incluido en Making Movies. Es uno de los temas más pesados del directo, con un potente riff de Mark Knopfler y un excelente trabajo a los teclados de Alan Clark. Private Investigations, tiempo para una excelente balada donde los teclados siguen cobrando protagonismo. Mark se basó para escribir el tema en algo que leyó sobre el personaje de Philip Marlowe. Marlowe fue un personaje, un detective privado creado por el novelista estadounidense Raymond Chandler. Cierra esta cara B y el primer disco Sultans of Swing, un tema que si ya de por sí es brutal, en directo pasa a ser una obra maestra con unos solos increíbles de Mark Knopfler. Un tema que trata sobre un grupo de chicos que después del trabajo salen a divertirse y escuchar música, y no les importa en absoluto la imagen que pueda tener la banda, lo que puede valer perfectamente para Dire Straits, lo que importa es la calidad, y de eso estos chicos van sobrados.  

Abre el disco 2 y su cara A Two Young Lovers, un tema donde podemos disfrutar del pedazo de saxofonista que es Mel Collins, y que nos sirve de antesala para otra de las joyas de la banda, Tunnel of Love, tema que cierra  esta cara A. Una gozada de más de 14 minutos que cuenta con una introducción que es un extracto del tema The Carousel Waltz, de los compositores estadounidenses Richard Rogerds y Oscar Hammerstein II. El tema, con unas excelentes improvisaciones, vuelve a mejorar la versión de estudio, algo difícil de conseguir. 

Abre la cara B Telegraph Road, si no nos hemos repuesto todavía de lo que acabamos de escuchar, llega esta otra joya con una duración que sobrepasa los 13 minutos, y que hace referencia a una importante vía que recorre de norte a sur Michigan. Mark se había inspirado para escribir esta joya en un viaje turístico que hizo en autobús y que recorrió la famosa vía Telegraph Road. turno para Solid Rock, tema incluido en el genial Making Movies. Otro gran tema, pero que tiene la mala suerte de ir justo después de Telegraph Road, y que es la antesala del tema que cierra esta cara y por tanto este brillante directo, Going Home, tema incluido en una de la mejores bandas sonoras que han salido de la mano de Mark Knopfler, Local Hero

Alchemy: Dire Straits Live además de convetirse por derecho propio en el disco definitivo del grupo, también se convirtió en uno de esos directos imprescindibles en la era del rock.

domingo, 10 de octubre de 2021

La musica en historia: Making Movies - Dire Straits #MesDireStraits

 



Me encanta este álbum, siempre he sido un hombre de los ochenta, si bien el exceso de sintetizadores llega a agobiarme, pero es la década cuando descubrí la música y si bien a principio de la década mi empanada me seguía transitando por el mundo de Enrique y Ana o de Parchis, ya sonaban ecos en mi mente de 9 años a rock and roll, a música adulta hasta que llego Thriller y la cabeza literalmente me explotó y mi vida cambió. Lo cierto es que los Dire Straits entraron en mi vida como el cielo, azul, con esa portada de Brothers in arms, y no es fácil entender en la tercera década del siglo XXI que recuperar música más allá de lo que sonaba en las radios del momento era harto difícil… método, ir a comprarte el disco, pega máxima, la paga de uno niño de 12 años daba para dos bolsas de pipas y una mora de golosina, pero todos hemos tenido amigos, y de esos amigos alguno tenia un hermano mayor, y entrar en su casa te abría un mundo de posibilidades…. Todo este camino recorrido para decir que Making Movies no ha sido un disco que escuchara con el nacimiento de mi música, es la realidad, no es de los que mas quiero, pero tampoco estoy subyugado emocionalmente a él, así que vamos a navegar por sus siete pistas.


La primera es Tunnel of love, una canción apasionante de principio a fin, cargado de fantásticos riffs de guitarra, ingeniosos cambios dinámicos y fuertes solos de Knopfler, es probablemente la melodía de principio a fin más emocionante que esta banda jamás haya creado, y resulta que es realmente efectiva, una odisea que dura más de ocho minutos que incluye una melodía de órgano anticuada que da paso a un riff tenso y es que el grupo usa por primera vez un teclado a las manos de un músico externo llamado Roy Bittan, nada menos que el pianista de la E Street Band detrás de Bruce Springsteen. Tremendo tema, el solo al final de Tunnel of Love es uno de los mejores momentos de Mark Knoffler como lo es la canción en sí, una de mis favoritas para siempre. Pero para mi personalmente la estrella del álbum es Romeo and Juliet por su valor sentimental puro, una canción de amor honesta, es solo amor y romance y la sensación de frescura y emoción, de caer en lo desconocido, la química perfecta con un perfecto desconocido todo compensado por guitarra suave y piano enfático. La suavidad de la voz de Mark Knopfler al comienzo de la canción, su inflexión en hey it's Romeo, y el piano y la guitarra que se unen en un crescendo al final del coro, todo en su punto máximo, y cómo la instrumentación encaja perfectamente con el oleaje y el estallido de la emoción, la voz de Knopfler es dinámica y versátil pero siempre medida a través de esta canción de amor, la peor canción de amor de todas, la única canción de amor que alguna vez importará….. la canción de amor que me dice que hay un lugar para nosotros, pero ese lugar no está aquí, nunca está aquí. No puede estar aquí. 

Skateaway es la canción más floja de la cara A, pero todo es relativo, es una canción dinámica, rápida y viva, Llevada en un tren infernal, endiabladamente funky, Knopfler cuenta la historia de esta chica, una patinadora QUE Sobrevive haciendo trabajos esporádicos que no son muy emocionantes, y solo se desahoga patinando a toda velocidad mientras escucha Rock'N'Roll para escapar de su mediocridad diaria. La construcción de la pieza es más sencilla, Knopfler distorsiona el tema, pero mantiene el tempo enérgico. pero está tan bien elaborado y es tan sincero que me lleva directo a mi lugar musical feliz. Expresso Love es maravillosamente enérgetica, cariñosa, romántica, todo lo que siempre quise pero el clima es más oscuro, evocando a una prostituta, el ritmo agotador de su trabajo, el ambiente turbio en el que vive, el torrente de emociones contradictorias que la asalta día a día. La guitarra ruge, ronca, áspera. El solo es un soplo en este polvo acre, con intensa melancolía.

 


El resto del disco es mas flojito, no pasa nada por bajar a la tierra después de haber subido al cielo, Hand In Hand es una hermosa balada Dylanian como el infierno, apoyada por piano y guitarra acústica. La melodía es típica de Dylan, auténticamente imbuida de este folk típicamente estadounidense de los años 60. Es una canción orgullosa, con un estribillo emocionante. Solid Rock es un regreso al rock más duro y amargo, tres minutos y medio de pura adrenalina, el homenaje de los niños ingleses a los pioneros estadounidenses: Chuck Berry, Eddie Cochran ... Siempre existe este tono americano característico, pero el riff está particularmente inspirado en el rock americano secular, no sin un pequeño desvío a través del Creedence Clearwater Revival en busca de electricidad y dureza musical. "Solid Rock" sera el final de los conciertos de Dire Straits durante los próximos cinco años. 

Les Boys es una canción de homenaje a los soldados estadounidenses que partieron hacia Francia y se enfrentaron a los nazis. Tiene un poco de sabor anticuado, canción de color Country-Folk, y cuya melodía está inspirada en canciones de la década de 1940, en las que Knopfler injerta sus relajados coros de guitarra. A pesar de una línea melódica eficaz, sigue siendo la canción menos inspirada del disco, rica en suntuosas maravillas eléctricas… una bufonada.

 

miércoles, 6 de octubre de 2021

La música en historias: Dire Straits - Comnuniqué #MesDireStraits


Dire Straits - Comnuniqué #MesDireStraits 

Este mes es el mes de una legendaria banda británica, dirigida por el guitarrista, cantante y compositor Mark Knopfler, y en este reconocimiento a la banda, queremos destacar su segundo álbum de estudio editado el 15 de junio de 1979.

Viajaremos a la Inglaterra de 1979, luego de que la banda tuviera una exitosa primera entrega con su homónimo álbum, con su contagioso título homónimo, que traduce quiere decir "estar en aprietos", Dire Straits cautivó a los alemanes, suecos y neo zelandeses con éste disco que logró posicionarse en el primer lugar en esos países.
Así que los hermanos Knopfler, con Mark Knopfler como líder compositor, cantante y guitarrista, y David Knopfler como segunda guitarra, tenían el camino abierto para ofrecer de modo convincente que ya eran una de las mejores bandas de rock del planeta.
La banda lograría editar y sacar al mercado Comnuniqué. Un disco de nueve canciones, pretendiendo que la banda se consagrarse como líder en la escena del rock. 

Comnuniqué, con una atractiva portada diseñada por la agencia Grant Advertising UK, se convirtió en la portada del año en la entrega de los premios New Musical Express, el prestigioso semanario musical inglés. La imagen de un sobre con una ensoñadora imagen despertaba el interés por descubrir a este millonario disco.

La banda así comienza con el repertorio inicial del disco con un intro de guitarra de Mark Knopfler en Once Upon a Time in the West, un coqueteo con el reggae y la siempre angular guitarra de Mark Knopfler quien nos canta: “Some people get a cheap laugh breaking up the speed limit, Scaring the pedestrians for a minute…”

La sinuosa rítmica cautiva nuestra atención que nos deja en espera de una canción más nostálgica News, donde la banda relata en su letra un breve episodio sobre la muerte de un ciudadano cuyo insignificante deceso no es noticia de nada, una ironía para aquellos que pasan desapercibidos. 
En tercer lugar con Where Do You Think You’re Going? “ en está su tercera canción y como las que la anteceden, se puede apreciar el peculiar estilo vocal de su vocalista Mark Knopfler, una mezcla entre lo taciturno y lo ligeramente aletargado, con ciertas reminiscencias a Bob Dylan.

Continuamos con la canción que da nombre al disco Communiqué, y así también la canción que cierra el lado A del disco, se puede destacar en la canción el piano de Barry Becker (B. Bear), el sólido bajo de John Illsley y un moderado solo de Mark Knopfler. 

El lado B del disco lo abre la exitosa canción Lady Writer, en la cual Mark Knopfler hace un solo reminiscente al que hiciera en Sultans of Swing, en el álbum predecesor. Es seguida por Angel of Mercy, en la cual la letra pareciera estar plasmada en la imagen de la portada. El tema encubre muy bien el tono sexual que aborda en versos como “Angel of Mercy, angel delight Give me my reward in Heaven tonight”.

El pianista Barry Beckett destaca con su piano nuevamente en la canción Portobello Belle, de sonido folk y de las últimas tres canciones del disco, donde Mark Knopfler con cierta crudeza nos canta la vida de una chica que se cree ruda por su forma de ser. 
Para ir cerrando el disco los Dire Straits nos relatan una triste historia en Single Handed Sailor, en la cual Mark Knopfler destaca con un buen solo que se extiende hasta el final. La siguiente canción del disco es Follow Me Home, inicia con una percusión que va emergiendo desde el fondo en tiempo lento-moderado en modo blues, este tema es autobiográfico. Mark Knopfler, nos cuenta que es una historia común a cualquier turista que dormita en una playa, se destaca, además de la guitarra, la sección rítmica de John Illsley la canción se desvanece con el piano de Barry Beckett, quien además co-produjo el álbum, contando con la ingeniería de Jack Nuber.

Como hemos dicho un disco de los hermanos Knopfler que vale la pena volver a escuchar, y en su mes lo recordamos de esta forma. 

Daniel 
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